El 17 de agosto de 1979, el mismo día en que Colin Moulding cumplió 24 años, se editó Drums and wires, el tercer álbum de los swindonianos XTC. ¿Por qué decirles swindonianos, y no británicos? Pues porque no hay nada más localista que XTC. Incluso, tras lograr una modesta fama con éxitos como "Making plans for Nigel" –tomada del mismo Drums and wires- o, años más tarde, con "Dear God", un single de la época de su bucólico Skylarking, la banda optó por seguir radicada en su querido pueblo de Swindon, a 16 kilómetros delas laderas de Uffington donde se encuentra trazado en tiza -desde tiempos prehistóricos- aquel caballo blanco que adorna la portada de su álbum doble English Settlement.
Historia diaria de un pueblo chico
Para muchos, la dupla compositiva formada por Andy Partridge y Colin Moulding en XTC es comparable a Lennon y McCartney debido a que: 1) sus composiciones son obras de pop perfecto y 2) La personalidad de Andy y la de Colin, reflejadas ambas en su aproximación a la hora de componer también, son bastante similares a las de los cabecillas de los Fab4. Pero no es tan así. Moulding también funciona desde la intuición –eso es bien Lennon- pero su visión es más doméstica –eso es bien McCartney-, y sus propuestas a nivel compositivo son bien melódicas, al contrario de Partridge, que tiende a introducir elementos más ácidos. Al teléfono, desde su hogar en Swindon –lógico- Colin explica un poco de dónde vienen sus ideas, y por qué la gente de cualquier parte del mundo puede llegar a identificarse con las cosas que observa desde su pueblo:
"Vivo una vida muy doméstica, no soy Mr. Rock & Roll (risas), estoy casado, tengo hijos, he hecho las mismas cosas normales que hace la gente con sus vidas, y yo canto sobre eso: lo pequeño, lo doméstico, el lavaplatos -si prefieres. Tengo mi trabajo, aunque no es algo de 9 a 5, pero me preocupo de las mismas cosas que la mayoría de la gente, y ese es mi vínculo. No lo analizo mucho. Algo viene a mi cabeza y lo sigo, está ahí por una razón. Lo inconsciente creo que es más importante que lo consciente. Si piensas mucho sobre las cosas terminas dado vuelta por completo. Si me llega una idea, la sigo. Y, si no funciona, la deshaces y esperas a la próxima. Es algo instintivo y no me lo cuestiono".
-Las temáticas de tus canciones también fueron cambiando con los años.
- Cuando una persona crece y tiene hijos, eso tiene un efecto, sientes que tienes que protegerlos y hay un mundo que los afecta. Cambias tú mismo, y eso afecta tu forma de componer, supongo. Simplemente uno se pone a pensar en el mundo a medida que envejece. En Great Aspirations, con TC&I, por ejemplo, no podría haber hecho una canción con "Scatter Me" en 1979. La gente cambia y escribe de distintas cosas, que reflejan esos cambios.
Moulding se refiere a TC&I, su proyecto junto a Terry Chambers –el baterista original de XTC, que abandonó a la banda en 1982, cuando decidieron dejar de tocar en vivo tras los problemas nerviosos que tuvo Andy Partridge como resultado de las mismas. Bajo el nombre TC&I, Colin y Terry editaron el año pasado un EP llamado Great Aspirations que contenía un puñado de nuevas composiciones –entre ellas la mencionada "Scatter Me", que menciona los lugares donde Colin piensa en que deberían esparcirse sus cenizas- y acaban de editar recientemente Naked Flames, un disco en vivo que recoge también clásicos de XTC. Por supuesto, las presentaciones en vivo de TC&I solo se realizaron en Swindon, en el Swindon Arts Centre. Le pregunto a Colin si espera que el lanzamiento de este registro en vivo de su dupla junto a Chambers le traiga ofertas para presentar el cancionero de XTC en otros lados del planeta, y su respuesta es casi obvia:
"Espero que no, realmente (risas). Fue mi idea trazar una línea y decir que no haríamos más que esto, porque tenemos diferentes visiones de cómo TC&I debería ser percibido. Terry, como sabes, dejó XTC cuando habíamos dejado de hacer giras. Creo que salir en tour era parte de su vida diaria con XTC, y creo que él pensó que en TC&I, al unirnos de nuevo, retomaríamos donde habíamos quedado en 1982. La idea de tocar en vivo nuevamente también tenía que ver con hacerlo en los propios términos de uno. Cuando involucras promotores, es probable que todo escape del alcance de tus manos y yo quería tocar en vivo pero mantener el control. La única forma en que podíamos hacerlo era mantenerlo a nivel local y ejercer algo de control sobre el encuadre de todo, y el equipo, y de cómo íbamos a concebirlo. No quise seguir con eso y expandirlo al resto del mundo, aunque a Terry probablemente le hubiera gustado hacer más. Para decirte la verdad, no sé cómo sería mi reacción llevándolo a otro lugar, yo solo quería hacer algo pequeño para comenzar y ver cómo salía todo. Pero después que hicimos los shows no quise expandirlo".
