Hasta hace unos meses The Racounters parecía enterrado en el recuerdo. Un capítulo pasado en la prolífica y colaborativa discografía de Jack White, que armó el proyecto junto a tres viejos amigos del Medio Oeste estadounidense en pleno apogeo comercial de los extintos The White Stripes. Incluso Brendan Benson, la otra mitad creativa del cuarteto, aseguraba en 2014 que la posibilidad de un nuevo disco de la banda "está prácticamente descartada". De ahí la sorpresa cuando en marzo pasado, en las redes sociales del sello Third Man Records -propiedad de White-, The Racounters anunciaba "el álbum de rock and roll que han estado esperando". Un simple tuiteo para espantar fantasmas y establecer principios en tiempos en que la guitarra eléctrica pierde cada vez más protagonismo.
Dos meses después, el conjunto con base en Nashville comienza el segundo tiempo de su carrera. A diez años de su último trabajo en el estudio, Consolers of the lonely (2008), el próximo 21 de junio presentan Help us stranger, once nuevas composiciones -más un ya liberado cover de Donovan- que logran cumplir con las expectativas que carga cada nuevo trabajo del autor de "Seven nation army". Tras experimentar con ritmos y máquinas en su más reciente disco solista, el último estandarte del rock de este siglo vuelve a sus raíces con un álbum que combina "riffs prodigiosos, el poder del blues, psicodelia, funk de Detroit y soul de Nashville", en sus palabras.
Con el LP, el grupo vuelve también a los escenarios, luego de ocho años sin actividad en vivo. Y tras el precalentamiento, con algunos recitales íntimos en Nashville, Japón y Australia, el cuarteto que completa Jack Lawrence (bajo) y Patrick Keeler (batería) inicia ahora la gira formal por Europa y Norteamérica, que los tendrá hasta octubre tocando en recintos de aforo intermedio, como salas, anfiteatros y hasta un templo masón en Detroit, la tierra natal de White.
Bajo esos mismos códigos, The Raconteurs debutará en Chile este año. Días antes de su participación en el festival Popload de Brasil, el 15 de noviembre, el cuarteto aterrizará por primera vez en el país luego que una productora local cerrara una fecha en un teatro capitalino. Será la tercera vez de Jack White en Santiago, tras el concierto de The White Stripes en el estadio Víctor Jara (2005) y su show en solitario en Lollapalooza 2015.
Si bien para los próximos días se espera la información completa del show en Chile y del resto de los recitales en Sudamérica, lo que está claro es que en todas estas fechas White prolongará la política que estableció a partir de su última gira solista: el uso de celulares queda restringido durante cada concierto y el público tendrá que cubrir sus teléfonos con una funda especial que bloquea casi todas sus funciones.
"Quiero que la gente viva el momento", dijo White en 2018 al diario La Nación de Argentina para justificar la medida.