Después de ocho temporadas al aire, traducidas en 73 episodios, Game of thrones se despidió anoche dejando atrás una extensa historia que con el pasar de sus años en pantalla fue sumando seguidores, hasta alcanzar el puesto de título ancla para HBO y ficción imprescindible de la TV en general. Su debut fue el domingo 17 de abril de 2011 en Estados Unidos -el 8 de mayo de ese año en Hispanoamérica-, cuando todavía faltaban algunos meses para que Netflix empezará a hacerse sentir con fuerza en el mercado audiovisual con producciones como House of cards.

En su primera temporada solo en EE.UU. logró concitar la atención de más de nueve millones de televidentes. Un ciclo vital para conocer a los protagonistas de una apuesta de ribetes épicos con la firma de los productores y guionistas David Benioff y D. B. Weiss, que llevó a la pantalla la saga literaria de George R. R. Martín, que comenzó a publicarse en 1996 y aún se mantiene inconclusa.

Así, los nombres de Westeros y las nobles familias reinantes en ese lugar, una mezcla de Europa medieval con relatos de fantasía e intrigas al más puro estilo de los Borgia -que un crítico de The New York Times calificó como "Los Soprano con espadas"-, comenzaron a hacerse conocidos. Pronto se sumaron fanáticos y partidarios de las casas que participaban de este "juego de tronos", una impredecible y enmarañada lucha de la que eran parte nombres como los Stark, los Baratheon, los Lannister, los Greyjoy y los Tyrell, entre quienes se encontraban en Poniente.

Pero más allá del Mar Estrecho, dos descendientes de una de las familias más poderosas del antiguo Westeros soñaban con reclamar el Trono de Hierro, símbolo del poder sobre los Siete Reinos. En la lejanía, los hermanos Viserys y Daenerys Targaryen se asociaban con mercaderes y salvajes guerreros con la esperanza de concretar el renacimiento de su dinastía, aquella de hombres y mujeres de blanco cabello, capaces de dominar a los dragones.

Al correr las temporadas, GOT, como ya se le conocía coloquialmente, se convirtió en la ficción más millonaria de HBO y en uno de sus productos más exitosos, sumando el visto bueno de la crítica especializada -reflejado en 132 nominaciones a los premios Emmy y 47 de sus estatuillas- con el de sus seguidores, cuyo número fue creciendo de manera explosiva, desde los 9,3 millones de espectadores de su primer ciclo hasta los 32,9 millones de la temporada número siete.

Y si de números se trata, la producción se transformó también en un fenómeno capaz de destrozar marcas en redes sociales. Solo en EE.UU. cada capítulo en estreno de Game of thrones movía más de 5 mil millones de interacciones entre Facebook y Twitter. Un buen ejemplo fue el episodio "The long night", el tercero de la temporada final y el más extenso de la serie, que alcanzó un récord mundial al convertirse en el capítulo más tuiteado de la televisión, con cerca de ocho millones de posteos en Twitter.

Herederos y recambio

Por eso no es de extrañar que antes de que Game of thrones anunciara su fin, HBO ya estuviera planificando cómo mantener vivo su universo con nuevas historias. La primera arremetida en ese sentido es una precuela -que se trabaja como Bloodmoon-, que se ambientará miles de años antes de Jon Snow. Su sinopsis oficial afirma que hará una crónica de "el descenso del mundo, desde la edad de oro de los héroes hasta su hora más oscura". En su elenco se cuentan figuras como Naomi Watts y Miranda Richardson.

Con respecto a otros cuatro proyectos de los que ya se había hablado, el presidente de programación de la cadena, Casey Bloys, aseguró que algunos se han abandonado, mientras que otros permanecen como posibilidades para el futuro. Hace poco, el mismo George R.R. Martin declaró que dos de ellos aún estaban en etapa de guión, pero "más cerca" de concretarse. Larga vida a GOT.