Ignacio Agüero: "Esta película es también una carta"

El cerro Provincia, parte de la sierra de Ramón y telón de fondo de la zona oriente de Santiago, es uno de los más visitados de la ciudad durante los fines de semana. También uno de los favoritos entre los amantes del trekking. Desde el techo de su casa en la comuna de Providencia, el documentalista chileno Ignacio Agüero (1952) solía tener una vista privilegiada del mismo cerro. Incluso filmó desde allí la cordillera en varias ocasiones, pero de un día para otro la invasión inmobiliaria le arrebató su butaca preferencial.

Un día, el director de Cien niños esperando un tren vio una grúa instalada en la esquina de su casa, donde antiguamente había una panadería. Supo que su barrio cambiaría irremediablemente, y así fue: a 127 metros exactos de su hogar, se levantó en pocos meses un edificio de 10 pisos que separó para siempre su ventana de la Cordillera. Desde entonces quiso saber quiénes eran esos nuevos vecinos, de dónde venían y por qué habían llegado hasta ahí. Mientras fue en su búsqueda, el realizador de 67 años comenzó a intercambiar cartas con un amigo, en las que le contó de las transformaciones que sufrió su entorno.

Tras largas horas de filmación, Agüero halló en sus registros un nuevo documental, Nunca subí el Provincia, que este lunes ganó el Premio del Jurado de la Competencia Internacional del 30° Festival Internacional de Cine de Marsella (Francia), una de principales vitrinas para el género documental.

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El documentalista chileno Ignacio Agüero (1952).[/caption]

"Esta película es finalmente un estado de divagación. Más que contar una historia, como hacen casi todas las películas, es un estado de elucubración. Eso es lo que me interesa a mí del cine, películas que no cuentan cosas sino que elucubran, divagan, y eso hace para mí la película fascinante. Uno la puede ver muchas veces. Es como una conversación con el espectador. Una conversación íntima", contó Agüero en un video promocional del filme, que tuvo su estreno mundial el jueves pasado en la ciudad del sur de Francia.

Dirigido por Jean-Pierre Rehm, el FIDMarseille tuvo un programa de 150 películas de más de 20 países, y más de 25 mil espectadores en salas de cine, teatros, bibliotecas, galerías de arte y anfiteatros al aire libre en toda la ciudad. En las categorías de Cine Francés y Primera Película, en tanto, los ganadores fueron Jean-Marc Chapoulie (Mittelmeer) y la alemana Ute Adamczewski (Estado y terreno), respectivamente.

https://www.youtube.com/watch?v=gtv2EzSFQeI

De regreso en Santiago, Ignacio Agüero conversó con Culto / La Tercera sobre su nuevo y premiado trabajo, que debutará en salas locales durante el segundo semestre del próximo año a través del programa Miradoc.

"En Marsella he estado tres veces", cuenta Agüero. "La primera fue en el año 2000, donde fui invitado como jurado en la competencia internacional de cortometrajes. Después estuve el año 2016 cuando gané el Gran Premio con Como me da la gana II", agrega.

¿Cuál fue el principal impulso que lo llevó a filmar Nunca subí el Provincia?

Hubo varios principales impulsos. Las ganas de filmar algo en la esquina. Hace muchos años tuve la idea de filmar una película que se llamara "Norte, Sur, Este, Oeste", que correspondían a los 4 puntos de la esquina de mi casa. Quería hacer que por un momento ahí estuviera el centro de la tierra. Estoy seguro que haré una película con ese nombre, que ya tengo inscrito. Por otra parte, estaban las ganas de hacer una película a la manera como se escriben las cartas manuscritas, y en más de un sentido esta película es también una carta. También tenía ganas de hacer algo con la Cordillera de los Andes. En esta película se juntan las tres cosas: cordillera, cartas y esquina, y aunque se juntan no se agotan, lo que me lleva a pensar que habrá un Nunca subí el Provincia II (o Norte, Sur, Este, Oeste).

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Imagen de Nunca subí el Provincia, cuyo estreno local será en 2020.[/caption]

A primeras, lo que se percibe del filme es que se hace cargo de la invasión inmobiliaria y los cambios que trajo a la ciudad. ¿Cómo ve usted toda esa situación en el Santiago actual?

Tal como la vi en la película Aquí se construye, que es del año 2000, de cuando fui a Marsella por primera vez. Ahora que fui otra vez después de 19 años, vi que esa ciudad no ha cambiado nada, todo sigue en su sitio. En cambio, al volver a Santiago después de una semana vi que hay varias casas que ya no están, cediendo el terreno a nuevos edificios.

Agüero es consciente del auge del género documental en el país. Títulos recientes y de realizadores locales; como Patricio Guzmán, cuyo filme La cordillera de los sueños (2019) obtuvo el Ojo de Oro en el último festival de Cannes; Los reyes (2018), de Bettina Perut y Iván Osnovikoff, Premio Especial del Jurado en el Festival Internacional de Documentales de Ámsterdam, o Lemebel (2019), de Joanna Reposi, ganador del Teddy Award en la Berlinale de este año, dan cuenta de la buena salud de la no ficción chilena en la pantalla grande.

"El documental siempre ha sido un sello de la producción cinematográfica local. Este país es muy rico en historias y miradas que contribuyen a esta escena diversa y exitosa", dice Agüero.

¿A qué directores locales le está siguiendo la pista?

A Antonia Rossi, a Carlos Klein, a José Luis Sepúlveda, José Luis Torres Leiva, Tiziana Panizza, Cristóbal Valenzuela, Carlos Flores, Daniela Sabrovsky, Paula Díaz, Fernanda Sofía González, Nayra Antezana, Klaudia Kemper, Maite Alberdi, Teresa Arredondo, Guillermo González, Pachi Bustos, Camila José Donoso, Nicolás Videla, Nicolás Guzmán, Patricio Guzmán, Jerónimo Rodríguez, Macarena Aguiló, Cristián Leighton, Enrique Ramírez, Lorena Giachino, Sebastián Moreno, Andrés Lübbert, Daniel Osorio, Manuela Thayer, Isidora Gálvez, Ana L'homme, Pablo Lavín, Sofía Paloma Gómez, Paola Campos, Claudia Aguilera...

Dice que la lista podría seguir.