Escenas históricas en miniatura: la obra de Zerreitug, el artista de los dioramas del metro

Especializado en las maquetas históricas ubicadas en distintas estaciones, Rodolfo Gutiérrez postula por segunda vez al Premio Nacional de Artes que se entrega este miércoles en el MAC.


En sus más de 50 años de trayectoria, Rodolfo Gutiérrez Schwerter, más conocido como Zerreitug (Gutiérrez al revés), ha hecho alrededor de 100 dioramas. Un arte que comenzó a trabajar a principios de los 80, cuando hizo por primera vez esas maquetas con figuras de madera que representaban distintas escenas de la historia de Chile, para un proyecto de la Casa Colorada. Actualmente, su trabajo es de fácil reconocimiento en las distintas estaciones del Metro de Santiago, lugar que se ha transformado en una de sus principales vitrinas. Repartidas en toda la red, se exhiben 24 dioramas que rescatan la historia de cada lugar.

"Cuando empecé con los dioramas me metí de forma directa en la historia", dice el artista, quien es uno de los candidatos al Premio Nacional de Artes, que se entrega este miércoles 4 de septiembre. "Para cada diorama yo tengo que estudiar mucho la historia.Tienen que ser muy estrictos en cuanto a la verdad de lo que se está presentando, no puedo inventar algo. Los dioramas son todos muy fidedignos", añade el artista.

Si bien Rodolfo Gutiérrez estudió contabilidad, nunca se dedicó a ello. Desde que tenía 20 años comenzó a hacer figuras en madera para vender. Y le fue bien. Las primeras que hizo eran soldados y cowboys, los mismos que dibujaba de niño en sus historietas. "Todos mis personajes prácticamente eran históricos", cuenta.

Los dioramas vinieron más tarde, tras un viaje a Nueva York, donde visitó el Museo de Historia Natural y vio por primera vez este tipo de representaciones. Unas especies de maquetas con gran cantidad de figuras que representaban de manera casi real escenas de la historia. "Llegué de vuelta a Santiago justamente cuando se estaba restaurando la Casa Colorada, fue una época precisa para ofrecer este sistema para mostrar la historia de Chile y de Santiago", dice Zerreitug.

Sus primeros dioramas se exhibieron ahí, en 1979, en el Museo de Santiago de la Casa Colorada. Después hizo otros que le encargaron desde Concepción. Sin embargo su vitrina más habitual ha sido la del Metro de Santiago, donde en 1987 inauguró en la estación Cal y Canto el primero de muchos dioramas que la gente puede ver hoy en el transporte subterráneo.

Sus trabajos más recientes han sido los dioramas instalados en la línea 3 del Metro, en las estaciones Plaza Chacabuco y Los Libertadores. Al igual que en cada una de sus obras, Zerreitug rescata la historia del lugar. Primero se dedica a investigar y luego presenta un diseño. En total la realización de un diorama tarda entre 3 y 4 meses, dependiendo de las dimensiones y cantidad de figuras que lo conforman.

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Diorama Camino del Inca, en la estación Plaza Chacabuco.[/caption]

"Yo he hecho muchos dioramas. En estos años nunca hay una figura de relleno. Los dioramas tienen en promedio 30 figuras, algunos tienen 100, otros 20, no hay ninguna repetida, no se encuentra ninguna figura igual a otra. Eso es lo que les da algo muy real", explica Zerreitug.

Sin conocer a ninguna otra persona que se dedique a hacer dioramas de este tipo, Zerreitug se ha encargado durante el último tiempo de enseñarle a sus hijos la técnica. Ambos dedicados al mundo audiovisual han apoyado a su padre en el registro de su obra, pero el artista también busca traspasar la tradición artística que ha desarrollado durante años.

Candidato al Premio Nacional por segunda vez (antes fue el 2017), dice estar agradecido de la recepción que ha tenido su obra. "No me puedo quejar del reconocimiento del público que me ha acogido muy bien. Para mí sería muy importante y bonito recibir el Premio Nacional de Artes".

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