Casi en sus 60, Thomas Haden Church parece observar el panorama de las películas y series con absoluta serenidad. Canales tradicionales o streaming, cine o TV, para él no son cosas de vida o muerte. En entrevista por el estreno de la última temporada de Divorce, el actor de Entre copas (2004) cuenta que acaba de filmar una cinta dirigida por Kevin Willmott (ganador del Oscar junto a Spike Lee por El infiltrado del KKKlan) que ignora cómo se exhibirá, pero que tampoco le preocupa. Según dice a Culto, "no importa dónde termine, lo importante es que se verá donde sea. Ese no es siempre el caso cuando haces una película".
Con esa falta de prejuicios se refiere también a la serie de HBO que protagoniza con Sarah Jessica Parker: "Cuando grabamos la primera temporada de Divorce siempre la imaginé como una película de cinco horas, porque para mí el guion, las actuaciones, las libertades que tuvimos en la creación de personajes fueron tan desafiantes y motivantes como en cualquier película en la que he estado".
Días después de la entrevista que el actor dio a este medio y a otros de la región, HBO anunció que la comedia dramática finalizará con la temporada que debuta hoy (a las 20.30), la tercera y más breve. Será el adiós para una producción de la que el actor de Spider-Man 3 (2007) habla con cariño y que marcó su retorno con un personaje estable a la televisión tras 19 años, desde la sitcom Ned and Stacey.
Tras dos ciclos en que se mostró el quiebre y las consecuencias de la separación entre Frances (Parker) y Robert (Haden Church), los nuevos episodios ponen a prueba las relaciones que cada uno construyó posteriormente. "Vemos la continuación de la relación de Robert y Jackie (Becki Newton), pero nos empezamos a dar cuenta que quizás son mejores compañeros en los negocios que en lo romántico", adelanta. Y sobre los protagonistas, agrega: "Desarrollan una amistad que estuvo dañada por todo lo que acabó con su matrimonio".
También destaca cómo se manejó la dosis cómica de la historia ante la situación que retrata. "No importa quién sea el responsable ni en quién cae la culpa, siempre es una familia que se desarma y no hay nada divertido en eso. El humor que tratamos de inyectar en las tres temporadas nunca fue comedia a expensas de lo que estaba viviendo la familia".
Producida por la estrella de Sex and the city, la serie se despide con episodios dirigidos sólo por mujeres. "Eso es genial, hay una energía distinta", dice. "Me estoy haciendo más viejo, estoy terminando mis 50, y comparado con cómo comencé a principio de mis 20, hubo momentos en que se sentía muy opresivo, porque todo estaba liderado por hombres con egos muy fuertes. Me alegro de que mucho de aquello ya se acabó".