Llegó un momento en la carrera de sesionista de Cler Canifrú (36) donde pensó que ya era suficiente de tocar música de otros. "Me nació mucho la inquietud de decir 'chucha, estoy tocando harta música para harta gente, pero no estoy tocando lo que a mí me gusta'", recuerda la cantante, quien hoy se ha convertido en uno de los nombres fuertes en la exposición del rock liderado por mujeres. Pasó tres años como guitarrista de Myriam Hernández, además de haber tocado con Franco Simone y con orquestas, donde la canción "Despacito" de Luis Fonsi y Daddy Yankee era la vedette indiscutida. "Si tocaba 'Despacito' una vez más, yo creo que me iba a suicidar", dice entre risas.
Y la decisión de comenzar a construir su propia propuesta, donde los riffs rockeros se mueven entre ideas noventeras con fuerza punk, no parece haber estado errada. Canifrú hoy cuenta con dos discos bajo el brazo, ha abierto shows para artistas como Mr. Big, L7 y Slash y divide sus tiempos entre otras bandas como Lilits, Hijos de Algo y en ser la directora de la academia School of rock.
https://www.youtube.com/watch?v=NZ-p5dcSxNA
Junto a Culto, la multifacética artista recuerda sus años como sesionista, repasa las dificultades del medio para las mujeres rockeras y habla de sus discos y artistas favoritos, entre otros temas.
-Resumiendo tu carrera brevemente, tú estudiaste guitarra, tocaste con artistas y luego hiciste tu proyecto.
-Así mismo fue. Me encantó haber pasado por todo lo que pasé. Y no descarto que en algún futuro vuelva a trabajar con más gente, porque ahora estoy full haciendo clases. Yo soy súper cíclica. Hoy día quizás te digo estoy full de directora en la escuela y estoy la raja, no quiero tocar en más sesión, porque me pasó que tocaba mucho música que no me gustaba.
-¿Se gana bien como sesionista?
-Puta, si te dedicas 100% a eso puedes ganar súper buena plata, pero yo no estudié música para hacer eso. No es que lo esté mirando en menos, lo que pasa es que a mí me gusta otra cosa. Al final dije, 'si decidí dedicarme a esta cuestión, lo voy a hacer con todo'. Cuando tú decides vivir de tocar tu instrumento te pospones ene porque lo que da lucas son otras cosas: tocar en pachangas y tocar en la orquesta de la tele. Eso es lo que da plata. No da plata tocar en el Bar de René.
-¿Cuando tocaste con Myriam Hernández, nunca te sentiste restringida en cuanto a estilo? A ti te gusta el rock.
-Yo no llegué tan ajena a su música porque mi abuela era presidenta del fan club de Myriam Hernández cuando yo era chica. Yo me sabía todas las canciones. Y justo cuando entré a la banda, en un momento donde se hizo una renovación y todos eran rockeros. Estaba el Cristóbal Orozco en batería, yo, el Roberto Trujillo que también tiene su lado full rockero, entonces finalmente la banda se puso más rockera.
-Si pudieras extraer algo de ese tiempo, ¿qué sería?
-La cuestión de ser profesional hasta el último minuto, en el sentido que el margen de error es cero. Tienes que llegar con todos tus cables a la perfección, y tus audífonos y todo full estudiado.
-¿Cómo conociste la guitarra?
-Por mi papá.
-¿Él te enseñó?
-Sí. Era rockero, tenía su banda y toda la cuestión. Él era de Conce, entonces full cuna del rock. Desde chica él ponía en la casa a los Beatles y los Rolling.
-¿Y con qué disco empezaste a adueñarte del rock y hacerlo parte tuya?
-Yo creo que con el Ten de Pearl Jam.
-Más noventera.
-Sí. O sea me gustaba esta onda clásica, pero cuando dije 'hueón, la cagó', fue con el Ten o el Nevermind.
-Te metiste en la onda del grunge.
-Sí, es que calzó con que en el colegio yo era el típico caso de niña bullying que todo el mundo me agarraba para el hueveo. Mis compañeros me metían la cabeza en el wáter. Era súper agresivo, pero en ese tiempo no le daban tanta importancia como lee dan ahora. Era como 'sí, en el colegio me molestan, pero a todo el mundo lo molestan'. Y ahí encontré un refugio un poco, porque en el grunge eran puros huevones medios desadaptados, anti glam, que era como la onda y la taquilla y los zorrones como que la llevaban. Entonces me sentí súper identificada con eso.
-¿Cuándo sientes que una música para ti es increíble? Cuando la melodía se te queda en la cabeza, cuando tiene buenas guitarras…
-No, yo creo que cuando me cuesta digerirlo. De hecho, la música que más me gusta y que me sigue gustando después de 10 años es la que no me gustó a la primera. La música que me gustó altiro, como Limp Bizkit que escuché todos los hits y me gustaba pero me dejaron de gustar altiro.
-¿Y qué disco te costó digerir, pero te terminó gustando?
-El Dark side of the moon de Pink Floyd. Me costó, lo encontraba raro. No me gustaba tanto, pero tenía algo que me hacía escucharlo de nuevo. Una especie como de droga.
