El "aduanazo" de Book Depository: qué dice la empresa de correos
El courier Air Facility Logistics, Aduanas y el SII explican a Culto el origen del inédito costo por comprar libros en Book Depository desde Chile.
Mientras hay quienes disfrutan visitar un centro comercial, recorrer pasillos y tiendas hasta encontrar aquella prenda (o prendas) de su gusto, otros prefieren -desde la comodidad de sus casas- navegar por los amplios catálogos que ofrecen sitios dedicados a la venta de libros.
Amazon destaca internacionalmente por confiabilidad, diversidad de oferta y reducido tiempo de envío. Buscalibre es la opción local con bajos precios pero aproximadamente un mes de espera, y Book Depository -empresa inglesa- ofrece una biblioteca mayormente en inglés a precios convenientes y un promedio de seis semanas de espera, aunque con envío gratuito. Sin embargo, el panorama cambió para los asiduos clientes de esta última.
Desde junio, quienes tenían libros arribados a Chile recibieron -antes que su pedido- una o más cartas que les indicaba que debían pagar un "cobro de internación por impuesto a aduanas".
La polémica explotó por dos motivos: es un monto que a los compradores de Book Depository anteriormente no se les exigió pagar, y porque hay quienes les juntaron compras realizadas en fechas diferentes, resultando en el precio superior a 30 dólares que por ley debe pagar impuestos.
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Encomienda de Book Depository.[/caption]
En este caso -denominado por los twitteros como #BookDepositoryGate o #Aduanazo- hay tres factores: Book Depository, la empresa de envío y recepción en Chile desde el extranjero, y el cliente.
El impuesto de Aduanas siempre ha existido
En Chile hay un impuesto asociado al comercio denominado IVA -equivalente al 19% del valor de la mercancía- y un 6% que corresponde a Aduanas que se denomina derecho Ad Valorem -el cual se calcula sobre al valor CIF (valor del producto en el país de origen + flete + seguros).
De acuerdo a la información disponible en el sitio oficial de Aduanas, los libros, revistas y otros impresos para lectura están libres de este 6% por el Tratado de Uruguay, pero sin librarlo del IVA. Esto se extiende a los países miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que incluye a Reino Unido y Chile como países miembros.
Ambos impuestos han existido siempre, lo que cambió las reglas del juego fue que anteriormente Book Depository trabajada con el correo postal y en mayo optó por contratar los servicios de una empresa de courier certificada: Air Facility Logistics (AF).
Desde la tercera semana de mayo de 2019 que Book Depository abandonó su vínculo con Correos de Chile "para responder a la demanda de rapidez", explica a Culto el gerente comercial de Atrex, Luis Miranda.
Reunidos en una sala en el Aeropuerto de Santiago, Christian Figueroa -gerente comercial de Air Facility-, Ricardo Tobar -Gerente de Operaciones de AF- y Luis Miranda -Gerente General de Atrex- responden las dudas en torno al cobro de impuesto que sorprendió -e indigna- a los compradores de Book Depository.
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Aeropuerto de Santiago Comodoro Arturo Merino Benítez.[/caption]
"Nosotros trabajamos de manera muy diferente a los correos del mundo, con más normativas y fiscalización. Por esto, cuando la gente compra libros, se les empieza a cobrar un impuesto que nunca habían tenido que pagar", precisa Christian Figueroa, Gerente comercial de AF.
Según el desglose que le enviaron a Daniela desde Air Facility, juntaron pedidos de un rango de dos meses y medio para dar un total de USD 64.44 y cobrar un cargo extra correspondiente a USD 35.47, lo que se traduce en un 55% del valor pagado originalmente a Book Depository.
De acuerdo a la explicación de Ricardo Tobar -Gerente de Operaciones de AF-, anteriormente Book Depository enviaba los pedidos al correo inglés, y de este pasaba al correo chileno, lo que podía demorar seis semanas o incluso más, sin implicar un pago de impuesto.
