Tenía 22 años y llegó a París con una carta de recomendación del escritor Sherwood Anderson. El joven Ernest Hemingway estaba recién casado con Hadley Richardson, y arribaba a Europa desde Estados Unidos, decidido a convertirse en un reconocido escritor. También estaba abierto a conocer la cultura como la bohemia parisina.
La ciudad de las luces era entonces, en los locos años 20, el epicentro de la vanguardia, la creatividad y la celebración. Hemingway compartió allí con escritores como James Joyce, Francis Scott Fitzgerald y su esposa Zelda Sayre, Ezra Pound, Blaise Cendrars, John Dos Passos y Ford Madox Ford, entre otros. Pero antes de eso llamó a la puerta de la casa de la escritora y gestora Gertrude Stein, en el 27 de la calle Fleurus, en marzo de 1922. A ella, el joven narrador le entregó la carta de Sherwood Anderson.
Cinco años en la capital francesa -de 1921 a 1926-, las lecturas de Tolstói y Dostoievski, gracias a los libros prestados por Sylvia Beach, dueña de la librería Shakespeare and Company, los días apostando en las carreras de caballos, las noches de borrachera junto a Fitzgerald, Hemingway los narró en unas memorias que escribió a fines de los años 50, que aparecieron póstumamente como París era una fiesta.
"Si el lector lo prefiere, puede considerar el libro como obra de ficción. Pero siempre cabe la posibilidad de que un libro de ficción arroje alguna luz sobre las cosas que fueron antes contadas como hechos", escribe Hemingway en el ejemplar publicado en 1964. El autor se había suicidado tres años antes, en 1961, a los 61 años.
A ese grupo de escritores estadounidenses, instalados en Francia, Gertrude Stein los llamó "una generación perdida". El talento y la fiesta de aquellos días han sido inspiración para películas como Medianoche en París (2011), de Woody Allen. En la cinta Hemingway lo encarna el actor Corey Stoll y Gertrude Stein está interpretada por la actriz Kathy Bates. Además, aparecen representados los pintores españoles Pablo Picasso y Salvador Dalí.
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El actor Corey Stoll como Hemingway en la cinta
Medianoche en París
(2011).[/caption]
Ahora la nieta del autor de El viejo y el mar, la actriz Mariel Hemingway (57), anunció que producirá la serie basada en el libro París era una fiesta. "Ha sido mi libro favorito desde los 11 años cuando mi padre me llevó a París", señaló. La revista Variety informó que ya hay un acuerdo para llevar la serie a la pantalla chica firmado por Village Roadshow Entertainment Group (VREG), John Goldstone, Marc Rosen y Mariel Hemingway.
Boxeo y alcohol
Ernest Hemingway trabajó como corresponsal extranjero en París. Estando en la ciudad europea colaboraba en revistas y también escribió sus futuras ficciones. Mientras tanto recorría populares cafés, bares y visitaba el Museo de Luxemburgo "donde estaban las grandes pinturas que luego trasladaron al Louvre y al Jeu de Paume. Iba casi cada día por los Cézanne, y por ver los cuadros de Manet y Monet y los demás impresionistas con los que tuve un primer contacto en el Art Institute de Chicago", apunta Hemingway en París era una fiesta, cuyo último capítulo se llama París no se acaba nunca. Aquel nombre lo usó el escritor español Enrique Vila-Matas para titular su novela aparecida en 2003.
En el mítico libro Hemingway escribe sobre su labor de narrador: "Me di cuenta de que tenía que escribir una novela. Pero parecía imposible conseguirlo, precisamente cuando, esforzándome con gran dificultad, había aspirado a meter en un solo párrafo el destilado de todo lo que sale en una novela".
El autor comenzó a escribir estas memorias en Cuba en 1957. Continuó en Ketchum (Idaho) en el invierno de 1958 y 1959, después en España 1959 y finalmente en 1960 en Cuba. Una selección del volumen se publicó el 10 de abril de 1964 en la revista Life. Casi un mes más tarde fue editado por Mary Welsh, cuarta esposa y viuda de Hemingway, para la editorial Scribner's con una tirada inicial de 85 mil ejemplares más 204 mil del Club del Libro del Mes. Desde mayo hasta diciembre de 1964, se mantuvo en la lista de los libros más vendidos del diario The New York Times.
"Miss Stein era muy voluminosa, pero no alta, de arquitectura maciza como una labriega. Tenía unos ojos hermosos y unas facciones rudas, que eran de judía alemana", anota en sus memorias Hemingway sobre Gertrude Stein. De ella además recuerda que "en los tres o cuatro años en que fuimos buenos amigos no logro recordar que Gertrude hablara bien de ningún escritor a no ser que hubiera escrito en favor de ella". Por ejemplo, decía que Aldous Huxley era "un cadáver". Hemingway agrega: "Si alguien mencionaba dos veces a Joyce en su casa, no se le invitaba nunca más".
Con Ezra Pound, quien era por lo menos una década mayor que él, jugaban tenis. También "Ezra quiso que yo le enseñara a boxear, y un día que le daba una lección en su estudio, a última hora de la tarde, conocí allí a Wyndham Lewis. Ezra boxeaba desde muy poco tiempo, y me avergonzaba que se mostrara torpe ante un amigo suyo, y procuré que diera la mejor impresión posible", anota Hemingway en París era una fiesta y recalca que "Pound se portó siempre como un buen amigo y siempre estaba ocupado en hacer favores a todo el mundo".
Mientras que de Fitzgerald recuerda: "Scott parecía tan simpático y tan razonable, y le vi beber dos whiskies fuertes sin que ocurriera nada (…) Se me hace curioso recordar que entonces yo miraba a Scott como un escritor de más edad, pero el hecho es que, no habiendo todavía leído El gran Gatsby, me parecía un escritor mucho más viejo que yo".
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Ejemplar de
París era una fiesta
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