Trabajar en base a un guión escrito por el propio Pedro Lemebel es la mejor prenda de garantía para el equipo detrás del primer largometraje basado en una de sus obras. Pero eso no quita que el director Rodrigo Sepúlveda (Padre nuestro) haya visto restringida su libertad creativa para profundizar en algún personaje secundario. O para añadir una escena que no existe en la novela, como la que abrirá Tengo miedo torero, la película.
Es septiembre de 1986 y un grupo de travestis de avanzada edad cantan sobre la tarima de la Quasar, mítica discoteca gay de la calle Coquimbo. Corte, y tras el show uno de ellos corre por las calles aledañas al recinto, perseguido por un grupo de militares. "Así se muestra de entrada la peligrosidad de vivir en Chile en los años 80", explica el realizador, que la última semana de julio comenzará el rodaje de uno de los proyectos más esperados y postergados del cine chileno de los últimos años.
Con un elenco encabezado por Alfredo Castro (en la foto), Amparo Noguera, Luis Gnecco, Jaime Vadell y el mexicano Leonardo Ortizgris, la producción de Forastero y Zapik Films buscará llevar a la pantalla y al circuito de festivales el universo de Tengo miedo torero (2001), libro ambientado en la víspera del atentado a Augusto Pinochet de 1986 y cuyo eje es la historia de amor entre "La loca del frente" (Castro), un gay que borda manteles para esposas de militares, y Carlos (Ortizgris), integrante del Frente Patriótico Manuel Rodríguez.
"La novela es como un gran bolero. Y la película, además de rescatar esa historia de amor, es un thriller político", dice Sepúlveda sobre la segunda adaptación en pantalla de una obra del autor fallecido en 2015 -tras el cortometraje Blokes, de Marialy Rivas-, que se filmará hasta fines de agosto en Santiago centro, Recoleta y Cartagena, y con compañías de Argentina y México como coproductoras. El objetivo, cuenta el realizador, es estrenar en la edición 2020 del Festival de Cine de Berlín -que este año premió el documental Lemebel, de Joanna Reposi-, para llegar posteriormente a las salas de cine.
El rodaje, de paso, pone fin a más de una década de intentos fallidos por llevar la novela al cine y de disputas en torno a los derechos del libro y del guión. En ese sentido, desde el equipo destacan el rol del productor Jorge López, quien trabajó el guión con Lemebel durante dos años, y de Castro, quien está a bordo del proyecto al menos desde 2014.
Al mismo tiempo, subrayan la importancia que tendrá la música en el filme, elemento central en la novela. De hecho, Tengo miedo torero, la copla de Sara Montiel que le da su título, será también parte de la banda sonora de la cinta, que correrá por cuenta de Pedro Aznar y Manuel García, el flamante dúo argentino-chileno que este mes lanza su primer disco conjunto.
Aznar, quien creó la música de filmes como Hombre mirando al sudeste, trabaja actualmente en la música incidental de la película, mientras que García reversionará diversos temas que se mencionan en el libro -de Cecilia a Lola Flores- y que serán cantados por diversas voces femeninas (como Mon Laferte y la española Martirio, quienes están en conversaciones con la producción).
"Esto cubre otra dimensión del autor. No sólo es la banda de sonido de la película, sino de Pedro", explica Sepúlveda sobre este trabajo, que a punta de coplas y boleros busca recrear un imaginario que Lemebel describió como "rímel de nitroglicerina".