Sus grandes éxitos siguen sonando con frecuencia en el dial FM chileno, pero hay que retroceder siete años hasta dar con el último paso de Norah Jones por Chile. Fue con un concierto en el Movistar Arena el 4 diciembre de 2012, en días de reinvención para la popular cantautora neoyorquina, fenómeno de masas y estrella de los Grammys desde su irrupción con Come away with me (2002), quien rápidamente comenzaría a mostrar más matices e intereses que ese jazz-pop susurrado que le dio fama mundial.

Por ese entonces, la hija de Ravi Shankar -quien murió días después de aquel show en el Parque O'Higgins- presentaba en el país Little broken hearts, uno de los mejores álbumes de su carrera, donde revierte su imagen conocida hasta entonces con una propuesta indie pop de corte oscuro y confesional. Lo mismo con su aparición en Ted (2012), cruzando algunos chistes con el oso protagonista y mostrando su faceta más cómica.

Tras volver a la simplicidad del piano y voz de sus inicios con Day breaks (2016), y luego de un par de celebrados proyectos colaborativos junto a Danger Mouse y Billie Joe Armstrong, Jones reapareció en abril pasado con Begin again, un compilado de singles con el eclecticismo como motor e invitados como Jeff Tweedy (Wilco) y Thomas Bartlett, que -como su título indica- la vuelven a posicionar en el panorama musical y reafirman su condición de creadora inquieta y multidimensional.

Con este álbum la solista iniciará una nueva gira por Sudamérica, que además de fechas en Colombia, Perú y Argentina, aterrizará en Chile el 6 de diciembre, con un show en el Teatro Caupolicán. Después de una preventa con descuento que comenzará este lunes 1 de julio, exclusiva para clientes Entel pagando con tarjeta Cencosud Scotiabank, la venta general de entradas se abre el miércoles 3 en Puntoticket. Un regreso esperado y postergado, tras varios intentos recientes que no llegaron a puerto -incluyendo un paso por Viña 2017-, en el que la cantante de 40 años combinará sus más conocidos éxitos radiales con aquellas piezas que dan cuenta de su constante capacidad de reinvención.