El proyecto de la Bruja de Blair: la cinta de terror nacida como viral

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Hace 20 años, fue estrenada en los cines una película sobre la desaparición de tres jóvenes que pretendían filmar un documental que investigaba una leyenda local. La técnica de cámara en mano y una edición más bien básica, le dieron un toque de realismo que fue éxito de audiencias y un referente para el cine de horror.


Si para 2010 la población de Burkittsville en Maryland no superaba los 150 habitantes, en otros tiempos era aún menor.  El pueblo era un punto en el mapa estadounidense que era reconocido únicamente por una leyenda que por siglos se gestó en el boca a boca y, posteriormente, por una película.

El proyecto de la Bruja de Blair (1999) fue un éxito no solo por los comentarios positivos por parte de la crítica y la audiencia, también por la recaudación en relación a la inversión en la producción.

La historia de tres adolescentes que pretendían grabar un documental sobre la Bruja de Blair y que desaparecieron misteriosamente dejando registro fílmico de su travesía, fue un fenómeno por el carácter realista que transmitió.

Un thriller psicológico que marcó un precedente en el cine de terror.

Quién es la Bruja de Blair

A finales del siglo XVIII, una inmigrante irlandesa llegó a un pueblo llamado Blair (en las cercanías de Burkittsville). La mujer se llamaba Elly Kedward y tras ser acusada por varios niños de quitarles sangre, fue considerada una "bruja" por los habitantes.

Según cuenta la leyenda, la ataron a un árbol durante un invierno particularmente crudo y fue abandonada a su suerte para que muriera de frío. Meses después, la mitad de los niños de Blair y todos los que enjuiciaron a Kedward desaparecieron misteriosamente.

Aterrorizados por la idea de una maldición realizada por "la Bruja de Blair", todos dejaron el asentamiento y juraron nunca más pronunciar su nombre.

A partir de este mito urbano, se gestó la idea de que en el bosque de Maryland ocurren sucesos paranormales, los cuales fueron investigados en 1994 por tres jóvenes documentalistas que también desaparecieron sin dejar rastro.

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Promocionada como un caso real

En 1998, cuando internet era un lujo al que no todos tenían acceso y no tenía el poder e inmediatez actual, comenzó a circular un teaser-trailer sobre un hallazgo de 1995: en los alrededores de Burkittsville encontraron el registro en cinta grabado por los tres jóvenes.

Bajo el nombre El proyecto de la Bruja de Blair, los directores Eduardo Sánchez y Daniel Myrick, promocionaron su filme como un documental. Un thriller psicológico que, con técnica cámara en mano y actores desconocidos, crearon un efecto de realismo terrorífico.

"La principal instrucción que establecimos fue que la película debía lucir completamente real", dijo Eduardo Sánchez a The New York Times. "La iluminación debía lucir real y el sonido no debía ser muy limpio. Tampoco convenía tener banda sonora. Solo presentaríamos los videos editados".

Quienes personificaron a Heather, Mike y Josh, tomaron las cámaras y registraron en un estilo amateur su travesía por el siniestro bosque. Posteriormente, Sánchez y Myrick hicieron el montaje y edición de material intentando lograr un resultado lo más realista que fuera posible.

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Hija de su tiempo

La guerra de dos mundos de Orson Welles -sin intención por parte de su autor- aterrorizó a los radioescuchas en 1938 porque la radio era el medio de comunicación más confiable en ese entonces. Si lo escuchabas, debía ser real.

Con El proyecto de la Bruja de Blair ocurrió algo similar. Si el video circulaba en internet y era tema de discusión en los foros -con diversas teorías conspirativas-, lo lógico era, a lo menos, sentir curiosidad.

Pero actualmente no funcionaría. Al dar por perdida a Heather Donahue, bastan un par de clicks para encontrar su biografía completa, o una rápida revisión a sus redes sociales, para saber que es actriz. Así lo demuestran la fallida secuela de La Bruja de Blair estrenada en 2016.

Sánchez y Myrick supieron leer su contexto y lo usaron a su favor para crear un éxito de taquilla y un referente en el género. La inversión fue de 60 mil dólares y la recaudación de 240 millones de dólares en el mundo.

Si bien El proyecto de la Bruja de Blair no se puede considerar pionera como falso documental -Holocausto Caníbal de 1980 ostenta ese derecho-, sí inspiró cintas como Actividad Paranormal (que ya es una saga de seis películas), Cloverfield y REC.

Actores nuevos, el estilo de cámara en mano y dinámica amateur, y diálogos sencillos; se abrieron camino entre las películas de terror.

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