Bernadette Fox lucha a diario para no derrumbarse. Solía ser una respetada arquitecta, galardonada incluso con el premio MacArthur, pero la demolición de su más famoso edificio la obligó a retirarse antes de tiempo. A sus 50 años, decide mudarse desde Los Ángeles a Seattle junto a su esposo, Elgie, un exitoso ingeniero que trabaja para Microsoft, y su hija adolescente, Bee. El giro en su vida la tiene ahora bajo el efecto de los ansiolíticos y presa de un insomnio crónico que roza el delirio.
Agorafóbica y misántropa, además, su interacción más directa con el mundo exterior sucede a través de una pantalla, con un asistente personal radicado en India con quien intercambia mensajes de texto. Días antes de emprender un viaje familiar a la Antártida, sin embargo, Bernadette se borra del mapa: su hija hace hasta lo imposible por contactarla, mientras ella intenta reconectarse con sus propias y olvidadas pasiones.
"Brillante, un poco errática, aunque luchadora. Ella sufrió", dijo días atrás el cineasta estadounidense Richard Linklater (1960). Se refería a Diane, su madre, quien falleció en 2017, aunque la descripción calza también con el personaje que Cate Blanchett encarna en su nueva película, ¿Dónde estás, Bernadette?, que hace dos semanas debutó en EEUU. El próximo jueves lo hará en salas locales.
Linklater ha dirigido algunas de las cintas independientes más experimentales y elogiadas por la crítica, como la trilogía iniciada en 1995 con Antes del amanecer. También Boyhood (2014), que fue grabada a lo largo de 12 años y por la que ganó dos Globos de Oro, el Oso de Plata en Berlín al Mejor director y el Oscar para Patricia Arquette como Actriz de reparto. Ahora vuelve con esta nueva historia, basada en la novela homónima de la escritora estadounidense Maria Semple del año 2012.
"Cuando leí el libro, la locura de Bernadette me recordó un poco a mi madre", contó al diario Star Tribune el director, cuya última cinta fue Reencuentro (2017). "Nunca dudé de su amor y del apoyo para mí y mis hermanas, pero sí de vez en cuando se escapaba de casa. Supongo que suena aterrador, pero fue solo parte de nuestras vidas".
Bernadette también necesita acallar sus demonios y reencontrarse con la inspiración, pero en el camino la invade la idea de haber postergado su vida. "Ella se dedica a su hija a tiempo completo, y así fue como me sentí con respecto a mi madre", sostuvo Linklater.
Contada a través de una colección ficticia de materiales de archivo, entre e-mails, cartas, recetas médicas y mensajes de texto, el director extrajo y escenificó los eventos de la novela. Y, aunque la crítica se ha rendido ante las actuaciones de Blanchett y el resto del elenco, donde también figuran Billy Crudup y Kristen Wiig, no ha pasado por alto ciertas inconsistencias en la historia llevada a la pantalla.
"Una confusa comedia de Linklater", consignó Variety. The New Yorker fue más allá: "La película elimina más o menos toda la sustancia en esta historia, dejando la relación central de la película, la marital, completamente opaca. (...) Lo principal es la energía de los actores, cuyo fervor es impresionante y deprimente: ellos se ven obligados a hacer el trabajo que Linklater no dedica a desarrollar en la historia o los personajes".
El cineasta, en tanto, quien ya anunció un nuevo proyecto cinematográfico que filmará en un periodo de 20 años, ha dicho que pasó más tiempo editando esta que cualquier otra película suya. "El proceso de adaptación nunca terminó realmente. No soy el tipo de persona que lo encuentra en la sala de edición. Fue un proceso escultórico".
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