Detrás de la música: los mejores documentales
Desde que el rock se consolidó como cultura de masas en los 60 el género documental desentraña a los astros y sus historias. Expertos del formato revelan sus favoritos.
Carlos Moena, director y músico
Let it be, 1970
Dirigido por Michael Lindsay-Hogg esta es la madre, el inspirador del documental moderno. Me gusta porque si bien es un proyecto desde el interior de la máquina de los Beatles no es condescendiente y retrata cómo se separa la banda. Es terrible. Hay un elemento que no está y es que no hay entrevistados, no hay mensajes oficiales y eres testigo de lo que pasa. Eso me gusta mucho. Está hecho por la banda pero no parece. Me gusta porque en ese documental no te la venden.
Stop making sense, 1984
Un salto en el tiempo. En Let it be hay un grupo grabando, ahora se trata de hacer un show y mi documental favorito sobre un show en vivo es Stop Making sense de Talkin Heads de Jonathan Demme. Es original, caliente, espontáneo y calculado. No vende nada, no tiene entrevistas. Es asistir al show sin el despliegue al que nos acostumbramos en la era del DVD tipo concierto de AC/DC con millones de cámaras. Esto es un teatro, un escenario originalmente vacío con David Byrne llevando una sencilla radio y termina con el escenario armado. Es el mejor show filmado que he visto. Creo que cualquier persona que le gusta la música le puede encantar porque además es muy alegre. Cuando ves lo de AC/DC en River Plate o Iron Maiden en el Estadio Nacional parece periodismo, una cobertura informativa, en cambio esto es como estar en platea y subirse al escenario a bailar.
Meeting people is easy, 1998
Si el anterior es un show el siguiente se trata de irse de gira y este es mi documental favorito sobre eso. Meeting people is easy aborda el tour del Ok Computer por todo el mundo. Es extraordinario y tengo que decir que no soy fan de Radiohead, lo veo como pieza audiovisual. El director es un inglés, Grant Gee. A este loco le dijeron vente con nosotros de gira y él optó por los no recursos, está todo grabado por él con formato chico. Es el mismo modus operandi que yo tenía con Lucybell, no hay grandes cámaras ni grúas. El tipo se mete en todos los rincones, donde no estamos acostumbrado a ver una gira. Es una mosca en la pared y muestra -el título lo dice, es una ironía-, que Thom Yorke no es el tipo más sociable del mundo, más el circo de una banda tocando incesante, la prensa, el cansancio, el hastío. Yorke evita el post show, es la no estrella de rock tradicional y resulta revelador sobre el aislamiento, el terrible hastío que puede sufrir una unidad de cinco músicos. El viaje, el avión, el apuro, te hace sentir miembro de un grupo de hueones que no son felices, sino que captan de la alienación del mundo mientras interpretan el disco más triste. Queda la sensación que no es tan divertido ser estrella de rock. De las canciones solo se muestran fragmentos, y ese pedazo se graba de un solo ángulo, no pretende contarte el show.
Punk: attitude, 2005
Entre los documentales informativos, de una escena, un fenómeno, más periodísticos, de esos hay muchos pero me gusta uno en particular: Punk Attitude de Don Letts, un tipo súper famoso, parte de la escena jamaicana, metido con The Clash y el reggae. Hay muchos amigos, muy de tú a tú. Es muy completo y revelador porque deja en claro es que el punk no es un fenómeno británico del 77 como sale en todos los documentales malos del punk. Aquí se hace cargo de la historia gringa, Iggy Pop, New York dolls, Ramones, lo que vio (Malcolm) McLaren en EE.UU., se lo lleva a Inglaterra y lo envasa para ellos. Así crece esta leyenda de que es en Inglaterra por la crisis del 76 donde surge cuando el origen es mucho más complejo y diverso.
