"La Violeta me daba mucha bola a mí", dice Nicanor Parra en abril de 1992. El poeta tiene 78 años y hace algunas horas recorrió el Barrio latino de París, Francia. Han pasado casi tres décadas desde que su hermana expusiera en el Museo de Artes Decorativas del Louvre, y desde su suicidio en 1967.
Nicanor Parra está en un hotel cerca del Louvre. El autor de Poemas y antipoemas es parte de la comitiva que asiste al festival literario Les Belles Étrangères. Organizado desde 1987 por el Ministerio de Cultura francés, el evento invita a 10 escritores que representan la literatura de un país. Los autores que viajaron a la capital francesa fueron Poli Délano, José Donoso, Jorge Edwards, Diamela Eltit, Juan Luis Martínez, Luis Mizón, Antonio Skármeta, Armando Uribe, Mauricio Wacquez y Nicanor Parra.
"A Parra lo habíamos contactado con anterioridad a su viaje, solicitando una entrevista que filmaríamos en París", cuenta desde Francia Luis Pradenas sobre cómo nació el documental Nicanor Parra en París. Les belles étrangères. Entonces, el músico y antropólogo chileno, radicado en Francia, contactó a Philippe Jobet, quien es correalizador.
El diálogo con el autor de los Artefactos se realizó, principalmente, en el bar del hotel. "El aceptó nuestra invitación diciendo 'y vamos a hablar para nuestros hijos', y la conversación se fue hilando libremente. Sin utilizar un cuestionario, nos interesaba de la manera más simple saber cómo el antipoeta percibía el mundo, la ciencia y la poesía", señala Luis Pradenas, quien viajará a Chile para estar presente en la exhibición local de Nicanor Parra en París. Les belles étrangères, que dura 73 minutos. El estreno será en la Cineteca Nacional el lunes 2 de septiembre, a las 19.00 h.
Al borde del abismo
De chaqueta y pantalón gris, camisa blanca y corbata color crema, Nicanor Parra aparece frente a la pantalla jovial y perspicaz. Es un día domingo de abril, de 1992. Parra lleva una vida como profesor de Matemáticas y de Física. Además, de impartir un curso de literatura a los estudiantes de Ingeniería de la U. de Chile. Sabe cómo moverse frente al otro. Casi como anécdota: a un costado del bar, donde se desarrolla la conversación, hay un hombre sentado en una silla de espalda a los protagonistas. Es el autor de La Nueva Novela, Juan Luis Martínez, quien solo escucha.
"No te olvides que estamos frente a una cámara. Y lo que se puede decir al respecto es que la cámara nos modifica a nosotros. Hay que recordar ese principio básico de la física: el observador modifica el objeto observado", le dice Parra a un treintañero Pradenas.
Un año antes del viaje a Francia, Parra había grabado un documental centrado en la cotidianidad de su casa de La Reina. Filmado por Gloria Camiruaga y Lotty Rosenfeld, el trabajo se llamó Nicanor Parra 91. Mucho antes, anduvo en bicicleta y recitó para la cinta Cachureo, de Guillermo Cahn (1982). Parra frente a la pantalla quedó registrado también en las películas Retrato de un antipoeta, de Víctor Jiménez (2009) y Materiales de demolición, de Sergio Marras (2012).
Casi todos los filmes anteriores están disponibles en YouTube. No ocurre lo mismo con Nicanor Parra en París. Les belles étrangères. La cinta llegó a la Fundación Nicanor Parra, impulsada por Colombina, hija menor del poeta, ante el contacto de Luis Pradenas. Incluso la nieta de Parra, Josefa Cristalina Parra (Lina Paya), trabaja en la traducción de los subtítulos al inglés.
"A mí todavía me hacen preguntas en las entrevistas: ¿bueno, y usted es izquierdista o derechista?", dice Parra en el documental que será mostrado en la Cineteca, donde además se quiere conmemorar el cumpleaños de quien nació el 5 de septiembre de 1914. El poeta murió en enero de 2018, a los 103 años. "La respuesta mía es: yo soy ciudadano planetario, yo soy ecologista.
Nosotros estamos convencidos, yo pertenezco a un grupo de ecologistas que estamos convencidos de que el conflicto es de mucho mayor calibre... Si bien no estamos en el abismo, estamos al borde del abismo", dice el autor de Discursos de sobremesa.
Frente a la cámara Parra lee acaso su poema más reconocido, El hombre imaginario. Habla de aquella experiencia amorosa límite que lo inspiró, donde descubrió el Tao Te Ching. "El hombre imaginario no hubiera sido posible sin el Tao, y sin la experiencia que provocó el poema, que fue un 'happy law affair'. Si hubiera conocido el Tao antes, yo no hubiera escrito El hombre imaginario y la mujer imaginaria no hubiera saltado desde un octavo piso, como efectivamente saltó. Y si hubiera conocido oportunamente, antes de 1967, año del suicidio de la Violeta, si entonces hubiera conocido el Tao, yo la hubiera salvado del suicidio", afirma Parra.