No hay futuro: el origen de una nueva generación
1975. John Lydon y Simon Ritchie, también conocido como Sid Vicious, caminaban por Kings Road, una de las calles principales de la zona oeste de Londres. El segundo había escuchado comentarios sobre una boutique en la que se reunían personas ligadas a la contracultura, por lo que ambos, interesados en adquirir nuevas experiencias, decidieron visitar el misterioso lugar.
En ese momento, la tienda vendía ropa inspirada en la moda boogie de los años 50, es decir, chaquetas de cuero similares a las que ocupaban las bandas de rock de la época. A Lydon le gustaban las prendas y el ambiente que se generaba en las afueras de la boutique, por lo que empezó a visitarla con frecuencia hasta que fue contratado como vendedor después de unos meses.
En un principio, el local dirigido por Malcolm McLaren y Vivienne Westwood se llamó Let It Rock, pero el progresivo éxito de prendas inspiradas en la cultura sadomasoquista llevó a que fuese renombrada como SEX. Según escribe Lydon en sus memorias La ira es energía, la actitud de la diseñadora era dominante, hasta el punto de negar que sus clientes compraran si no escogían las tenidas completas que ella misma les recomendaba.
Tal forma de ser generó que él —no dispuesto a someterse a la voluntad de nadie— fuese despedido tras discutir con Westwood, a sólo dos semanas de haber empezado a trabajar. Aún así, este no dejó de visitar la tienda, la cual seguía posicionada como un punto de encuentro importante para los jóvenes londinenses
Lydon solía vestir un cinturón dorado que había comprado en SEX, pantalones de pitillo, zapatos de punta y una camiseta lila con dos agujeros en los pezones. Esa tenida siempre le generaba problemas con los hooligans que pasaban por Chelsea, hasta que en una ocasión, este se enfrentó a un grupo de hinchas del Nottingham Forest que quería asaltar la tienda. Esa acción fue menospreciada por Westwood, quien se encerró en su local y responsabilizó al mismo Lydon de llevarlos hasta ahí, según comenta el artista en su autobiografía.
En agosto de ese año, el cazatalentos Bernard Rhodes —quien se haría conocido más tarde por coordinar la formación de The Clash— visitó la tienda para conversar con McLaren sobre la creación de una nueva banda que promocionaría las prendas de SEX, ahí participarían el guitarrista Steve Jones, el baterista Paul Cook y el bajista Glen Matlock, quien trabajaba como vendedor en el local.
Su visita coincidió con la presencia de Lydon, un joven de pelo verde y una camiseta de Pink Floyd modificada a mano con las palabras "yo odio" en su parte superior. Esa esencia explícita de oposición a los gustos predominantes en la sociedad —ya habían salido The Dark Side of the Moon (1973) y Wish You Were Here (1975) saldría en menos de un mes— influenció a que Rhodes lo invitara a participar en el proceso de selección de un vocalista.
Así, él y un hombre llamado John Gray asistieron al bar Roebuck, en donde se reunieron con los miembros de la banda. En aquella instancia, el segundo no logró encajar en el ambiente, ya que según Lydon, "su actitud afeminada los ponía nerviosísimos". Por otro lado, él mismo no paró de beber alcohol y hablar con Matlock sobre bandas como The Kinks.
Si bien, sintió que les había agradado, pensó que nunca más volvería a hablar con ellos, hasta que dos días después recibió un llamado desde la oficina de McLaren. Su primer ensayo sería en Rotherhithe, pero la inasistencia de los otros integrantes de la banda provocó que Lydon se negará a participar del grupo, decisión que más tarde revirtió.
Originalmente, la agrupación se llamaría QT and his Sex Pistols, pero la nulas habilidades vocales de Steve Jones y la incorporación de Lydon llevaron a que el nombre se acortara a Sex Pistols.
En los primeros ensayos, la banda intentó tocar canciones de The Who y otros grupos de los 60's, pero sólo un factor los distanciaba de su propósito: las notas siempre sonaban desafinadas. Aún así, Lydon disfrutaba de la energía que sus compañeros plasmaban al tocar, placer que se intensificó cuando empezó a escribir las letras de sus composiciones originales. "Sin mí hubiesen sido como mucho una imitación de Small Faces, probablemente una banda de pub, y a ellos les hubiese encantado", sentencia.
La composición fluía de manera natural, Lydon asegura que escribía las letras mientras escuchaba las ideas que traían sus compañeros. Así nacieron canciones como "No Feelings", "Seventeen" y "Submission", título que sugirió McLaren para promocionar una nueva colección de bondage, pero que el vocalista se negó a publicitar a través de constantes cambios en la letra. Más tarde, serían incluídas en Never Mind the Bollocks, Here's the Sex Pistols (1977), conocido por ser el primer y único álbum de estudio del grupo, quienes más tarde reclutaron a un demente Sid Vicious en reemplazo de Glen Matlock.
El primer golpe: anarquía en el Reino Unido
El 7 de julio de 1977, Gran Bretaña celebraba el jubileo de plata de la Reina Isabel II, cuando un grupo de adolescentes desató un escándalo que añadiría una nueva significación a la fecha.
Los Sex Pistols habían debutado con Anarchy in the U.K. en noviembre de 1976, un sencillo que alcanzó el puesto número 38 en las listas británicas, a pesar de recibir críticas negativas y ser censurado en la radio, según detalla su sitio web oficial. Aquel acto generó que la banda, molesta por los ataques a su música, decidiera interrumpir las celebraciones de ese día. De esta manera, John Lydon y compañía se embarcaron sobre las aguas del río Támesis hasta llegar a las orillas del Palacio de Westminster, el cual alberga las dos cámaras que componen el Parlamento Británico.
I am an anti-christ (soy un anticristo)
I am an anarchist (soy un anarquista)
Don't know what I want (no sé lo que quiero)
But I know how to get it (pero sé cómo conseguirlo)
La banda interpretó "Pretty Vacant", "Problems" y "Anarchy in the U.K." (de la cual es parte el verso anterior), en medio de una intervención artística que incluyó insultos hacia la autoridad monárquica. Al percatarse del acto, la policía británica rodeó el barco y lo dirigió a un puerto cercano, para luego arrestar a los integrantes del grupo y a los miembros de su producción. Aquel incidente generó enfrentamientos entre las fuerzas policiales y sus seguidores, quienes fueron testigos de uno los acontecimientos más emblemáticos de la primera ola del punk.