Michael Gandolfini (19) tenía solo 1 año cuando debutó en la pantalla chica Los Soprano, aquella serie de HBO que tenía a su padre, James Gandolfini en el rol de Tony Soprano, el mafioso que controlaba negocios dudosos en Nueva Jersey.

Hasta 2007, el pequeño Michael acompañaba a su progenitor al set de grabación de vez en cuando, pero no entendía de qué trataba la historia: "Cuando iba al set, le preguntaba a su padre '¿De qué se trata la serie? y me respondía 'Oh, es sobre un tipo mafioso que va a terapia'", recuerda Michael en conversación con Esquire.

Más allá de aquella explicación, el mayor de los hijos de James Gandolfini desconocía la trama de la serie. No era una narración apta para niños, y la llegada de su adolescencia trajo consigo un duro golpe emocional que tampoco lo motivó a sumergirse en la ficción de HBO. Al menos por el momento.

Cuando Michael tenía 14 años, viajó con su padre a Roma en el marco del Festival de Cine de Taormina en 2013, evento al que finalmente no asistieron luego que un ataque al corazón le quitara la vida a James.

Seis años transcurrieron de aquella tragedia. Seis años de luto para Michael, los que lo llevaron a poner sobre la balanza qué hacer con su vida: "¿Seguir una carrera como actor o hacer caso de los consejos de su padre?".

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Cuando era niño, Michael quedó maravillado con la obra musical Wicked. Tanto, que se disfrazaba de espantapájaros y su padre lo grababa mientras cantaba. "Pero cuando fui creciendo me decía que quería que me dedicara a los deportes. Sentí esa carga. Quería que estuviera orgulloso y me dijo 'No seas actor, tienes que ser un director. Ellos tienen el poder".

Pero finalmente, motivado por un amigo, decidió probarse como actor y renunciar al equipo de fútbol. "Desde el primer día me enamoré de la actuación. Fue en ese momento que comencé mi proceso de duelo con mi padre", dijo Gandolfini hijo a Esquire.

Como estudiante de segundo año en la Universidad de Nueva York, consiguió un representante y diversas audiciones en la gran ciudad. El primer rol para que el que audicionó fue suyo: Joey Dwyer en la serie The Deuce de HBO.

Fue solo el comienzo. Una llamada telefónica de David Chase lo llevó a tomar una difícil decisión: "¿Quieres hacer una audición para interpretar al joven Tony Soprano?".

David Chase, el creador y guionista de Los Soprano, trabajaba en una película precuela de su aclamada serie, la cual tiene por objetivo narrar los años de adolescencia de Tony Soprano.

Su hijo, Michael, era una de las opciones obvias.

"Lo divertido es que, antes de la audición, nunca había visto ni un solo minuto de Los Soprano", reconoció el joven actor, quien ya está confirmado para encarnar a Tony Soprano en The many saints of Newark. 

"Lo más difícil fue de todo este proceso, fue verla serie por primera vez. Fue un proceso intenso porque, como actor, tuve que ver a este hombre que creó al personaje, tenía que ver sus modos, su voz, todos esos aspectos que tenía que replicar. Pero también estaría viendo a mi padre", dijo Michael a la revista estadounidense.

"Creo que lo que lo hizo tan difícil fue hacerlo solo. Estaba sentado solo en la oscuridad de mi departamento, mirando a mi padre todo el tiempo. Empecé a tener sueños locos. Tuve uno en el que audicionaba para David [Chase] y al ver mis manos, eran las de mi padre".

Continuando su trabajo al estudiar a Tony Soprano, el actor veinteañero destacó dos escenas clave como las más impactantes:

"Cuando Meadow llega a casa tarde en la noche, y está sentado con un trago, y le dice '¿Sabes que te quiero, cierto?' Eso me golpeó fuerte. La otra que me destrozó fue cuando le grita a A.J. y luego le compra una pizza para disculparse. Se sienta junto a su hijo y le dice 'No pude pedir un hijo mejor'. En ese momento, simplemente supe que me estaba hablando a mí".

The many saints of Newark, película precuela de la serie Los Soprano, será estrenada en septiembre de 2020.