"Pero el mercado empezó a exigir un mejor servicio, una mejora en los tiempos de tránsito. El correo inglés consideró que para mejorar su trabajo la solución es pasarlo a un operador privado, por lo que conversó con diversas empresas porque el mercado se lo estaba exigiendo. Ahí entramos nosotros", detalla Tobar.
En principio, es Air Facility Logistics, el operador privado contratado por Book Depository en Chile, el que paga el impuesto (IVA y Aduanas) para cubrir inmediatamente los costos de envío e ingreso. Cuando el producto llega a manos de AF, proceden a informar al cliente.
"Es una apuesta. Nosotros le pagamos al cliente los impuestos y si el cliente dice que ya no quiere el libro y que no quiere pagar los impuestos, lo perdemos", manifiesta el Gerente de Operaciones de AF.
De acuerdo al detalle de cobros entregado a Daniela, a cada libro se le calculó su respectivo 25% por IVA y Aduanas, pero además se agregaron USD 5 por cada texto, independiente de su precio.
Esos cinco dólares, según explicaron Aduanas y el SII, corresponden al "cargo terminal", el cual depende y es determinado por la empresa de correo, en este caso, Air Facility Logistics.
Book Depository se lava las manos
Según indica el reglamento de Aduanas de Chile: "En caso de que importes a través de una empresa de envío rápido o courier, los derechos e impuestos están incluidos en el cobro final", lo cual no fue aplicado por Book Depository al momento de proceder al pago del producto solicitado.
Sin embargo, ante cualquier reclamo el sitio inglés está "blindado" por una información disponible en la sección de preguntas frecuentes: "Ten en cuenta que eres responsable de los impuestos locales y el envío. Los impuestos locales, el IVA y otros impuestos similares aplicables, dependerán del impuesto que aplique a la ubicación de entrega y los cambios se mostrarán en el proceso de pago".
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Book Depository.[/caption]
Otro punto importante es si el valor del producto supera los 30 dólares.
Por ley todo producto con un valor menor al indicado, queda libre de pago de derechos de Aduanas, pero varios clientes fueron notificados de que sus compras -realizadas en distintas fechas y por ende, con un código diferente- fueron ingresados dentro de un mismo "manifiesto o valija" por lo que sus valores fueron sumados.
Los ejecutivos de Air Facility Logistics explicaron que desde Inglaterra salen vuelos con envíos en fechas determinadas. Esto implica que puede darse que se haya hecho dos compras con una semana de diferencia, pero si van en el mismo vuelo, el sistema del aeropuerto automáticamente asocia nombre y rut, sumando los valores de los pedidos e identificando si debe o no cobrar el impuesto en cuestión.
Por parte de Book Depository, la respuesta enfatizó lo descrito en la página web: "Cualquier cargo adicional por el despacho de Aduana debe ser asumido por usted; no tenemos control sobre estos cargos y no podemos predecir cuáles pueden ser".
La modernización de la reforma tributaria no influye
En agosto de 2018, el Ministerio de Hacienda -cartera liderada por Felipe Larraín- ingresó un proyecto de ley que tiene por objetivo modernizar la Reforma Tributaria por medio de una serie de cambios, entre los que destaca el ítem "Economía digital".
La iniciativa, que sigue en evaluación en el Congreso, propone un impuesto a servicios digitales (ISD) que obligaría a las plataformas extranjeras con funcionamiento en Chile a pagar una tasa de un 10%.
De convertirse este proyecto en una ley, empresas como Netflix, Spotify, AirBnB, Amazon o Book Depository, deberán considerar que cuando el usuario pague con su tarjeta de crédito, el Estado chileno retendrá un 19% del monto (IVA).
Pero esto no implica -o no debería implicar- que el cliente pague por este -aún eventual- cargo extra. Según indica El ABC de la Modernización de la Reforma Tributaria, "El ISD grava a la empresa extranjera que presta servicios digitales en Chile, no al contribuyente usuario final chileno".
Si la empresa en cuestión decide aumentar el precio de sus planes, debe repactar con el cliente, pero mientras el proyecto siga en estudio, las alzas de los planes son mera ficción.
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