Para los integrantes de Chancho en Piedra mirar por el retrovisor es algo inevitable. Lo han hecho siempre. Y ahora, que celebran un cuarto de siglo -toda una proeza en los tiempos que corren-, el ejercicio cobra un valor aún más especial. Pero si el corazón del cuarteto está en el pasado, con un show de aniversario en el Teatro Caupolicán fijado para el 15 de agosto, su mente hoy está puesta en lo que se viene. Y ese futuro trae nuevo material, el primero junto a Cristián "C-Funk" Moraga, quien llegó en abril del año pasado para reemplazar a Pablo Ilabaca, guitarrista y fundador del cuarteto, hoy en otros proyectos.
"Es una nueva etapa en Chancho en Piedra, un punto de inflexión, un momento de crisis que transformamos en una súper buena oportunidad para cambiar y crecer. ¿Por qué no nos podemos proyectar otros 25 años como banda?", se pregunta el bajista Felipe Ilabaca.
Para el conjunto, uno de los más populares y convocantes de la escena chilena de las últimas décadas, el cambio ya está en marcha. Partiendo con tres nuevas canciones que estrenarán en agosto y que serán parte del décimo disco del grupo, con fecha estimada de salida para el próximo año. "Cada una tiene un estilo súper marcado. La primera es más rockera, la otra más de funk clásico y la última un experimento que hicimos", cuenta el vocalista "Lalo" Ibeas, quien asegura que en los singles también hay cierta exploración por ritmos caribeños y la raíz latina. "Tienen toda la onda y potencia de nuestros primeros discos, pero toda la experiencia y sabiduría de nuestra edad", sentencia el frontman.
Ilabaca, quien también es el director musical del grupo, complementa: "A diferencia de discos anteriores que estuvimos trabajando más basados desde la armonía, de un trabajo más sofisticado y orquestado, ahora estamos partiendo desde lo más crudo: es casi un manifiesto en una época donde todo es más pop, más blando, más suavecito y 'nice', nosotros queremos decir que frente a la ausencia de rock en el mundo, traemos rock".
Moraga, amigo histórico de Chancho en Piedra y que llegó a la banda tras el quiebre de Los Tetas -luego de las denuncias de abuso contra su excompañero Camilo Castaldi-, no solo se suma en la guitarra, sino también como productor del nuevo material. Una labor que ya había desempeñado para colegas como Boomer (Andanzas, 2003) y su padre, Hugo Moraga, en el disco Estelas del destino (2002).
"Cristián le ha hecho súper bien a las canciones, suenan muy modernas. Estamos todos apuntando para el mismo lado: que los temas queden frescos, distintos, tienen que sonar modernos y no a un revival nuestro", comenta Ibeas sobre el impulso que el nuevo integrante le ha dado al conjunto. "Su personalidad es tan fuerte que impone su forma de tocar, de ver la música y hacer las cosas. Eso es bueno, porque si hubiera sido otro seguiríamos haciendo las mismas ideas musicales, nos quita el piloto automático".
Eso sí, para Chancho en Piedra, la partida de uno de sus fundadores no es un tema sepultado. "Lo de Pablo todavía me da como lata, me gustaría que dijera 'vuelvo' y seamos un quinteto en vez de un cuarteto", reconoce "Lalo". Y el baterista, "Toño" Corvalán, complementa: "Creo que (Ilabaca) se sentía un poco atrapado, que se liberó y está haciendo lo que le gusta. Y si nos echa de menos, yo siempre digo que acá vamos a estar esperándolo".
Donde no hay cambios radicales en es la mirada del cuarteto, siempre crítica del estado de la sociedad chilena, con humor "que se equilibra con inteligencia y discurso", dice el vocalista. Ahora, los temas están dirigidos "a los vicios modernos de la sociedad, a la tendencia a la individualización", añade el bajista.
Sobre el show de aniversario, Corvalán sentencia: "Es una apuesta súper ambiciosa porque son 25 años de la banda y es mirar para atrás, pero también para adelante y queremos que la música nueva sea la guinda del pastel o algo súper importante dentro del show, aparte de los éxitos. Queremos que sea una linda fiesta en el Caupolicán, que es nuestra casa". b