Aunque Christina Aguilera se hizo famosa un poco después que ellos, tuvo sus inicios a la par de Britney Spears y Justin Timberlake como parte del revival del Club de Mickey Mouse en el Canal Disney, donde también compartió pantalla con los actores Ryan Gosling y Keri Russell. Desde pequeña, supo del rigor detrás de la industria del entretenimiento. Cuando el programa fue cancelado, en 1994, su búsqueda de una carrera musical tomó vuelo. Grabó en Japón con una artista local y fue la voz de una canción de la banda sonora de Mulan, entre otros movimientos planificados para posicionarla y atraer el interés de los ejecutivos disqueros. Funcionó.
Aguilera tenía 18 años cuando se urdió el plan de convertirla en una estrella del pop. Fue una jugada de terceros, motivada por la necesidad de crear símiles de Britney Spears a raíz de su descomunal éxito. La lógica del sello fue aprovechar su belleza y juventud para hacerla competir con su ex compañera televisiva. Que tuviese una voz absolutamente espectacular era solo un añadido. Lo que deseaban era disputar la atención de un público al que siempre han menospreciado, el juvenil, así que sus dotes musicales pasaron a segundo plano ante los clásicos métodos de confección de hits en la fábrica del salchichas del pop. El foco, por ende, estaba puesto en hacerla llamativa a través de su sensualidad.
https://www.youtube.com/watch?v=kIDWgqDBNXA
Aun así, apenas salió "Genie in a bottle", en junio del 99, todo el mundo se enteró de que Christina Aguilera era una cantante de temer. El tema respondía a un diseño perfecto, con la cuadratura justa para infiltrarse en las listas de popularidad, pero la joya de la corona era ella. Los púberes de la época que la escuchamos antes de verla en MTV podemos atestiguar que la sorpresa fue generalizada tras el lanzamiento de la canción. Cómo era posible que esa chica rubia y tan joven sonara igual a una afroamericana con años de educación vocal. No se podía creer.
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Christina Aguilera.[/caption]
La burbujeante e infecciosa "Genie in a bottle", un bombazo que pasó más de un mes en el primer lugar de Billboard, fue el paso uno. El siguiente sería Christina Aguilera, su disco debut, publicado un par de meses después del single. Se trataba de una colección de temas con una curatoría errática, pero su firmante lo aborda con suficiente encanto como para sacar adelante la tarea e incluso anotarse otros sencillos irresistibles. Los muy bien elegidos "What a girl wants" y "Come on over baby (all I want is you)" triunfaron montados en la ola que generó su antecesor.
https://www.youtube.com/watch?v=hpspGHeLOPE
El disco trajo como secuelas un álbum navideño y otro en español (era el período post "Livin' la vida loca" de Ricky Martin) para el mercado latino. Aguilera obedecía todas las instrucciones que le daban hasta que se aburrió de ser utilizada como una sustancia maleable que se acomoda a la ocasión. Cuando volvió con el muy superior Stripped (2002), ya no era otra marioneta. De a poco empezó a comunicar su parecer respecto al disco anterior. Hoy ya es vox populi que nunca le gustó Christina Aguilera. Lo consideraba muy poco personal y falto de norte.
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El tiempo se encargó de revelar que la chica de "Genie in a bottle" era mucho más interesante que cualquiera de las canciones de su debut, pero fue ese primer disco el que le dio la plataforma para luego exponer cada una de sus facetas. Sin su juvenil y manufacturado impulso, no hubiesen llegado hitos como "Beautiful", cuyo mensaje de autoaceptación ha musicalizado la lucha por el derecho a la libertad sexual, o la feminista "Can't hold us down" con su invitación a que las mujeres no se dejen doblegar solamente por su género.
https://www.youtube.com/watch?v=eAfyFTzZDMM
Entre las inclinaciones souleras de Back to Basics (2006), donde hay joyas de su repertorio como "Still dirrty", producida por el mítico DJ Premier, y las adultas baladas que abundan en su discografía, el alma vieja de Aguilera terminó saliendo a flote. Su catálogo hasta ahora exhibe a una artista capaz de sobrevolar por la electrónica en Bionic o por un beat de Kanye West en "Accelerate" del año pasado. Si bien sus últimas entregas han sido sucesivos intentos de volver a la relevancia comercial, y la suerte le ha sido esquiva, está científicamente comprobado que los ciclos del pop se revierten y, a sus 38 años, le queda más de una reivindicación por delante. No sería de extrañar que, aprovechando su origen latino (que el 99 era demasiado "étnico" para algunos y dos décadas después la hace recibir quejas por ser "muy poco representativa" de nuestra raza), apareciera con algún artista urbano. Por estos días, parece que toda la distancia entre una carrera alicaída y una reactivada es un tema junto a Daddy Yankee.
https://open.spotify.com/album/6fpPZS13ImRVpr7Tqs6yP9?si=QmL2hmcNQFKfI2paNEYhxw