Clave cultural: Rodrigo Lira en Cuánto vale el show

Recitó a Shakespeare ante un jurado compuesto por protagonistas televisivos de la dictadura. Entre ellos, estaba la comentarista Yolanda Montecinos, famosa por la rudeza de sus opiniones y la siutiquería de sus gustos. Lira declamó un fragmento de Otelo. Hay en su gesto desesperación, ridiculez y vergüenza. Estaba mal disfrazado. Igual logró convencer. Le dieron algún dinero. Su acción lo dejó satisfecho, fue un espectáculo acogido y absurdo. ¿Estaba consciente o fue un equívoco? ¿Tenía un doble propósito su puesta en escena, o terminó ahí tragado por sus delirios? Nunca sabremos la verdad, pero sí podemos suponer que Lira estaba pasando por un período complejo, ya que poco tiempo después se suicidaría.

En este video lo vemos desplegando su voz y su cuerpo. Está mal maquillado y con evidentes nervios. Hay una intención paródica en sus muecas: humor mezclado con asco. Exponerse físicamente era una forma de riesgo poético que muchos adoptaron en ese periodo. Lira sabía del trabajo que hacían Carlos Leppe y Raúl Zurita. Quería inmiscuirse en esa escena, que lo despreciaba. De ahí que algunos consideren esta situación como un acto deliberado de arte.

Con los años es posible constatar que los poemas de Lira lograron imponerse a su biografía. Podemos leerlo con emoción olvidándonos de quién era y de lo que hacía. Sus palabras se liberaron de quien las escribió, pero sucedió hace poco. En parte, ayudó el libro que le dedicó Roberto Careaga, titulado La poesía terminó conmigo, en el que narra la vida de Lira, es decir, pone orden a los cuentos que circulaban sobre él. A lo que se suma el paso del tiempo, que ha jugado a favor de sus aullidos.

https://www.youtube.com/watch?v=SuawwL1yZ4c