Mick Jagger: cómo tener satisfacción
No siempre puedes tener lo que quieres. El talento de Jagger para componer hits junto a Keith Richards no era algo automático como en el caso de Lennon y McCartney. Gracias a la insistencia del manager Andrew Loog Oldham, ambos tuvieron que evolucionar a costa de ensayo y error para lograr la satisfacción final.
El 26 de julio de 1983, celebrando el cumpleaños número 40 de Mick Jagger, Pete Townshend de The Who escribió en The Times su tributo a un "completo exhibicionista (…) cuya belleza es su más grande alegría (…) alguien que seguirá siendo hermoso cuando tenga 50 y cuyo talento seguirá también fuerte a los 50 (…) su ambición no depende de su juventud, su forma de componer no depende de su propio sufrimiento (…) Jagger estaba en el rock 'n' roll antes que yo pero, al contrario de mí, él vive para ello".
Sin embargo, el talento compositivo de Jagger del cual habla Townshend no era algo innato. No era un Lennon ni un McCartney. Para que la dupla Jagger / Richards llegase a convertirse en una máquina de hits, debieron evolucionar rápidamente, alentados por Andrew Loog Oldham, su manager. En sus memorias, Rolling Stoned (2006, Flammarion), el empresario recuerda su ambición temprana: "Básicamente, yo era un chico totalmente norteamericano. Ya sea en el cine y la televisión, o sobre los créditos de las canciones, yo quería saber las historias y los factores motivacionales detrás de los creadores de esos sueños de tres, treinta o sesenta minutos de duración. Respecto a esas maravillas de tres minutos, me había dado cuenta de que los compositores norteamericanos –Goffin/King, Leiber/Stoller, Mann/Weil y Pomus/Shuman- tenían sus nombres en las etiquetas de los títulos de una sorprendente cantidad de canciones que estaban en el Top 20. Leí sobre el famoso edificio Brill, esa fábrica de música en Nueva York que funcionaba 24 horas al día, donde los hits parecían volar por la ventana".
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Mick Jagger y Keith Richards. 1973. (Crédito foto: Michael Putland/Getty Images)[/caption]
Los Stones, dedicados a realizar versiones de R&B y blues norteamericano con las que abarrotaron sus primeros discos, vieron un desafío en la dupla formada por Lennon y McCartney, que ya en su debut habían instalado cortes de su autoría que llegaron al tope de las listas como "Love me do" o "Please Please Me". Philip Norman, en su biografía de Jagger, señala: "gracias a Lennon y McCartney la composición de canciones ya no era algo sagradamente preservado por la gente de Tin Pan Alley, sino algo en lo que todos los jóvenes músicos británicos de pop, aunque sin entrenamiento, podían tener su oportunidad. Si eso funcionaba, era un seguro en contra de ese día inevitable en que la audiencia se terminara por cansar de ellos y podían dedicarse a escribir a tiempo completo". Fueron los mismos Lennon y McCartney los que escribieron, de hecho, una canción que cedieron a los incipientes Stones: "I wanna be your man".
"As tears go by" fue uno de aquellos primeros hits escritos para alguien más. En este caso, Marianne Faithfull. Para la sesión de grabación, Marianne viajó de Reading a Londres acompañada por su amiga Sally Oldfield –hermana del futuro autor de Tubular Bells, Mike Oldfield. La canción llegó al puesto número nueve. Para Norman, aquello no fue necesariamente un triunfo: "Mick no tenía idea de dónde había venido la canción y tras semanas de estrujarse los sesos junto a Keith, comenzó a desesperar ante la posibilidad de no volver a escribir algo la mitad de bueno".
Keith Richards recordó una vez que Oldham solía decirle a él y Jagger que fueran a encerrarse a la cocina y no salieran hasta tener una canción completada. Oldham sabía que era necesario obligarlos, y era el único camino: ensayo y error. "Tenía que encontrar un hogar para las canciones que Mick y Keith estaban escribiendo. ¿Y qué si eran zonzas e imitaciones, de partida? Tenían que llegar al proceso de componer a través del ensayo y el error. Eso toma muchas pelotas e ir de frente, encontrar lo que de verdad quieres decir y desarrollar la confianza para creer que otros van a querer escucharlo. Las cosas que les gustaban: Chuck Berry, Bo Diddley, Muddy Waters, tenían su filo. Pero la población adolescente británica no podía esperarse que se sintiera identificada con las necesidades y deseos de los afroamericanos de clase media. Ellos ya tenían el lenguaje del R&B y ahora tenían que crear un lenguaje propio para hablarle a las masas".