Los Rockers, rebelde rock and roll, 2012
Delirante, divertido, triste, revelador, y que nos pone en el lugar de una banda que no le va bien, no triunfa. Fue ganador del In-Edit 2012 y también es para cagarse de la risa porque cómo todo les sale tan mal. Es una comedia de equivocaciones, una farsa total. El documental lo hizo Matías Pinochet, su último batero que no empezó con la banda. Él toma la cámara del 2009 para adelante y la historia del documental se extiende en los comentarios que escribe la gente. Es muy agridulce ver que los miembros de Los Rockers se siguen peleando y este batero con otro guitarrista se culpan y se enrostran cosas. El mérito está en la mirada no por técnica ni por cámaras. Está hecho por profesionales, gente que conozco, amigos, pero la historia que se cuenta es triste, mala pata, escaso profesionalismo, una película a unos no triunfadores. Quizás es pariente lejano de Let it be, el no éxito. Ser una estrella de rock no tiene demasiado glamour como se cree. Y si es tercermundista, te lo encargo. Muy revelador.
Alfredo Lewin, conductor de radio y televisión
Rolling Thunder Revue, 2019
Partamos por el último que vi, Rolling Thunder Revue, de Martin Scorsese con Bob Dylan. Me llevó de vuelta al ya clásico documental de Scorsese con Dylan No direction home (2005) con el periodo clave entre 1962 y 1966 contado por un tipo que está mano a mano con Dylan, en confianza. Cuando Scorsese hace documentales trabaja con quienes considera sus amigos. Si bien ese es el documental definitivo de Dylan para mí, este nuevo me gustó por lo creativo, casi como si fuera falso sin serlo finalmente. Me sorprende aunque no me parece superior al anterior.
Living in a material world, 2011
Es un documento de largo aliento nuevamente bajo la dirección de Martin Scorsese, reflejando una visión de George Harrison con el mundo espiritual cuando termina con The Beatles y se apega a estas filosofías de oriente y la India en particular. Para mí es un pedazo de documental. Lo vi en In-Edit y creo que hay varios de ahí que recomendaría porque uno rara vez ve ese formato en el cine. También pensé en Searching for Sugar man, la excelencia de un reportaje de investigación, una historia increíble donde no era necesario el rockstar sino una especie de Bob Dylan pero en Sudáfrica. Sé que es un lugar común por el Oscar y por lo impresionante de esta historia porque Sudáfrica es un lugar tan improbable como Chile.
Montage of heck, 2015
Este sobre Kurt Cobain tiene material muy íntimo, de la esposa, la mamá, cosas de la familia, cosas medio, entre comillas, de ficción. No sabíamos si dormía o no bajo ese puente, sale lo de la pareja con la que perdió la virginidad. Me gustó además esa faceta del cómic que tiene. Por otro lado varios cercanos lo han desmentido, por eso se llama "montaje del infierno". Me llama más la atención cuando un documental tiene mala crítica, porque se acusaba que no quedaba del todo claro si lo que veíamos ahí era ceñido a la historia o no. Queda la idea de la figura de Cobain como el great pretender, el gran impostor, que no se sabe bien si todo es verdad.
El frío misterio, 2010
Siempre recomiendo este documental sobre Electrodomésticos. Es largo y te cuenta la historia con calma no solo de la banda sino de toda esa escena del (Garage) Matucana, la movida contracultural en la segunda mitad de los 80, la escena new wave con bandas como Viena y los Electro por supuesto. Yo alcancé a ver algo de eso, de la gente que hacía arte en esos tiempos. Es un pedazo de nuestra historia de fines de los 80 muy bien tratada. Me fascina.
Marisol García, periodista y escritora
Let's get lost, 1988
El más lindo de los jazzistas, Chet Baker, en un cuerpo malgastado a los 56 años cuando ya ni su talento, ni la altura de sus colaboradores ni la sorprendente lealtad de sus ex novias son suficientes para evitar la caída inminente. Es un documental triste y elocuente, realista en la muestra de patetismo y también de la belleza que aún asoma en torno al trompetista y cantante. Que el director sea un famoso fotógrafo lo instala en otra categoría de registro musical, excepcionalmente elegante.
