Ser adolescente y vivir en Luton, una pequeña ciudad situada a dos horas de Londres, no era un buen plan a mediados de los 80, menos si eras parte de una familia paquistaní y la cesantía y el racismo eran una amenaza. En 1987 el periodista británico Sarfraz Manzoor tenía 16 años y se sentía oprimido por un padre chapado a la antigua y las pocas oportunidades profesionales en Luton, pero la llegada a sus manos de un cassette con la música de Bruce Springsteen le daría, literalmente, un nuevo ritmo a su vida.
Más de 30 años después esa experiencia llega a la pantalla bajo la dirección de la realizadora británica, de ascendencia india, Gurinder Chadha, quien ya había mostrado los dilemas de la juventud en Quiero ser como Beckham (2002). Y lo hace con Greetings from Bury Park, el libro biográfico que Manzoor publicó en 2007, como base de su relato, teniendo además de la colaboración de este último en el guión que ella co-escribió con Paul Mayeda Berges.
"¿De qué trata esta película? Muestra cómo la existencia de un niño de 16 años, de Gran Bretaña y con raíces paquistaníes, se ve transformada por un artista y cantante que vive a miles de kilómetros de distancia, en Nueva Jersey", fue como resumió La música de mi vida el propio periodista al programa This Morning, de CBS. Aunque en la cinta el protagonista ya no se llama Manzoor, sino que Javed Khan (Viveik Kalra).
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El relato se inicia en el Luton de 1980, cuando un pequeño Javed y su mejor amigo, Matt, sueñan con algún día viajar a Londres, como todos los autos que a lo lejos divisan en la carretera. Siete años más tarde, Javed y Matt (Dean-Charles Chapman) continúan siendo amigos, aunque Javed no disfruta de la libertad de un adolescente promedio británico, ya que los jóvenes paquistaníes deben acatar las órdenes de sus padres y no ir a fiestas o relacionarse con chicas que no sean de su comunidad. En su caso, son las reglas que impone su estricto progenitor Malik (Kulvinder Ghir).
Así, el chico crece bajo la sombra de Malik, mientras encuentra un respiro a través de los poemas y el diario de vida que escribe desde niño, además de la música que por esos años sonaba en las radios inglesas, de grupos como Pet Shop Boys y A-ha. Pero al ingresar a una nueva secundaria se comienza a escribir una renovada página de su biografía, luego de que toma el curso de literatura de la profesora Clay (Hayley Atwell) y pone sus ojos en su compañera y activista Eliza (Nell Williams).
Pero además Javed conoce aquí a Roops (Aaron Phagura), otro joven cuya familia también viene del sur de Asia que le presta dos cassettes de Bruce Springsteen. Desde ese momento, canciones de El Jefe como Badlands, Hungry Heart y Thunder Road se convierten en la banda de sonido de su propia existencia y reconoce en sus letras otra versión de sí mismo, una luz al final del túnel.
La misma Chadha, en conversación con CNN, recordó que la idea de hacer una película sobre el libro de su amigo Sarfraz Manzoor rondaba su cabeza hace mucho tiempo. Pero algo la preocupaba: quería la aprobación del mismo Springsteen para hacerla y la oportunidad se dio en 2010, cuando en la alfombra roja del estreno en Reino Unido del documental The Promise se acercó al cantautor estadounidense y le dio un pequeño discurso sobre su proyecto.
"Dije 'Hola Bruce, mi nombre es Gurinder, hice Quiero ser como Beckham y ahora deseo hacer una película de esto, por favor, ¿puedes ayudarnos? '', Recordó Chadha agregando que él la miró y "me dijo: 'suena bien'. Y pensé, 'Oh, Dios mío, ¿eso acaba de suceder?'". El pasado 7 de agosto, el artista le demostró una vez más su apoyó a La música de mi vida al asistir a su estreno en el Teatro Paramount Theatre en Asbury Park, Nueva Jersey, donde caminó por la alfombra roja con su esposa, Patti Scialfa, y se detuvo para tomarse una foto con Chadha, Manzoor y sus jóvenes protagonistas, Kaira y Phagura.