-Eso es muy XTC, ¿no? Mantenerlo local.
-Así es (risas), realmente. Local, claro. La gente tuvo que hacer el peregrinaje –a falta de una palabra mejor- a Swindon para poder vernos, y toda la atmósfera en el pueblo era bien especial, cálida, con la gente local. Tenía algo. No creo que hubiéramos tenido eso al expandir los shows y llevarlos a otro lugar. Parecía lo correcto, al menos para mí. Eso puedo decir, y uno tiene que guiarse por sus propios instintos.
Aparte de los hits ("Making plans for Nigel", "Life begins at the hop", "The meeting place" y "Generals and Majors"), Colin y Terry también se dieron el lujo de intercalar en el setlist composiciones más oscuras del catálogo de XTC como "Bungalow", de su contundente Nonsuch, de 1992. "Nos divertimos haciendo 'Bungalow', porque realmente nadie podía predecir que la haríamos, excepto nosotros. Fue un reto y fue divertido porque fue un momento inusual dentro del set. De 'Wonderland' hicimos también nuestra propia versión, lo cual fue divertido porque la tocamos levemente diferente y eso es bueno siempre, hacer otro arreglo de una canción más que tocarla como siempre ha sido. Esas dos, para mí, fueron los puntos altos", señala el bajista. Respecto al desafío de tocar junto a Chambers canciones donde éste no había participado en las grabaciones, confiesa que no dejaron que eso les molestara. "Solo quisimos hacer lo nuestro. Hubieron problemas y dificultades que tuvimos que superar, pero queríamos tocar esas canciones e hicimos lo mejor que pudimos".
El punto de encuentro
Volviendo a lo que nos convoca, el disco Drums and Wires salió a la venta el viernes 17 de agosto de 1979. Ese mismo día, Colin cumplió 24 años. "Salió el día de mi cumpleaños, hace muchos años atrás. ¿Qué recuerdo de todo eso? Bueno, la sorpresa que fue 'Making plans for Nigel', fue una gran sorpresa que se convirtiera en el éxito que fue", comenta a propósito de la canción de su autoría que puso a XTC en el foco de atención –por citar la canción "Limelight", lado b del single "Chain of command". "Uno eso nunca lo espera, nunca se espera tener un éxito pero, en el momento en que se escapa y llega a la imaginación del público, ahí es cuando te sorprende. Fue el comienzo de algo nuevo porque Dave (Gregory) ahora estaba en la banda, y estábamos haciendo un disco nuevo con un nuevo miembro, fue un borrón y cuenta nueva en realidad", prosigue.
Tanto en White Music como en Go2, los dos primeros discos de la banda, estuvo Barry Andrews como parte de la formación, haciéndose cargo de los teclados. Pero, por diferencias creativas con el resto –digámoslo, los teclados de Andrews aportaban un toque demasiado errático-, terminó retirándose. En su lugar llegó el guitarrista principal Dave Gregory, en un momento propicio para, junto a las guitarras de Partridge, el bajo de Colin y las baterías de Chambers, consolidar un sonido que pondría a XTC –y Swindon, de paso- en el mapa finalmente.
