Conocido como uno de los cantantes más icónicos de la historia de Estados Unidos, Frank Sinatra guarda gran cantidad de historias, muchas de ellas fuera del mundo del canto, pero sin salir del espectáculo.
Uno de esos universos que era un imán para el artista fue el boxeo. De hecho, estuvo presente en varias peleas de Muhammad Ali (a.k.a. Cassius Clay), uno de los deportistas más grandes de la historia, el que, durante su carrera, despertó animadversiones por su carácter confrontacional. Uno de sus detractores fue precisamente Sinatra.
Si bien biografías del fallecido boxeador afirman que el cantante estuvo presente en la segunda pelea de Ali con Sonny Liston, la que terminó en el segundo asalto y fue vista con recelo por la poca resistencia de Liston -lo que despertó consigo una serie de rumores vinculados a amenazas que habría recibido de los Musulmanes Negros-, no fue hasta la revancha de Clay con Floyd Patterson en que tomó protagonismo.
Primer asalto, por la derrota de Ali
Era noviembre de 1965. El camino cruzaba a Floyd Patterson y Muhammad Ali. El primero había sido campeón mundial de peso pesado hasta que Sonny Liston, un boxeador duro y temido que llegó a tener problemas con la policía, le arrebató el cinturón. La historia dice que más adelante Liston perdería el título ante un joven Cassius Clay en febrero de 1964.
A dos años del asesinato de John Kennedy, presidente de EE.UU. que murió baleado el 22 de noviembre de 1963, se realizaría en Las Vegas el combate de Patterson, que representaba el mundo políticamente correcto y sumiso, y Ali, el rebelde que noqueaba tanto con puños como con sus palabras.
Ahí es donde aparece Frank Sinatra. En medio de los preparativos de la pelea, falleció el entrenador de Patterson. Por ello, el cantante le sugirió a Al Silvani como nuevo integrante al equipo técnico. "Silvani llegó a Las Vegas dos días antes de la pelea para ayudarme en mis entrenamientos contra Cassius Clay, y en la mañana de la pelea me llevó a la habitación de Frank Sinatra, y él estuvo muy simpático, animándome mucho. Me dijo que podía ganar, que había un montón de gente en Norteamérica que estaba deseando ver cómo le arrebataba el campeonato a Cassius Clay", aseguraba Patterson a los medios de la época.
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Ese apoyo de Sinatra no era cualquier cosa. Su señal evidenciaba que quería la derrota de Ali a como fuera posible. Era una lucha racial. "Sinatra se había comprometido emocionalmente en esta lucha. Odiaba a Ali en ese momento y todo lo que representaba, quería que Floyd recuperar el título para Estados Unidos, lo que sea que eso significara", aseguró W.K. Stratton, quien escribió una biografía de Patterson, a Sports on Earth.
Durante el combate Ali, quien venía de ser medallista olímpico, gritó frases como "esto no es una pelea, ¡que me traigan un rival!" y se refirió a su rival como el "negrito de los blancos".
Así, tras la derrota, la amabilidad del artista se esfumó abruptamente tras la derrota de Patterson ante el "bocazas" Muhammad Ali. "Sinatra cambió por completo tras mi derrota ante Clay. Estaba hablándole en su suite y de pronto hizo una cosa muy rara. Se levantó, se fue al otro lado de la habitación y se sentó tan lejos de mí que era inútil decirle nada", fue una de las declaraciones que dio Patterson tras pedirle disculpas al cantante.
Sin embargo desde donde sí recibió apoyo fue desde su rival. "No me vi peleando contigo, Floyd. No me vi golpeando a Floyd Patterson. Estaba luchando contra los periodistas blancos que estaban detrás de ti, los Jimmy Cannons, y las celebridades blancas, los Frank Sinatras, los Jim Bishops, los Arch Wards, los Dick Youngs, y cuando terminaron, hablaron de lo cruel que era. No me arrepiento de lo que hice. El problema era que querían que me pasara algo cruel", confesó Ali en una columna publicada en The New York Times titulada "Por qué Ali batió a Patterson".
Segundo asalto, como fotógrafo en la "Pelea del siglo"
El tiempo se mueve unos cuantos años. Era marzo de 1971. El Madison Square Garden de Nueva York esperaba por el enfrentamiento entre Muhammad Ali y Joe Frazier. Ambos llegaban al combate con un récord envidiable: 31 y 26 victorias, respectivamente, sin derrotas.
Ahí es cuando el fanatismo deportivo del cantante volvía a despertar con todo. Sin embargo no era fácil ser parte del evento: los tickets estaban agotados. ¿La idea? Sinatra fue como fotógrafo invitado de la revista Life -asegurando puesto en primera fila- para la crónica de la pelea, redactada por Norman Mailer.
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Imagen: Associated Press, The New York Times.[/caption]
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Los presentes aquella noche en el Madison Square Garden fueron testigos de un momento histórico: ante sus ojos vieron la primera derrota -por decisión de los jueces- de Muhammad Ali, el que representaba para muchos un camión con piedras en el zapato.
La portada de Life sobre la pelea incluía un enunciado gigante, colocado en el costado superior derecho, que mencionaba a Mailer a cargo de la crónica, mientras abajo, en un tamaño de fuente más pequeño, aparecía la leyenda "foto de portada por Frank Sinatra".
En aquella edición de la publicación, el editor en jefe de ese entonces, Ralph Graves, dedicó la editorial a sus dos fichajes estrella para la pelea. A Mailer lo definió como un "luchador part-time, que se ha hecho más que un nombre en otros campos, se vio desafiado por la idea de escribir un artículo de 4000 palabras en nuestro cierre"; mientras justificó la decisión de escoger a Sinatra y afirmó que le estaban ofreciendo un trabajo tras su participación.