Last days here, 2011
Quizás lo mejor que le puede pasar a un par de fans decididos a llevar a su ídolo a un documental es que frente a la cámara vaya desenvolviéndose una historia fuera de lo esperado. Se suponía que éste iba a ser el registro de la recuperación de un músico en decadencia (Bobby Liebling, vocalista de Pentagram) al que un renovado interés por su trabajo puede sacar de la adicción y la pobreza (el tipo pasa los días en el subterráneo de la casa de sus padres). Termina siendo la prueba de un triunfo contundente e inapelable. Por favor, alejarse de spoilers.
Luca, 2007
No hay relato biográfico convencional posible tratándose de Luca Prodan. Incluso si el italiano instalado en Buenos Aires nunca hubiese llegado a formar Sumo, ya sus años de itinerancia por Europa, la muy atípica educación recibida en casa (y carísimo internado británico), la huella dejada por él entre amigos y conocidos, y la viveza del cariño de su madre (¡qué madre!) hubiesen sostenido de todos modos un estupendo documental. Admirable producción con rodaje en varios países y la digna superación de la incomprensible negativa de los ex Sumo a usar canciones de la banda.
Fito Gárate, director
Malditos, la historia de Fiskales Ad-Hok, 2004
Esta película documental de Pablo Insunza no envejece. Los Fiskales y sus disparos siguen frescos tal como lo hicieron en el último Lollapalooza cuando apuntaron con su música contra la ultra-derecha chilena. Ver y entender esta historia -que nace en 1986, en plena dictadura, con Álvaro España y Roli Urzúa tomando la opción metafórica de las guitarras en vez de metralletas (tal como lo dicen en el mismo documental)-, es un resumen del musical y rabioso de la historia de decepciones de Chile. Un documental realmente punk.
Paco de Lucía: la búsqueda, 2014
Paco de Lucía no alcanzó a ver la película, murió poco antes del estreno de un ataque al corazón. Esta obra realizada por Curro Sánchez, uno de sus hijos, envuelve de honestidad a este verdadero revolucionario de la música flamenca. Desde sus penurias infantiles en Andalucía, pasando por los cuestionamientos que los viejos cultores del flamenco por sus innovaciones, hasta su personalidad descreída que confiesa -sin pudor y con mucho orgullo- que no tenía idea de cómo improvisar mientras tocaba con junto a Al Di Meola y John McLaughlin. Un lujo de documental. Honesto. Emotivo.
Can't stand losing you: surviving The Police, 2012
Ver a Andy Summer, el guitarrista de The Police, paseando por Tokio y entrar a un karaoke mientras los comensales cantan una canción de su banda, muestra lo íntimo y desprendido del relato de Summer. Un viaje que tiene a este último como protagonista y a la gira de reunión de The Police hecha en la década del 2000. Estos dos elementos son el hilo conductor para entrar y salir en la historia pública y privada de la banda, donde Andy expone con sentido crítico y artístico, su vida junto a Sting y Stewart Copeland. Donde el centro del asunto son las sacrificios que deben hacerse para terminar siendo una estrella de rock. Parece un tema frívolo, pero no lo es: perder a tu familia y tratar de recuperarla, vale la pena. Todo esto amalgamado con la afición de Summer por la fotografía, que le da un sentido estético y ético exquisito a este film.
