Francisca Solar: "Hay mucha gente que cree que por el arte no se debe pagar"
La autora nacional publica Los últimos días de Clayton & Co., su primera novela para adultos que relata una ficción entorno a la fotografía mortuoria. Popular en redes sociales, acá se refiere a una polémica que protagonizó en Twitter.
"Un ritual tan sublime valía la pena. Y es que la memoria a veces falla, pero las imágenes no se equivocan. Una fotografía sellaba el pacto implícito de los seres queridos sobre una eterna devoción hacia quien había partido", se lee en la novela Los últimos días de Clayton & Co., que transcurre en la localidad ficticia de Atlas, cerca de Valparaíso.
Su autora, Francisca Solar (1983), retrocede al siglo XIX, para contar la vida de la joven Abigail Clayton, quien tenía el curioso talento de fotografiar a los muertos. Abigail trabajaba en el estudio familiar Clayton & Co. Abigail también guarda un misterio: los protagonistas de sus retratos le susurran secretos sobre los vivos.
"Se consideraba de suma vanidad retratarse en vida", apunta Solar en su primera novela para adultos tras una serie de títulos infantiles y juveniles como Sobre ruedas y La Séptima M. Publicada por editorial Planeta, Los últimos días de Clayton & Co., agotó su primera edición de dos mil ejemplares, en los primeros seis días de su llegada a librerías. Ya circula la segunda edición.
"Escribí la novela en cinco meses, porque me dijeron de la editorial que había un cupo para publicar en agosto", cuenta Francisca Solar a Culto/La Tercera. "Siempre escribo en tres etapas: primero hago la investigación, que es recopilación de datos; después por lo menos un mes de estructura y ahí con eso listo me pongo recién a escribir", agrega Solar quien es popular en redes sociales, tiene casi 10 mil seguidores en Instagram y más de 26 mil en Twitter. Hace algunas semanas, la escritora se vio envuelta en una polémica luego que un lector le preguntara por Twitter, de dónde podía "bajar el Pdf de su libro".
¿Cómo nació la novela?
La idea de la novela la tenía hace mucho tiempo. Quizá nació cuando vi la película Los otros, de Alejandro Amenábar. Esa vez fue la primera vez que vi en pantalla una fotografía mortuoria, no sabía que existían. Ahí empecé a investigar y fue una idea que quedó. Y me dije, que si quería volver a la vitrina con una novela para adultos, quería que fuese con terror histórico.
La muerte está muy presente en la historia…
La sociedad del siglo XIX tenía una visión sobre la muerte que era mucho más normalizada y ceremonial. No tenía el morbo ni el pánico que tenemos hoy con la muerte. En esos años eran vidas muy cortas por eso la muerte era algo habitual. La esperanza de vida en Europa era de 40 años, en Chile era de 28 años.
¿Es cierto que desde hace dos años se dedica solo a la literatura?
Hace dos años dejé el periodismo para poder dedicarme 100% a la literatura. Es una decisión que hay que tomar en algún minuto, porque se hace insostenible tener esta doble vida. Es una decisión sacrificada, pero no me veo haciendo otra cosa, esta es mi pasión. Hago talleres, charlas, clases y trabajo haciendo fomento lector en colegios, ya que varios de mis libros son lecturas complementarias. Esa es la fórmula que encontré para vivir. No necesariamente de la venta de libros, que es lo último que uno considera.
Es popular en redes sociales.
Sabes que se tiene una idea glamorosa de la literatura, de que ser escritor es ser millonario. Y me ha pasado, desde hace muchos años, que la gente me pide consejos, me ve cara confiable, entonces gente común y corriente, lectores, me cuentan sus problemas y por eso tengo un programa en Instagram, Fuck The Police, donde hablo de diferentes temas. Por ejemplo, en el primer programa hablamos de éxito versus fracaso. Además, es una excusa para regalar libros. Hago sorteos. Tengo una relación cercana con mis seguidores.
¿Le complicó la polémica de Twitter, del joven que le pidió el libro?
Lo que pasa es que Twitter no es un lugar de razonamiento. Hay una funa distinta cada día. Mucha gente que saltó con este tema defiende el robo y eso es lo impactante. Está la piratería por necesidad, por ignorancia y por desidia. La piratería por ignorancia y desidia no son tolerables nunca. Pero la piratería por necesidad es otra cosa. En este país los libros son muy caros, tenemos una red de bibliotecas maravillosas, pero que todavía no alcanza a llegar a todos lados. Ojalá todo el mundo tuviera acceso al libro en Chile, pero no es así. Yo he firmado muchos libros piratas y he ido a escuelas vulnerables donde el curso completo tiene el libro pirata. Ahí la responsabilidad es del padre o del profesor, pero no del niño. Y no hay que perder de vista que Twitter es una representación súper limitada de la realidad. Hay mucha gente que cree que por el arte no se debe pagar. Ahora el nivel de desfachatez es heavy de una persona que va donde el autor a pedirle una copia pirateada.
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La novela
Los últimos días de Clayton & Co.
publicada por editorial Planeta (2019).[/caption]
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