-¿Y te gusta David Gilmour?
-Sí, para mí Gilmour es lo más cercano a dios.
-Nómbrame tus 5 favoritos.
-Gilmour, Slash, Jimi Hendrix, Keith Richards y Eric Clapton.
-Una escuela blusera.
-Es que me gusta la onda blusera, caleta. Y si puedo agregar un bonus, Kurt Cobain también me gusta como guitarrista. Más allá de que sea un compositor increíble, el hecho que la guitarra para él sea como una extensión de su brazo y que guíe todo con unas melodías tan bizarras y unos sonidos tan poco comunes para esa época también lo rescato.
-¿Sientes que haber teloneado a Slash es uno de tus hitos en tu carrera?
-Yo creo que ha sido el más grande hasta ahora. Igual había hecho otros teloneos.
-¿Crees que el público rockero es hostil?
-Yo creo que el público rockero es hostil cuando no te compra. Cuando te cachan que eres falso, que lo estás haciendo todo porque quieres meterte a la fuerza. Porque todo el mundo quiere ser rockero. Los reggaetoneros se visten como rockeros, los traperos se visten como rockeros, los cumbiancheros igual. A todos les gusta la estética rockera. Entonces, cuando llega un gallo que se quiere meter a la fuerza en ese circuito, ahí hay mala onda. Pero cuando transmites honestidad y todo el mundo cacha que lo que estay tocando es de corazón, la gente te lo recibe y lo abraza.
-¿Sientes que los movimientos feministas han servido para que las bandas con mujeres tengan mayor visibilidad?
-Yo creo que absolutamente esos movimientos han servido. Si no fuera por eso, la Cumbre no sería paritaria este año. Gracias a todo este ruido que se está metiendo ahora sí se toma en cuenta eso. Y todas las mujeres que van a estar no lo van a hacer porque son mujeres, van a estar porque son buenas, talentosas, porque se lo han ganado. Esto ha cambiado, pero siguen habiendo pequeños residuos de eso. El mismo productor del Cosquín dijo que en su festival no había muchas mujeres porque las mujeres que hacían rock eran malas o no había suficiente talento. Después se desdijo, pero no le compro mucho. También creo que si no hubiera sido por estos movimientos no habría teloneado a Slash. No creo que yo haya teloneado a Slash por ser mujer, yo creo que porque gracias a todo este ruido que se ha metido nos hemos visibilizado más.
-¿En ese sentido, crees que el rock es machista?
-Sí, puede ser machista, pero más allá de que el rock puede ser machista a la sociedad le hace mucho ruido ver una mujer alegando y eso es el rock para una mujer, una mina que alega, una mina que no va con el estereotipo. Porque por ejemplo en el pop, hay caleta de referentes pop mujeres. No digo que esto sea algo malo, es que tú eliges para dónde quieres ir. Tienes a la Rihanna, Beyoncé. Hay estéticas donde son complacientes y eso no molesta y a nadie hace ruido y todo va bien.
-¿Qué banda con mujeres cantantes es tu favorita?
-Para mí Alanis Morissette y el Jagged Little Pill. Pero tengo varias referentes. La L7, que también las teloneé el año pasado en el aniversario de Rockaxis. La Joan Jett, a Janis Joplin también le prendo velitas. Heart, la Sinéad O'Connor.
-Hablando del disco nuevo, Agénesis, ¿cómo has visto su recepción?
-Buena, creo que mejor que el primero. El disco es un gran desahogo de varias situaciones un poco pencas que viví. Y ni siquiera lo hice pensando en hacer un disco rockero, quería hacer las canciones y necesitaba desahogarme y purgarme de mucha mala onda. Y así fueron las canciones.
https://open.spotify.com/album/0aFgP6rmskkZ7Xq2RXatLe?si=WogCxxZ6QeSZK6pXvqR4Wg
-Hablando de la Escuela de Rock, donde eres directora. ¿Cómo llegaste ahí?
-Me llamó Andrés Pérez, que es el director musical. Hay cuatro sedes: en Los Trapenses, Los Dominicos, Chicureo y Vitacura. La primera que partió fue la de Los Trapenses y me llamaron para ser profe de guitarra en esa escuela, después la escuela se empezó a extender y no podía haber un solo director para tantas escuelas y empezaron a dividir.
-Y acá llega un niño que quiere aprender guitarra y hay otro que quiere aprender bajo y ustedes los van juntando. ¿Así funciona?
-El método de la escuela es que el profe pasa a ser tu hermano mayor o tu primo. Porque tú no estás formando músicos profesionales. Desde chico tú les incentivas el bichito de la música. Todos parten con los Beatles, por ejemplo. Es sagrado, los Beatles es como derecho romano.
-¿Pero se puede enseñar rock en una escuela?
-Tú puedes mostrar el rock en una escuela. Tú puedes ser un conducto o un puente, no es que enseñes rock, o sí. Pero tú eres un puente para mostrar esto y esto. Y bandas, como por ejemplo los Rolling, todavía siguen vigentes. Algo habrán hecho, escúchalos. Tú puedes ser un orientador. Inevitablemente a los cabros les termina gustando.