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Mick Jagger. 1976. (Photo by Evening Standard/Getty Images)[/caption]
En entrevista con Rolling Stone, en 1968, Jagger habla de aquellos primeros intentos: "Le dimos ("As tears go by") a Marianne. Escribimos muchas canciones para otras personas pero muchas de ellas no tuvieron éxito. Sí, (escribí esa canción específicamente para Marianne) pero no pude volver a hacerlo. Continué intentando, noche tras noche". Luego llegarían "The last time" y "Play with fire". En sus memorias, Oldham ve ambas como el inicio de la racha para la dupla Jagger / Richards. "Teníamos dos originales de Mick y Keith: "The last time" y "Play with fire". Luego de cambiarnos ropa en el hotel e ir por unas hamburguesas, papas fritas y cerveza, el grupo, Ian Stewart y yo nos fuimos a Sunset –en Los Angeles- al estudio RCA para capturar la magia. En un año, las composiciones de Mick y Keith se graduaron de hacer baladas cursis a hacer baladas comerciales a hacer material para los discos a, finalmente, con las dos canciones que estábamos grabando, llegar al último para para tener un single verdadero para los Rolling Stones".
La verdadera satisfacción para Oldham llegaría con "(I can't get no) Satisfaction", en 1965. Para entonces, los Beatles ya estaban en su etapa Rubber Soul. Pero, cuando llegó, ni siquiera Richards se había dado cuenta de su potencial. Fue Jagger quien luchó por sacarla adelante. "Fue una idea inicial de Keith, realmente. Sonaba como una canción de folk cuando comenzamos a trabajar en ella, y a Keith no le gustaba mucho, no quería que fuera single, no pensaba que le iría bien. Esa fue la única vez que tuvimos un desencuentro", recordó a Rolling Stone. "Creo que Keith pensaba que era muy básica. No creo que le haya puesto mucha atención. Estaba muy cerca de ella y sintió que era un riff un poco tonto". Consultado sobre el potencial problema de no dar con un single mejor que ese después, Jagger fue claro: "Me importó una mierda. Sabíamos que no podríamos volver a hacer una canción mejor que esa".
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Los Rolling Stones en Nueva York. Mick Jagger, Keith Richards, Charlie Watts y Brian Jones y Bill Wyman. (Photo by Express Newspapers/Getty Images)[/caption]
Jagger y Richards comenzaron a escribir en giras, como una forma de no perder el ritmo. "Volvíamos del show, comíamos algo, un par de cervezas y a la pieza a escribir. Solía escribir doce canciones en dos semanas mientras estábamos de gira. Eso da un montón de ideas. En casa es muy difícil, porque no haces más que ponerte a leer, o cosas así". Las letras eran lo complicado. En 1995, también para Rolling Stone, Jagger habla del gran cambio que trajo Bob Dylan a la música pop: "El único letrista que era bueno en aquél tiempo era Bob Dylan. Todos lo miraban como si fuera el gurú de las letras. Es difícil ponerse a pensar en la completa basura que era la música pop en ese tiempo (…) "Satisfaction" fue la canción que hizo a los Rolling Stones, nos hizo cambiar de ser una banda a ser otra, este monstruo gigante. Tu siempre necesitas una canción. No éramos norteamericanos, y Norteamérica era algo grande, siempre habíamos querido tener éxito ahí. Fue muy impresionante la popularidad de esa canción y de la banda, algo mundial. Llegamos a tocar en Singapur. Los Beatles abrieron eso, por supuesto, pero necesitas tener una canción. De otra forma, solo eres una foto en el periódico y tienes estos hits pequeños (…) "Satisfaction" tiene un título pegajoso, un riff pegajoso. Un gran sonido de guitarra, original para aquel tiempo. Y captura el espíritu de los tiempos, lo cual es muy importante para este tipo de canciones, el cual era la alienación. O un poco más que eso, realmente, una alienación sexual. Alienación no es la palabra específica, pero sirve".
En el mes de agosto siguiente al cumpleaños número 40 de Jagger, tras las palabras de Townshend, los Stones se fueron del sello Atlantic para firmar un contrato millonario con CBS. Sobre la misma, Mick le dijo a la banda sobre sus planes de editar tres discos en solitario, gracias a un contrato que había firmado aparte con CBS. Era 1983, y en el panorama mundial del pop, el R&B –el primer amor de los Stones y su fuente de energía fundamental- estaba conquistándolo todo, con Michael Jackson y Prince a la cabeza. Philip Norman consigna las palabras de Mick: "Me he ganado el derecho de expresarme por mi cuenta en otra forma, los Rolling Stones no pueden ser, a mi edad y luego de todos estos años, la única cosa en mi vida". Richards, la otra mitad de los Glimmer Twins, no se lo tomó muy bien. Pero, para diciembre del mismo año, estaban nuevamente lo suficientemente amigos como para que Richards tuviera a Mick de best man en su boda con Patti Hansen. El éxito de las intenciones solistas de Jagger quedaría, por supuesto, como una anécdota a 40 años de aquello. Los Rolling Stones fueron y son su fuente primaria de satisfacción. El mismo lo expresó en una de sus mejores canciones: "no siempre puedes tener lo que quieres, pero si lo intentas alguna vez te darás cuenta de que tienes lo que necesitas".
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