Hablando en términos deportivos, la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil (OSNJ) está en una pretemporada de excepción. Qué mejor preparación antes de ir a Europa que ensayar el miércoles bajo la batuta del conductor inglés Simon Rattle y, por si fuera poco, asistir al día siguiente a un ensayo de la Sinfónica de Londres dirigida por el propio maestro británico.
Ese fue el plan de entrenamiento en la Fundación CorpArtes, donde 80 músicos de la OSNJ repasaron la Sinfonía Eroica de Beethoven y escucharon a Rattle y sus sinfónicos frente a la Quinta sinfonía de Mahler y la Sinfonia da Requiem de Britten. Algunas horas más tarde, ese mismo programa se presentó a tablero vuelto en el teatro de la Fundación CorpArtes.
En algún momento del ensayo de una hora y 15 minutos con el maestro de Liverpool, se asomó el director chileno Max Valdés (1949), titular de la Sinfónica de Puerto Rico, quien este año asumió la dirección de la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil y será el encargado de llevarla a su segunda gira internacional entre el 20 de julio y el 9 de agosto.
En aquellos 11 conciertos en un período de 21 días, los 80 instrumentistas se presentarán cronológicamente en Marruecos (Casablanca y Rabat), Alemania (Kassel y Berlín) y España (Madrid y Alicante), con un programa que incluye la Quinta sinfonía del ruso Dimitri Shostakovich, Retratos australes de Miguel Farías, la Obertura festiva de Juan Orrego Salas, el Concierto para guitarra y pequeña orquesta de Heitor Villa-Lobos (donde intervendrá el guitarrista chileno Luis Orlandini) y la Tercera sinfonía Eroica de Beethoven.
La escala en Berlín es particularmente atractiva, pues se presentarán en la histórica sala Konzerthaus construida en 1821, sede de la Orquesta Konzerthaus de Berlín, con una de las mejores acústicas del mundo.
"Creo que el gran secreto del maestro José Antonio Abreu, quien creó el Sistema de Orquestas de Venezuela, era que los muchachos salieran y mostraran su talento", explica Alejandra Kantor, directora de la Fundación de Orquestas Juveniles (FOJI). La ejecutiva además precisa que los conciertos en Europa son en gran parte financiados por 12 empresas privadas a través de la Ley de Donaciones Culturales.
Pero para hablar del trabajo musical con la OSNJ,el propio Max Valdés, conversó con La Tercera poco antes de llegar a Chile para los ensayos en la FOJI .
-¿Cuál es la relevancia de la gira de la orquesta, la segunda desde 2012?
-Las orquestas necesitan desafíos para progresar. Para estos jóvenes, el tener la posibilidad de tocar una sinfonía de Beethoven en Berlín es de enorme importancia. En Chile tienen pocas ocasiones de compararse con otras orquestas y de conocer el nivel de las agrupaciones europeas. Por esto el viaje a Europa es una oportunidad para crecer y adquirir conciencia de nuestros límites y virtudes.
Además, la gira dará a conocer el nivel cualitativo de nuestros músicos y esto prestigia a nuestro país.
-¿Cómo se elaboró el programa?
-La Sinfonía Eroica fue solicitada por el Young Euro Classic de Berlín, donde tocaremos. Es una obra fundamental para cualquiera orquesta y nuestros músicos ya hicieron una gran versión en abril. La obertura de Juan Orrego Salas, se debe a que es nuestro compositor vivo de mayor prestigio y la de Miguel Farías porque es un compositor joven de mucha importancia y proyección. Luis Orlandini es un guitarrista de prestigio internacional y su instrumento está asociado a nuestra cultura, por lo que era natural pensar en él como nuestro solista en el Concierto de Villa-Lobos. La Quinta sinfonía de Shostakovich es una gran sinfonía: épica, dramática y majestuosa, de gran atractivo para nuestros jóvenes. Es una obra para lucir a nuestros músicos. Estoy seguro que lo harán muy bien.
-¿En qué condiciones musicales ve a la OSNJ?
-Siempre hay trabajo por hacer. La gira motivó más inscripciones en la orquesta y ahora hay que procurar que para 2020 podamos seguir contando con ellos. La orquesta ha crecido en calidad y comprensión de la música.
-¿Cree posible de que la FOJI y la OSNJ tengan una nueva sede?
-Es fundamental que la FOJI pueda tener una sede de conciertos y de ensayos. En la actual (en Balmaceda 1215) no se puede lograr una calidad sonora adecuada. Eso perjudica el trabajo.Ya que muchos importantes empresarios han querido contribuir a la FOJI, es el momento de plantear construir una casa para las diferentes orquestas que actúan en Santiago y que sirva de escenario para las que están en otras ciudades.
-¿Cuál es su gran objetivo con la OSNJ?
-Tengo un doble objetivo. Primero quiero construir una gran orquesta. Eso significa músicos que estén dispuestos al gran esfuerzo que significa alcanzar un alto nivel de calidad. Que para ello adquieran el rigor, la disciplina y el método necesarios para competir en la escena musical internacional. Que a través de la música adquieran el conocimiento que los transforme en personas responsables y educadas. Que entre ellos existan el respeto y la buena fe. Ese fue el sueño de José Antonio Abreu. El lo logró. Yo, modestamente, espero hacer lo mismo.