Charly García los ha sobrevivido a casi todos. A Cerati, a "Pappo", a Spinetta: todos ellos fallecieron en este siglo, mientras el cantautor sigue sobre los escenarios, tal como lo demostró el pasado martes 7, con un show en el teatro Gran Rex de Buenos Aires; o como lo demostrará el jueves 13 de junio, cuando vuelva para presentarse en el Movistar Arena (entradas desde hoy en Puntoticket).

Pero, como si se tratara de un compañero de ruta con el que ha esquivado la desgracia y se ha aferrado a la longevidad, hoy García tiene a su costado a otro sobreviviente: Fabián "Zorrito" Quintiero, el músico de 53 años que se alza como el único de su banda que ha perdurado desde sus días de gloria en los 80. No hay otro, el resto también ha caído en el camino, partiendo por los emblemáticos: la guitarrista y bajista María Gabriela Epumer, fallecida en 2003; y el también guitarrista Carlos "Negro" García López, quien murió en 2014.

"Para mí es un honor, es un acto de honor (seguir tocando con él); como audiencia que fui de él cuando era chico, ahora soy músico de su banda y estoy muy agradecido de toda la escuela que aprendí. Y también de la transferencia de música y de las ideas que recogí de él; estoy muy agradecido", cuenta "Zorrito" en camarines del Gran Rex, tras el show al que asistió Culto.

Un concierto donde Quintiero, además de los tres chilenos que integran la banda, se alza como uno de los grandes soportes en vivo del hombre de Los dinosaurios, el sostén de una performance que suena impecable y sincronizada, más allá de los conocidos ripios vocales que arrastra García desde hace una década.

A cambio, Charly lo ha calificado como "el testigo mudo e invisible del rock argentino". Pero su historia no es ni muda ni invisible: Quintiero se inició como tecladista de Suéter y Soda Stereo. En una de las tantas fiestas de esos años, abordó a García y le dijo que quería convertirse en su tecladista. Invitación aceptada: Quintiero tocó con él entre 1987 y 1995, para retomar en 2009.

El propio "Zorrito" se concentra en el presente. Luego de un espectáculo de 23 temas, dentro del ciclo La torre de Tesla y calificado por la prensa como el más sólido del último año, el instrumentista dice que Charly está bien y que su recuperación va en alza. "La verdad, fue un muy lindo show, tocó bien y hubo una linda energía. Estuvo bueno. Las canciones siempre las manejó él; la elección (de lo que vamos a tocar) es siempre de él", precisa en torno a un listado que incluyó los clásicos y joyitas como Total interferencia.

-¿Cómo está Charly hoy?

-La gente que vino a este show puede apreciar la contundente obra que tiene, como maestro de la música que es. Es una carrera muy larga, son muchos años de carrera y todavía estamos corriéndole de alguna manera.

En esa última frase pareciera materializarse la cofradía creada por ambos. Es una carrera que siguen corriendo, quizás contra todo pronóstico.