El 29 de abril de 1976 fue un día que marcó para siempre la vida de Luis Emilio Recabarren Mena. Con solo dos años y medio de edad, fue testigo de la violencia con la que agentes de la dictadura detuvieron a sus padres, Luis Emilio y Nalvia, quien estaba embarazada. El menor, también detenido en ese momento, fue regresado a una cuadra de la casa de su abuela paterna al día siguiente. Nunca más volvió a ver a sus papás.
En esa misma detención, en el sector de Santa Rosa, se llevaron también a su tío, Manuel Guillermo Recabarren, quien iba con ellos en el autobús donde fueron interceptados. Al día siguiente, cuando su abuelo paterno se enteró de la noticia, salió en búsqueda de sus hijos y nuera. Sin embargo, nunca regresó. Criado por sus dos abuelas y a más de 40 años de la desaparición de su familia, "Puntito" -como lo llamaban sus abuelas- trabaja en un documental a través del cual quiere contar su historia.
Fue el año pasado cuando, tras una invitación a un programa de televisión, Luis conoció al periodista José Leiva. Desde ese momento han trabajado juntos en la escritura de lo que será Puntito. El más guacho de los guachos, un documental que busca rescatar la historia de Luis Emilio Recabarren Mena, nieto de Ana González, la histórica dirigente de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos fallecida en octubre de 2018.
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Luis cuando niño con su madre Nalvia. Fotos: Luis Emilio Recabaren Mena.[/caption]
"La historia importante es cómo el único sobreviviente de una masacre, por llamarlo de alguna forma, sobrevive a esto. Y desde ahí estamos construyendo el guion", cuenta el periodista José Leiva sobre el proyecto.
Luis Emilio Recabarren, ahora de 45 años, vive en Suecia y es ingeniero molecular. Aun con su cambio de vida, no deja atrás su historia en Chile y la de su familia, de quienes no supo más desde ese 29 de abril de 1976. A través del documental, busca aportar a la memoria del país en la reflexión de los derechos humanos.
"Yo siento que es un deber, porque se debe documentar esto para las nuevas generaciones. Todavía existe gente que trata de justificar lo que pasó, cuando yo estaba en Chile se justificaba mucho. Eso ha cambiado, pero aún falta educar a la gente en lo que pasó en Chile y como testigo vivo lo puedo hacer", comenta Recabarren desde Suecia.
Tras la detención de sus padres, se crió con Ernestina Alvarado, su abuela materna. Sin embargo, también generó un fuerte vínculo con su abuela paterna, Ana González. Así creció muy cerca de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos. "Ahí compartimos con mi abuela y con todas las otras madres de la agrupación. Entonces casi todo el tiempo yo crecí en ese ámbito. Con los hijos de detenidos desaparecidos jugábamos en los patios de la Vicaría. Era como una familia del dolor", recuerda.
Cuando Luis tenía 11 años, su abuela Ernestina tomó la decisión de irse a vivir a Suecia debido al difícil momento que atravesaban. En ese país Recabarren creció y construyó una nueva vida. Se casó (actualmente está separado) y tuvo tres hijos, Luna, Leo y Adrián. En abril de este año entregó su testimonio en las Naciones Unidas.
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Luis con su ex pareja Sara y sus hijos.[/caption]
"Lo sentía como un deber porque mi abuela Ana lo hizo la primera vez en plena dictadura, y cuando volvió a Chile no la dejaron entrar. Fue heavy, pero tenía que hacerlo", cuenta.
Ya en etapa final de escritura de guion y en búsqueda de fondos para financiar el proyecto, el documental abordará en primera persona las memorias de niño de Luis, como lo que vivió mientras estaba en el colegio. "Nadie en el colegio sabía que yo era hijo de detenidos desaparecidos, entonces yo inventaba historias de vacaciones. Había un miedo de decir que mis padres eran detenidos desaparecidos porque uno no sabía quién podía ser soplón de la dictadura", recuerda.
Así también mostrará lo que ha sido su vida posterior en Suecia. A través de material de archivo, entrevistas y el relato del propio protagonista, la idea es indagar en la historia de su familia y también en cómo él logró sobrevivir a esta pérdida.
El plan de los realizadores es estrenar en octubre de este año, cuando se cumpla un año de la muerte de Ana González.