Con más de 90 años decía que él era el último sobreviviente de sus 15 amigos de infancia de su natal Sicilia. El futuro para el escritor italiano Andrea Camilleri no era muy promisorio, sin embargo era optimista. Hace dos años, debido a un glaucoma, el narrador había perdido prácticamente la visión. La memoria entonces era su mayor aliada para la escritura de sus nuevas historias protagonizadas por el comisario Salvo Montalbano.
En 1994, hace 25 años, hizo su debut el policía que vive en la localidad ficticia de Vigàta, en la provincia de Montelusa, que comenzó investigando el sórdido asesinato del ingeniero Silvio Luparello en la novela La forma del agua.
Traducido a 36 idiomas, con más de 30 millones de ejemplares vendidos, el nombre del personaje Montalbano fue elegido como un homenaje al escritor español Manuel Vázquez Montalbán (1939-2003). La saga de Montalbano ya suma 30 libros y dos décadas desde su debut adaptado en la televisión.
"La oscuridad no se puede combatir. No hay nada que hacer. Hay que agarrarse a la memoria, repasar. Pido que me lean algunas páginas de nuevas novelas, periódicos. Pero la lectura por parte de terceros no es igual", dijo Andrea Camilleri, en 2017, al diario español El País. Por esos días estaba molesto por que la empresa Philip Morris había dejado de fabricar los cigarrillos que fumaba. De Philip Morris se había cambiado a la marca Muratti y consumía en promedio 60 cigarrillos diarios.
Autor de más de 100 libros, el pasado 17 de junio Andrea Camilleri había ingresado de urgencia, tras un paro cardiorrespiratorio, al Hospital Santo Spirito de Roma, ciudad donde vivía. Desde entonces se mantenía con un respirador artificial. Hoy murió, a los 93 años, acompañado de su familia.
"En mis novelas describo ambientes sórdidos, es cierto, pero lo hago desde la ironía y el humor porque, como decía Leonardo Sciascia, esa es la perspectiva indispensable para afrontar circunstancias difíciles", dijo en 2014 al suplemento español El Cultural.
Pobreza y crimen
Andrea Camilleri nació en Porto Empedocle, Sicilia, en 1925. Director teatral, guionista, miembro del Partido Comunista, se inició en el mundo literario con montajes de obras de Pirandello, Ionesco, T. S. Eliot y Beckett.
En 1958 empezó a enseñar en el Centro Experimental de Cinematografía de Roma. Antes había intentado ingresar a la RAI, pero no fue seleccionado por su condición de comunista. Sí, logró entrar, años más tarde, a la compañía de radiodifusión pública italiana.
En 1978, Camilleri debutó en la ficción con El curso de las cosas. Ambientada en Sicilia, en los años 60, la novela es un policial que muestra indicios del comisario Montalbano. Un policía formado con el carácter del padre del escritor. "Era inspector de puertos en el sur de Sicilia, inspector de trabajo portuario", contó el año pasado Camilleri.
En su siguiente libro, Un hilo de humo (1980), aparece la ciudad ficticia de Vigàta, el centro de operaciones de su personaje más famoso, con el que obtuvo galardones como el Premio RBA de Novela Policiaca (2008) y el Premio Pepe Carvalho (2014).
El éxito literario se produjo en la década del 90 cuando Camilleri inició su saga con La forma del agua (1994). Desde ahí no se ha detenido hasta El carrusel de las confusiones, su última entrega, de 2016. Publicada en español por editorial Salamandra, el secuestro de una serie de jóvenes mujeres llama la atención de Montalbano, quien sospecha de la mafia.
Sobre la mafia en su natal Sicilia, hace dos años señaló: "Mientras haya pobreza y la posibilidad de que un individuo te de trabajo en sitios de tanta desocupación, habrá organizaciones mafiosas. El problema es que el estado italiano nunca ha querido ir a fondo con el crimen organizado".
El narrador tenía todo definido para su memorable personaje. Pasado los 80 años dijo que había escrito la historia final con la muerte de Salvo Montalbano. Incluso se lo hizo llegar a su editora. "Cuando lo acabé se lo mandé a Elvira Sellerio con la indicación de que lo metiera en un cajón y que no lo publicara hasta que yo decidiera hacerlo o hasta mi muerte", señaló el año pasado Camilleri. Hace algunas semanas había aparecido en Italia el título Il cuoco dell'Alcyon, parte de la saga del comisario amigo de la buena mesa.
A la par de su saga de "novelas montalbanianas", como las llama el propio Camilleri, el autor italiano ha producido una gran cantidad de historias sin dejar la novela negra. En su mayoría, publicadas en español por editorial Planeta, entre sus títulos están El caso Santamaria, No me toques y La banda de los Sacco.