El difícil Municipal al que llega su nueva directora

Hace 13 años y cuatro meses, a fines de mayo del 2006, el entonces alcalde Raúl Alcaíno decidió cancelar la temporada de ópera y ballet del Teatro Municipal. Una deuda cercana a los 5 mil millones de pesos, el no pago de honorarios a músicos y las paralizaciones correspondientes como forma de protesta habían provocado también la renuncia del director titular Max Valdés. El conductor lo hizo después de que se abortaran las presentaciones de la ópera Otello de Verdi, que sólo tuvo tres funciones.

Toda aquella batahola de proporciones fue presenciada en vivo y en directo por Carmen Gloria Larenas (1968), quien era jefa de prensa del Teatro Municipal.

Más de una década después, la periodista, ex bailarina y actual directora artística del Teatro del Lago regresa al recinto de Agustinas en medio de una crisis probablemente mayor: la deuda es ahora cercana a siete mil millones de pesos, aunque el actual alcalde Felipe Alessandri está lejos de tomar las drásticas medidas que en su momento emprendió Raúl Alcaíno.

Los ocho años en que Carmen Gloria Larenas estuvo en el área de comunicaciones del Teatro Municipal fueron el prólogo de una tarea que desde noviembre significará hacerse cargo de una institución en estado de emergencia. Además de su millonaria deuda, los auspicios han caído fuertemente desde el 2005: de los 4 mil millones de pesos se pasó a alrededor de mil millones en este momento.

Esta crisis también habría aumentado, de acuerdo a la Municipalidad de Santiago, debido a los reajustes salariales de los trabajadores. Sin embargo, fueron los propios empleados del Municipal los que pagaron las primeras consecuencias del plan de ajustes que significó el despido de 59 personas a mediados de julio pasado.

En ese sentido hay que agregar un dato biográfico importante sobre la mujer que reemplazará al francés Frédéric Chambert: desde los 14 a los 24 años estuvo en el Ballet de Santiago, pasando de estudiante a pre-aspirante y bailarina. Es decir, también conoce la mecánica lejos de las oficinas administrativas, en el escenario o en sala de ensayos.

Larenas, que entre el 2007 y el 2009 fue directora ejecutiva de la Corporación Cultural de Lo Barnechea (COBA), tendrá no sólo que cuadrar los números financieros del Municipal, sino que reencantar a una audiencia que ha mermando en los últimos años. En ese sentido, la temporada lírica del 2020, ya definida por Chambert, puede jugar a su favor: hay títulos "oreja" del repertorio clásico, entre ellos La flauta mágica de Mozart y Lucia di Lammermoor de Donizetti.

Quien conoce muy de cerca a Carmen Gloria Larenas es Alejandra Kantor, actual directora de la Fundación de Orquestas Juveniles (FOJI). "Trabajamos varios años juntas en el Teatro Municipal, ella como jefa de prensa y yo como coordinadora artística", dice Kantor.

"Creo que su llegada al Teatro Municipal es un reconocimiento a su experiencia en la programación. Es una muy buena noticia para el ballet, una disciplina que ha sido menos valorada", añade.

El propio director Max Valdés coincide con Kantor: "La conozco desde hace varios años y tengo mucho respeto por ella y por lo que ha sido su gestión al frente del Teatro del Lago". Valdés, actual titular de la Sinfónica de Puerto Rico añade: "Estoy seguro que afrontará los problemas con dedicación y eficiencia. Será una persona dialogante. Todos esperamos que logre sanar las finanzas del Teatro. Eso es una ardua tarea".

Otro músico con una perspectiva sobre el futuro es el director José Luis Domínguez, quien conducirá la próxima semana el ballet La casa de los espíritus. "La conozco mucho, ha hecho un gran trabajo en el Teatro del Lago. Es una mujer directa, eficiente y joven", afirma. El ex director de la infónica Nacional Juvenil también se atreve a dar un consejo: "Es bonito tener invitados extranjeros en el Municipal. Pero créanme cuando digo que lo mejor ahora es potenciar los cuerpos estables de orquesta, coro y ballet".

La era de Frédéric Chambert deja, entre sus logros, el estreno de obras chilenas, en particular la ópera El Cristo de Elqui, del compositor Miguel Farías. El conductor chileno y Premio Nacional de Música Juan Pablo Izquierdo fue nombrado "director emérito" durante la gestión de Chambert y valora su aporte. "Cada vez que hubo que programar conciertos, Chambert siempre apoyó la presencia de composiciones chilenas", dice. "Aún me acuerdo cuando yo estaba en un ensayo y él apareció y se presentó. Fue un gran gesto, pues antiguamente existía una separación muy evidente entre el segundo piso administrativo y el resto del teatro", agrega.