Mel C: pop efervescente y ya

Melanie C, Blondie. Foto Reinaldo Ubilla
Melanie C, Blondie. Foto Reinaldo Ubilla

Este es un fantasma efervescente de la cool brittania de fines del siglo pasado cuyo espectro pop remata en los rincones del planeta el éxito en los noventas.


Hay al menos un par de chicas vestidas como Sporty Spice y unos cuantos varones con el nombre de las Spice Girls estampado en poleras ajustadas. Mucha de esta gente era bebé cuando la girl band británica y su línea de batalla #GirlPower se tomó el mundo hace más de 20 años, y casi colman la discoteque Blondie esta noche de jueves esperando a quien podría ser su madre o la tía con onda, una Spice Girl genuina de carne y hueso frente a los celulares prestos a grabar su debut en Chile. En la espera pasan canciones de Lady Gaga, Kylie Minogue y Dua Lipa mientras un galán maduro de bigote recortado y largo abrigo hasta el suelo espera en tres cuartos de la pista como si se tratara de un duelo con la estrella de la noche. Los atuendos del gentío, la vibra, los teléfonos móviles atentos a que Mel C se asome con sus 45 años en el escenario, presagian una gran cita en torno a la nostalgia.

El set list es curioso y breve. Lo obvio sería un bombardeo de hits de Spice Girls pero la cantante inglesa apenas interpreta dos temas del conjunto, "Say you'll be there" que fue coreada como si hubiera sido ensayada entre el público y Mel C para un musical, y "2 become 1". Otro par fueron covers incluyendo "Pride (deeper love)" de Clivillés & Cole, los capos tras C+C Music Factory a comienzos de los 90, y "Blind" de Hercules and Love Affair, un hit bailable en el ranking dance británico en 2008.

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Melanie C, Blondie. Foto Reinaldo Ubilla[/caption]

"Hola, ¿cómo estás? Muy muy bien here in Chile", se pregunta y se responde a sí misma Mel C vestida como una especie de Barbarella. Quedó atrás el primer tema "Think about it" donde la británica puso en evidencia rápidamente la fama de ser la única en el elenco de las Spice girl que realmente cantaba. Agradeció por la paciencia de esperar tantos años para luego presentar a un grupo de baile masculino en plan drag queen, absolutamente vitales en su breve espectáculo.

El público filma el primer y el segundo tema. Es un desperdicio porque la música es bailable y contagiosa. Pero así son las cosas. Hay que registrar el hecho, el lente delante de la pupila, teléfonos móviles que filman teléfonos móviles grabando con una estrella del pasado de fondo.

Los bailarines aparecen vestidos como las Spice Girls siguiendo la coreografía del súper éxito "Wannabe" y ahora sí que se armó. Replican pasos, aparece Mel, echa a su doble postiza, bromea sobre Posh, se lanza con "Say you'll be there", le gritan mijita rica y no entiende mucho. Le pasan un álbum de Spice Girls y luego otro para la firma, da las gracias nuevamente, anuncia que se va y al reloj le falta mucho para completar la hora. Este es un fantasma efervescente de la cool brittania de fines del siglo pasado cuyo espectro pop remata en los rincones del planeta el éxito en los noventas. Pasar el sombrero tiene muchas formas y esta es una de ellas. Digna, efímera y desechable.

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