En una biografía de XTC redactada por los encargados de prensa del sello Virgin en noviembre de 1979, era posible toparse con los siguientes elogios: "XTC son reconocidos ampliamente en el Reino Unido como una de las bandas jóvenes más innovadoras que hay. Paul Morley del NME recientemente los describió como 'música multicapas de elegancia e ingenio…música que demanda nuevos adjetivos'. En el Melody Maker, John Orme resume, en su review de Drums and wires diciendo: 'con una mezcla de complejidad, contraste, fluidez y humor, XTC han salido a la luz y han abierto territorio".
Colin rememora: "Algo tuvimos con los primeros dos discos, pero no nos habíamos acercado a los charts en Reino Unido ni en ninguna parte, así que fue una sorpresa como todo agarró vuelo de la forma en que lo hizo. Fue la base para que saliéramos e hiciéramos más discos. Tienes que tener algún grado de éxito, de otra forma las cosas no tienen sentido para la gente que saca tus discos al mundo. Si tuviera que resumirlo: (Drums and wires) fue una completa sorpresa, 'Nigel…' fue un éxito, y las cosas salieron muy bien".
-Fue el primer single de éxito de la banda, el disco salió en tu cumpleaños y era además una canción tuya. Debe haber sido un día especial para ti.
-Sí (risas), ¿cómo puedo decirle? ¿Sincronicidad? Es el destino operando a tu favor.
-Este fue el primer disco con Dave y es bien especial, porque ya no tiene teclados al frente. Ahora hay una trompeta invitada en "That is the way" y está la mezcla de guitarras entrelazadas, bajo sinuoso y baterías retumbantes que después se extendió en Black Sea.
-Sí, (Black Sea) se hizo con el mismo equipo, con Steve Lillywhite de productor y Hugh Padgham como ingeniero. Ambas placas son hermanas realmente, porque continuamos con ese gran sonido de batería que se hizo en Townhouse, el estudio de Virgin en Londres. Ahí se desarrolló ese sonido de los discos de Peter Gabriel, Phil Collins y los discos de Genesis. Nosotros fuimos pioneros de esa sonoridad.
-Justo iba a preguntarte eso. Porque "In the air tonight", la canción de Phil Collins, se lanzó un año después de Drums and Wires, y ustedes tenían primero aquel sonido de batería.
-Sí, las baterías las hicieron en la misma habitación que Drums and Wires, y era abrir un nuevo territorio respecto al sonido de batería, porque en nuestros primeros dos discos el sonido principalmente se había hecho en cabinas, en cubículos pequeños donde se interpretaban las baterías. La gente pensó que era algo muy restrictivo, creo yo. Esta era una habitación hecha de piedra, y así se hacía el sonido. Fuimos afortunados de ser unos de los primeros en usar el estudio, lo cual dio origen a ese sonido.
-A raíz de todo eso, Dave Gregory terminó tocando de invitado en el tercer disco homónimo de Peter Gabriel, conocido posteriormente como Melt.
-Sí, le pidieron que tocara ahí mientras estábamos haciendo nuestras sesiones. El productor, Steve Lillywhite, comenzó a trabajar con Peter Gabriel casi de inmediato después de estar grabando con nosotros. Y Hugh estaba con Phil Collins, entonces, de alguna forma, éramos una gran familia feliz (risas).
-¿Qué piensas del arrastre de XTC entre los fanáticos del rock progresivo? ¿Dirías que ustedes son pop progresivo?
-Cuando uno piensa en el rock progresivo, uno piensa en estas bandas dinosaurias de los setenta, con largos solos de guitarra –así es el prog rock- así que yo no le llamaría así. Ciertamente experimentábamos con diferentes estilos a través de los años. Cambiamos en English Settlement, luego en Mummer nos pusimos más acústicos. Lo importante no era hacer mucho de lo mismo. Así que avanzamos en una forma que nos calzaba, porque queríamos cambiar. Pero, probablemente, no creo que llamarle progresivo a lo que hacíamos sea adecuado.
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