"Número uno, no creo que hagamos felices a todos. Simplemente no hay forma de hacerlo". Las palabras son de Francis Lawrence, director de videos musicales hasta 2005, época en que dio un paso mayor. Ese año se estrenó en las salas de cine de todo el mundo Constantine, película basada en Hellblazer de DC Comics que Lawrence dirigió.
Protagonizada por Keanu Reeves y Rachel Weisz -además de la participación de Shia LaBeouf, Tilda Swinton y Peter Stormare-, Constantine repasa la historia de un exorcista (Reeves) que estuvo muerto por dos minutos, tiempo en el que conoció el infierno. En el transcurso de la historia ayuda a la detective Angela Dodson (Weisz) a clarificar el suicidio de su hermana gemela, eje en el cual aparecen ángeles, demonios y el Diablo.
Fuera de ese motivo, Constantine como película instala algunas interrogantes. O, mejor dicho, vuelve ambiguos algunos límites, algo que el mismo director buscó desde el principio. "En realidad se trata de difuminar las líneas entre 'el bien', 'el mal' y las percepciones de la gente sobre estos conceptos (...) hay un personaje que podría describirse como malvado pero cree que es realmente bueno (...)", contó Lawrence al portal Horror.com, añadiendo que "lo que me gusta de la película es que no es solo blanco o negro, ya que esas líneas son borrosas".
Lo que no es borroso y que puede llamar la atención a quien no esté familiarizado con el universo de John Constantine es la representación del tránsito a otros mundos, particularmente el infierno. Siempre con agua de por medio, ya sea ayudado por un gato o un golpe de corriente, los "viajes" del personaje interpretado por Keanu Reeves son recurrentes.
Cabe destacar que el primer actor considerado para interpretar a John Constantine fue Nicolas Cage. De hecho, fue parte de la preproducción junto al director Tarsem Singh. Sin embargo, ambos abandonaron el proyecto. Tras ello, Mel Gibson y Kevin Spacey también pudieron tomar el rol protagónico, el que finalmente quedó en manos de Reeves.
Tras su estreno y hasta el día de hoy, Constantine ha recibido valoraciones dispares. Por un lado, los seguidores de Hellblazer no están de acuerdo en todas las libertades que tomaron para esta adaptación cinematográfica (partiendo de las características físicas del protagonista -basadas en Sting- y geográficas de la historia hasta la omisión de personajes, algo que, dicen, ha corregido la adaptación televisiva de 2014); por otra parte, algunos creen que la elección de Reeves fue certera, ya que le otorgó al personaje de John Constantine un aura más mística y lúgubre, además de otras actuaciones que sobresalen, como las de Tilda Swinton y Peter Stormare.
Potenciando esa imagen más triste y solitaria, es que la banda sonora se desapega de canciones de bandas/solistas, priorizando el trabajo de partituras. Ahí, Brian Tyler (Avengers: la era de Ultron) y Klaus Badelt tuvieron a disposición una gran orquesta. Solo en el conjunto de cuerdas había más de 110 músicos. En los coros, 37 cantantes pusieron sus distintos registros. Además, gran presencia de percusiones y bronces acompañaron la partitura de Constantine.
Aún así, y considerando lo anterior, hay algo que pudo haber cambiado radicalmente el rumbo de la historia, dándole más profundidad: las escenas eliminadas. De hecho, por la inclusión de estas en la versión en DVD de la película se supo que la actriz Michelle Monaghan tenía un rol bastante más elaborado en Constantine y que finalmente se redujo solo a una parte breve, "porque uno de los elementos clave de esta película es la soledad de Constantine", afirmó el director. Meses más tarde, Monaghan sería parte importante de Kiss Kiss, Bang Bang.
Entrevistado por Variety en mayo de este año, Keanu Reeves reveló algo interesante sobre Constantine:
-"¿En qué otra película te gustaría viéndote volver?"
-"Siempre quise interpretar a John Constantine de nuevo"
-"¿Por qué?"
-"Me gustó ese universo y también el personaje. Fue divertido tomar ese rol en ese mundo".
¿Debería volver Reeves a meterse en la piel de John Constantine para hacer algo más cercano a la historia original o mejor dejar todo como está? El tiempo lo dirá.