"De repente, una cabeza ensangrentada cayó de la chimenea" o "esa noche Ruth se dio un baño caliente. Mientras se empapaba, la ebullición estalló. Derramó un enjambre de pequeñas arañas de los huevos que su madre había puesto en su mejilla". Estos son extractos de dos de los 82 relatos que conforman la trilogía de Historias de Miedo para Contar en la Oscuridad, la antología de cuentos de terror para niños, compilada por el folclorista Alvin Schwartz, que inspira la cinta homónima que llegará a las salas de cines nacionales el próximo jueves.
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Y lo hace ni más ni menos que con el famoso cineasta mexicano Guillermo del Toro como su escritor y productor, y precedida de casi cuatro décadas de controversia entre los padres y profesores de Estados Unidos desde que su primer volumen homónimo llegó a las librerías de EE.UU. en 1981, duplicándose y replicándose el impacto con los posteriores lanzamientos de Más Historias de Miedo para Contar en la Oscuridad (1984) e Historias de Miedo para Contar en la Oscuridad 3 (1991).
Según la American Library Association, los tres volúmenes se convirtieron en los libros más frecuentemente cuestionados o prohibidos en Estados Unidos en la década de los 1990 –además de su séptimo lugar en controversia entre 2000 y 2009-, aduciendo los padres y educadores que los niños de todos los cursos básicos se asustaban con las inquietantes descripciones de las historias -con temas macabros como asesinato, desfiguración y canibalismo-, además de las "horripilantes" ilustraciones del libro, a cargo de Stephen Gammell.
Pero mientras los adultos se convertían en sus mayores opositores, entre ellos el grupo Concerned Women for America (o Mujeres Preocupadas por América), para los niños las novelas editadas por Scholastic fueron convirtiéndose en un objeto de culto, que además marcaba un primer paso tentativo hacia el crecimiento y la independencia. Y a escondidas de los mayores, obtenían copias de la creación de Schwartz en las ferias de libros escolares, en algunas bibliotecas de sus escuelas o de las manos de sus amigos.
Como el periodista Scott Meslow, de la revista GQ, recordó en una columna hace un par de años: "Puede que lo recuerdes o no, pero en un momento u otro de tu infancia, te encontraste con Historias de Miedo para Contar en la Oscuridad. Tal vez lo encontraste en el estante de una biblioteca de la escuela. Tal vez te lo pasaron en una pijamada. O tal vez, como yo, recibiste una copia de un amigo en el patio durante el recreo y te desafiaron a demostrar tu valor leyéndola de principio a fin, con una linterna, debajo de una manta, en medio de la noche".
Pero no solo del Toro, quien siempre declaró su admiración por esta obra, se sintió inspirado por Historias de Miedo para Contar en la Oscuridad. Su legado y controversia también son el eje del documental Scary Stories, dirigido por Cody Meirick, que explora el proceso de creación de los libros y también los abortados intentos para prohibirlos. Como lo refleja el extracto de una entrevista televisiva de los 90, donde la presidenta de la Asociación de Padres y Profesores de Seattle, Sandy Vrabel, se queja de que los niños ya tienen suficientes cosas reales para estar aterrorizados. "No hay moraleja en las historias de Schwartz. Los malos siempre ganan e iluminan la muerte".
A pesar de las antiguas quejas de Vrabel, y de muchos adultos todavía contrarios a la antología de terror infantil, su legado sigue vivo y ahora llega a las salas de cine del mundo –el próximo jueves 15 a Chile- en una película que ofrece un vistazo a las historias recopiladas por Schwartz desde el folclore y las leyendas urbanas estadounidenses. Bajo la dirección del noruego André Øvredal (Troll Hunter, La Morgue), la película revive cinco de sus cuentos, entrelazándolos en una nueva trama.
Ésta se ambienta a fines de los años 60, cuando la comunidad del pueblo de Mill Valley se apresta a celebrar Halloween. Entre ellos los amigos adolescentes Stella (Zoe Margaret Colletti), Chuck (Austin Zajur) y Auggie (Gabriel Rush), a los que luego se les unirá un joven de paso por el lugar, Ramón (Michael Garza). La macabra trama se desencadena cuando visitan la abandonada mansión de los Bellows y descubren el libro donde la hija menor de la familia, la reclusiva Sarah, escribía relatos de terror.
Así, uno tras otro van desfilando relatos como El Dedo Gordo del Pie, Sueños y El Punto Rojo, y monstruosas criaturas como el espantapájaros Harold, la Dama Pálida y el Hombre Jangly. En la reciente edición de la Comic-Con de San Diego, Del Toro afirmó que una de las partes esenciales de la cinta son estas criaturas y el haberlos recreados de manera física y no digital. Agregando que con el equipo estaban haciendo "una película para nosotros a los 12 años", agregando que: "Hay tres generaciones que han pasado por estos libros. Siempre sentimos que esto es algo que los niños y padres podrían ver".