"Trabajo desde la rabia", reconoce la artista Voluspa Jarpa, quien representa a Chile en la Bienal de Arte de Venecia que se inaugura el sábado con una obra monumental y compleja sobre el poder, la sumisión, el colonialismo, el racismo y las dictaduras.
"La rabia es la emoción que me lleva a la acción", explica la pintora y artista visual en una entrevista a la agencia AFP tras ilustrar el pabellón donde emplea también la instalación y el video para contar el lado oscuro de la historia.
"Asocio el arte a un acto de justicia. Para mí es uno de los sentidos del arte", explicó.
Jarpa, de 48 años, divide y utiliza el espacio de Chile en el legendario Arsenale veneciano, lo bautiza "Museo de la Hegemonía" y propone un recorrido que resulta por momentos aterrador: pinturas de canibalismo, dibujos de racismo, documentos de barbarie, caricaturas contra las mujeres.
"Es como un estudio de la psiquis hegemónica y del subalterno", asegura.
A través de seis casos históricos ilustra la hegemonía, la dominación, desde el siglo XVII hasta el XX, pasando por las dictaduras de América Latina y la noción de "república bananera", con la historia de la United Fruit en Guatemala en los años 50 del siglo XX.
Los archivos de la CIA
El espectador está obligado también a atravesar inclusive un muro de cientos de fotocopias plastificadas de los informes de inteligencia de la CIA, con sus tachones negros y censuras.
El proyecto de Jarpa, que fue seleccionado por una comisión oficial para representar a Chile, se basa en parte en una investigación de 15 años que hizo de los archivos desclasificados de la agencia estadounidense.
"Lo que más me impresionó de ese trabajo en los archivos de la CIA sobre 17 años en países de América Latina, de 1948 a 1991, es que la posguerra es una situación de nuevo colonialismo, un colonialismo económico, subterráneo, solapado e impune", afirmó.
La obra no se detiene en la historia de su continente y se extiende a Europa, a episodios de canibalismo entre 1848 y 1958, a la situación de las mujeres en Viena en 1848 cuando intentaron fundar un partido y terminaron blanco de burlas, al estudio de la histeria.
"Entro en la tristeza, en la vergüenza, del que le tocó ser subalterno por ser mujer o por el lugar donde vive", reconoce Jarpa.
Respetando la propuesta del curador de la Bienal veneciana, el crítico estadounidese Ralph Rugoff, con el lema "Que vivas en tiempos interesantes", una invitación a cuestionar el mundo, la artista chilena exhibe objetos, textos, videos, audios, en total 65 piezas.
Como si realmente se estuviera dentro de un museo interactivo, los temas quedan resonando, resultan actuales: censura, supremacía, raza, castas.
En total 120 personas trabajaron para el pabellón, realizado con el curador Agustín Pérez Rubio.
"Es un trabajo histórico, sociológico, artístico, que denuncia el egocentrismo en las culturas humanas", sostiene la ministra de Cultura chilena, Consuelo Valdés, antropóloga de formación, al inaugurar el pabellón.
Formada en la Universidad de Chile, representante de la llamada generación de los 90, Jarpa quiso concluir su obra con un video de 11 minutos, rodado en los Andes a 4.000 metros de altura y una cantata que es también un himno a la emancipación.
"Si damos casos solo de hegemonía, nos quedamos atrapados, como si no tuviéramos salida. Mi cantata o mejor mi ópera propone una solución. Soy optimista. Es un ejercicio muy psicoanalítico", confiesa con tono divertido.