¿Que harías si tuvieras la oportunidad de tomar medio millón de dólares? una inquietante duda para la que cada persona, secretamente, considera una posible respuesta. Incluso como para llevarla al cine. En su tercera película, Jackie Brown, el director Quentin Tarantino ensaya una solución a esa interrogante a partir de una historia de enredos, dinero perdido y, por cierto, algunas balas. No demasiadas, si se compara con el resto de su filmografía. Todo con el inconfundible sonido R&B setentero de fondo.
Aunque es calificada a menudo con el lugar común de "la menos Tarantiniana" de todas, el filme estrenado en 1997 es para algunos expertos su película favorita en el catálogo del oriundo de Knoxville. Pero su lanzamiento, entre los éxitos de Reservoir Dogs y Pulp Fiction y la celebrada fantasía asiática de Kill Bill, le significó ser eclipsada por las obras que con el tiempo adquirieron un carácter más canónico. "Es la que más me gusta. Yo creo que es como la depuración de Tarantino, está más reposado", opina el subeditor de Cultura de La Tercera, Rodrigo González.
A diferencia de la mayoría de sus filmes, en que el hombre tras Death Proof se involucra en la escritura de un guión original, Jackie Brown es una adaptación. Una vez que terminó el rodaje de Pulp Fiction, la cinta que lo elevó a una suerte de estrellato entre los cineastas, junto al productor Roger Avary compró los derechos de algunas novelas del escritor Elmore Leonard. Estas fueron: Freaky Deaky, Killshot y Rum Punch. En un primer momento, la idea era llevar a la gran pantalla una de las dos primeras, pero cuando volvió a leer la tercera, cambió de opinión. Justificó su vuelco al afirmar que se había "enamorado" del libro.
[caption id="attachment_94206" align="aligncenter" width="900"]
Robert de Niro y Samuel L. Jackson, parte del elenco de
Jackie Brown
[/caption]
Pese al nombre que se había ganado en la industria, Tarantino tenía sus dudas. Más que mal, la producción tenía que tener su sello y la tentación por hacer algunos cambios era grande. En el libro, la heroína se llama Jackie Burke, es blanca y rubia. Para el celuloide sería una mujer de color de 44 años, que está cansada de la vida, las malas decisiones y su trabajo como azafata en una aburrida aerolínea sin glamour. De pronto, ella se ve involucrada en un asunto delicado que la tendrá negociando con la policía y un peligroso traficante a la vez, en un juego donde a priori, ella no tiene nada que ganar, pero que le ofrece una nueva chance a su vida. Con esa idea, los realizadores fueron donde Leonard a preguntarle su opinión al respecto. Le encantó. "Es el mejor guión que he leído", opinó según cuenta el libro The Quentin Tarantino Handbook - Everything You Need To Know About Quentin Tarantino (2016, Emereo Publishing), de Ann McIntosh.
"Creo que dentro de todas las sobregiradas que tiene Tarantino esa es donde todo queda equilibrado; los diálogos son precisos, las actuaciones son precisas, la historia está muy bien construida, tiene ese concepto del policial cuarentón muy bien cerrado, no hay buenos, no hay villanos, no hay héroes, no hay nada, pero creo que es donde mejor se posiciona sin ser ultra cool", analiza Cristián Briones, el dueño de la tienda especializada Fílmico, en conversación con Culto.
Desde su perspectiva, Rodrigo González agrega ciertos aspectos a tener en cuenta. "Es una película más incomprendida, la protagonista es una mujer, tiene mucha apuesta, creo que la tercera vez que la vi la vine a entender. Además tiene la acción justa, no es una metralleta como las otras, sino que es justo en los momentos indicados".
Blaxploitation a la carta
Violencia, drogas y muertes, si bien son elementos recurrentes en los filmes del cineasta, en esta ocasión los entrega en dosis controladas. Más bien, prefiere hablar desde el género al que tributa. Según McIntosh se trata de una aventura de Tarantino en el género Blaxploitation, el que floreció en la década de los setentas, a partir de referencias a películas como Foxy Brown (1974) y Coffy (1973) ¿qué tienen estas en común con Jackie Brown? que en todas participa la actriz Pam Grier. Y en esta cinta en particular lleva el peso de la acción como una mujer fuerte, decidida y dispuesta a todo con tal de tener lo que quiere. Con ella, no, señores.
[caption id="attachment_94207" align="aligncenter" width="900"]
Pam Grier, la protagonista.[/caption]
¿Qué caracteriza al cine de la Blaxploitation? "Están hechas con actores negros, aparentemente para audiencias negras, a menudo en un entorno urbano estereotípicamente afroamericano. Un tema destacado fue el los afroamericanos que superaron la autoridad hostil (The Man) a través de la astucia y la violencia", explica McIntosh. Algunas cintas notables al respecto pueden ser The Spook Who Sat by the Door (1973), Sugar Hill (1974) y Super Fly (1972). Los personajes de Samuel L. Jackson y Grier, serían precisamente el mayor vínculo con esa forma de crear historias -completan el elenco Michael Keaton, Bridget Fonda, Robert de Niro y Robert Forster-. Los autos, la música de bandas como The Delfonics, y un cierto tono gangsta hacen el resto.
Esa decisión de hacer tan patentes las referencias no es casual, es parte del lenguaje autoral del director. "Estos homenajes que hace se expresan en el rescate de actores que estaban un poco en el olvido y los trae de vuelta, en Pulp Fiction lo hace con John Travolta que estaba en un momento en que nadie se acordaba mucho de él. En Jackie Brown toma a Pam Grier y a Robert Forster, que eran actores que estaban un poco olvidados. Tiene esa cinefilia que está siempre presente en su cine", explica Rodrigo González.
"Lo que pasa con la tercera escuela de cinéfilos a la que pertenece Tarantino, tiene la gran gracia que tú puedes percibirlo a través de sus influencias en el videoclub", explica Briones. "Tú entiendes lo que él consumió en los ochenta y luego vas saltando década a década hacia atrás. A diferencia de Scorsese que terminó siendo muy academicista porque el cine que consumió fue 'de cine', en pantalla, mientras que Tarantino lo consumió en video. Son vetas muy diferentes siendo que todas llegan al mismo lugar, el Hollywood de los 40'-50'".
Tal vez, el evitar los lugares clásicos del imaginario Tarantinesco le jugó en contra. En general la opinión tiende a dejarla muy atrás. En el portal especializado IMDb, el filme puntea 7,5, muy lejos de Pulp Fiction, Kill Bill e incluso la recién estrenada Érase una vez en Hollywood, que se empinan sobre los 8,4 puntos de 10 posibles. "El problema de Tarantino es que fue tan cool en su momento, admirado por eso, que finalmente no quedó espacio para hacer otra cosa. Entonces todas sus películas más populares tienen características comunes", analiza Briones. Por lo mismo, alguna vez el director reflexionó acerca de este trabajo: "Las películas no tratan sobre el fin de semana que se estrenan, y cómo se insertan en el gran esquema de las cosas; ese es probablemente el momento más sin importancia de la vida de una película". De alguna manera entendió muy pronto que era una pieza distinta en su tablero. Una que en nuestros días parece una joya por descubrir.