En julio pasado la editorial española SM, con sede en Buenos Aires, anunció "una reorganización interna" y el despido de 90 trabajadores. La medida era una consecuencia más de la crisis que vive la industria editorial en el país vecino con más de 44 millones de habitantes.
Esta semana, el gremio del libro se refirió a los efectos en el negocio, luego del alza del dólar, por tercer día consecutivo, tras las elecciones primarias presidenciales ganadas el domingo por Alberto Fernández (47,6%), por sobre el actual presidente Mauricio Macri (32%).
"La incertidumbre económica y la suba del dólar golpean la industria editorial", tituló una nota del diario argentino La Nación. "El dolarazo macrista está devastando a la industria editorial", apuntó el medio Página/12.
En el caso de las librerías, por ejemplo, Distal Libros ha cerrado 6 de sus 16 sucursales emplazadas en la ciudad de Buenos Aires, y ha despedido a 40 funcionarios. Por otra parte, las librerías ya no están haciendo reposición de títulos.
Ahora, al cierre de librerías se suman algunas imprentas. Las editoriales que quieran imprimir deberán esperar, ya que las distribuidoras gráficas decidieron dejar de entregar papel porque alegan que no tienen un precio de referencia.
"La sola idea de no poder comprar papel nos recuerda a la crisis del 2001. Los que más sufren con esta crisis, son los trabajadores y los lectores. Sobre todo los lectores, que deben soportar libros a precios carísimos y la frustración de no poder comprarlo", comenta el escritor y fundador de la editorial Eloísa Cartonera, Washington Cucurto, a Culto/ La Tercera.
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El escritor y fundador de la editorial Eloísa Cartonera, Washington Cucurto.[/caption]
Según el diario La Nación, las novedades editoriales del mes de septiembre de gran parte de las editoriales, está asegurado. No ocurre lo mismo con la producción de octubre y noviembre. Además, desde el primer semestre han disminuido las cantidades de copias, según cifras de la Cámara Argentina del Libro (CAL). A una tirada inicial de un libro de 3 mil ejemplares, ahora se imprimen 1.000 copias. Sobre el valor de los libros, se espera que aumenten por título entre un 15% a un 20%.
"Nuestra pequeña editorial sufrió un golpe muy fuerte y estamos a un paso de la desaparición, ya que estas políticas afectan a las pequeñas cooperativas y a las pymes", agrega Cucurto, quien ha publicado a autores argentinos como Fogwill, Alan Pauls, César Aira y chilenos como los poetas Gonzalo Millán y Enrique Lihn.
Paradójicamente, uno de los libros más vendido del año hasta el momento en Argentina son las memorias Sinceramente, de Cristina Fernández de Kirchner (ex presidenta entre 2007 y 2015). Según el diario Perfil, el libro publicado en abril por editorial Sudamericana, ha tenido cinco ediciones (227 mil copias) y recaudado 120 millones de pesos argentinos (US$ 2 millones).
El futuro
Publican las novedades de Beatriz Sarlo, títulos de Julio Cortázar como ensayos de Michel Foucault. También estudios sobre temas de la contingencia y debate político. La editorial mexicana Siglo XXI, opera desde 1966 en Argentina.
"Hace cuatro años que arrastramos una crisis tras otra y ya no sabemos quién va a comprar libros", señala Carlos Díaz, director editorial, desde el año 2000, de Siglo XXI. "Nuestra papelera nos dijo que no tiene precio y que solo podemos comprar en dólares, es una locura", agrega y comenta que el sello nunca había interrumpido su plan editorial. Ahora será distinto: las ocho novedades de septiembre las repartirán en lo queda del año. Otra mala noticia: se cancelaron 20 títulos que se publicarían en 2020.
La escritora bestseller en Argentina, Claudia Piñeiro (Las viudas de los jueves), cuenta a La Tercera que incluso han llegado al Congreso para proteger el libro. "Venimos de varios años de caída de la industria editorial. Varios de nosotros estamos apoyando a un grupo de diputados que encabezados por Daniel Filmus -ex ministro de Educación- presentó un proyecto de ley del libro", dice y agrega que mientras "seguimos escribiendo aunque no sepamos si la editorial podrá publicarnos en unos meses, si estará viva, si los lectores podrán adquirir nuestros libros".
Según el informe anual 2018 de producción de la Cámara Argentina del Libro, en 2015 se habían producido 83 millones de ejemplares de nuevos títulos, mientras que en 2018 ese número se redujo casi a la mitad: 43 millones de ejemplares.