Jorge Leiva, periodista y documentalista
Don't look back, 1967
Es un documental esencial para cualquiera que quiera hacer documentales. Es de las primeras películas que usa las nuevas tecnologías de cámaras móviles, y sigue a un personaje en una gira, arriba de taxis, en entrevistas, en piezas de hotel, detrás de un escenario, con una lógica de observación, cámara en movimiento, sonido directo. Si existiera el concepto del "documental musical" (en realidad ni en la academia ni en los circuitos documentales se reconoce específicamente al género), su director Donn Alan Pennebaker sería un nombre fundador, y su historia antes y después de este documental lo respaldan. Para los seguidores de la música el mayor valor de Don't look back es otro: haber retratado a Bob Dylan. Hasta hace poco lo sospechábamos, pero ahora sabemos que ninguna otra película, libro o reportaje, va a registrar tan íntimamente a Dylan. Solo por eso podría ser el mejor documental musical de la historia.
Searching for Sugar man, 2012
Una historia tremenda más fuerte que el propio personaje. Presentan a Sixto Rodríguez con sus logros, su fama pretérita y, al final, revelan en las humildes condiciones que vive y lo traen de vuelta a la gloria. El espectador (como le pasó con Buena Vista Social Club) se siente parte del hallazgo, y tras ver la película corre a googlear su nombre, descargar su música y escuchar sus canciones. Pero de ahí no pasó mucho más. Rodríguez hizo giras después y no tuvo mucha suerte. "Su descomunal leyenda funciona mejor que su exiguo repertorio" dijo el diario ABC sobre su paso por España. Pero que la realidad no arruine la historia, Searching for a sugar man es deslumbrante por eso. Uno la ve y sigue creyendo que Sixto Rodríguez podría haber sido más grande que Dylan.
Where are you, João Gilberto?, 2018
Aquí es el personaje más grande que la historia. Un fanático busca al prócer de la bossa nova, que tiene un asombroso recelo con su vida privada, y que muchos ya lo han buscado sin resultados. El resto es, literalmente, música que interpretan los mismos personajes que el documentalista va encontrando en el camino. Allí busca develar el gran misterio, por qué este músico universal no quiere hablar con un mundo que lo venera. Hace unas semanas la muerte de João Gilberto dejó todas las preguntas sin respuesta convirtiendo a este documental en el mayor acercamiento que pudimos tener de él.
This is spinal tap, 1984
Aunque Spinal Tap fue un tiempo una banda real, y tienen su ficha en enciclopedias como Allmusic o medios como la Rolling Stone, en realidad se trata de una broma, una banda de mentira que sirvió a Rob Reiner (el director de Cuando Harry conoció a Sally) para hacer un falso documental. Transcurre en una gira por Estados Unidos, que juega con la historia y los clichés del rock que a su vez son perfectamente ciertos. De hecho, tras la película, los actores armaron la banda, hicieron giras y grabaron discos. Pero esta vez la realidad no fue capaz de superar la ficción.
Fernando Mujica, director musical radio Zero
Searching for sugar man, 2012
Escasa gente conoció la música de Sixto Díaz RodrÍguez. Una carrera que cautivó a muy pocos con un legado trunco. El director Malik Bendejelloul crea y documenta una maravillosa búsqueda a propósito de unos olvidados shows en Cape Town para encontrar a un músico que el mito urbano dio por olvidado, y cómo devolverlo a un escenario.
Anvil! The story of Anvil, 2009
Es la historia más intensa de una banda de rock. El director Sacha Gervasi logra entrar en la intimidad de dos grande amigos canadienses que lograron algo de fama a comienzos de los 80 y luego se fueron a pique. Es una lección de vida para las bandas sobre cómo perseverar y mantenerse en el mundo del espectáculo, tan cruel muchas veces. Steve Kudlow (conocido como Lips) se transforma en una suerte de héroe ante tantas adversidades.
Marley, 2012
En manos del director Kevin MacDonald, este largometraje documenta la vida y obra de uno de los más grandes músicos de todos los tiempos. Es importante conocer el trabajo audiovisual que revisa su vida por medio de imágenes inéditas y entrevistas nunca antes vistas. La banda sonora y los detalles de sus últimos días sobresalen en relación a otras investigaciones similares.
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