Sólo unos pocos artistas populares, como Luis Jara en 2006, habían pisado en ese entonces el Teatro Municipal de Santiago, terreno reservado en aquellos años casi en exclusiva para expresiones artísticas ajenas a lo masivo. Pero Los Tres también lo hicieron.

En mayo de 2008 debutaron en uno de los escenarios más prestigiosos del país con un alabado montaje junto al Ballet de Santiago, donde sus canciones musicalizaban las coreografías del cuerpo de danza. El éxito del espectáculo, bautizado como 30 & Tr3s horas bar, fue tal que al año siguiente lo replicaron en el mismo lugar e incluso lanzaron un DVD con el registro.

A diez años de esa última vez, los penquistas volverán al declarado monumento nacional el próximo domingo 17 de noviembre. Claro que esta vez el retorno será para festejar un hito mucho más personal: el cierre de la gira de celebración por las dos décadas de su peak creativo, el disco Fome (1997). Las entradas salen a la venta este lunes 9 de septiembre por Puntoticket.

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En rigor, la banda festejará el aniversario 22 de su cuarta entrega discográfica, ya que en 2017, tras anunciar el tour conmemorativo, los temas relativos a la salud de Álvaro Henríquez frenaron la agenda. Solo una fecha alcanzaron a hacer en octubre de ese año en el casino Enjoy de Antofagasta.

Sin embargo, el hito musical merecía festejo, y tras la recuperación del vocalista, el conjunto se embarcó en su primera gira por el país tras 18 meses con un show el pasado 5 de julio en Temuco, de ahí partieron a Los Ángeles en agosto y siguieron fechas en Concepción, Viña del Mar y Puerto Montt, más la de este viernes 6 que realizarán en Coquimbo.

Elogios

De alguna manera, la agrupación está estimulada por los buenos resultados de la iniciativa. El 10 y 11 de mayo, los festejos por Fome se inauguraron en el Teatro Coliseo de Santiago, con fechas repletas y un sólido estado artístico y escénico de parte del cantante, sin mayores fisuras. Además, con una escenografía que aludía a los colores y la simbología del disco, los músicos repasaron todo ese cancionero grabado entre los bosques de Woodstock, el que incluye hits como "Bolsa de mareo", "Olor a gas", "La torre de Babel" o "Me arrendé", además de otras piezas menos exploradas, como "Fealdad", "Silencio", "Pancho" o "Largo".

"Fueron dos teatros llenos que al Álvaro y a todos nos vinieron muy bien", reconoció Roberto "Titae" Lindl, el bajista y el otro rostro histórico de la banda, en una reciente entrevista con La Tercera al rememorar los dos conciertos capitalinos. Incluso, por esos días, nos descartaba llevar su obra cumbre a México, donde goza de un amplio estatus de culto. "En diciembre volvemos a México, con un festival en Puebla y creo que vamos a hacer algo con el Fome en Ciudad de México también", prometió.

¿Nuevos festejos?

Por estos días los hombres de "Tírate" han subido a sus redes sociales una publicación reciente de la revista Rolling Stone donde se menciona a La sangre en el cuerpo (1999) como uno de los 10 discos esenciales de rock en español de ese año. Los calificativos incluyen líneas como: "El álbum explora los colores más brillantes y oscuros del amor, pero con una carga de pop cursi".

Aunque no existen intenciones oficiales, las dos décadas de La sangre en el cuerpo puede quizás ser el próximo proyecto: los penquistas en los últimos años han tributado a sus discos más reconocidos, un gesto de reverencia y nostalgia hacia un capítulo mayúsculo de la música chilena que parece aún no extinguirse.