Ha realizado más de 100 dioramas a lo largo de su carrera. A principios de los años 80, Rodolfo Gutiérrez Schwerter (75), más conocido como Zerreitug (su apellido al revés), hizo por primera vez esas maquetas con figuras de madera que representaban distintas escenas de la historia de Chile, para un proyecto de la Casa Colorada. Hoy su trabajo es reconocible principalmente en las estaciones del Metro de Santiago, lugar donde actualmente se exhiben 24 dioramas repartidos en distintas estaciones de la red.

"Cuando empecé con los dioramas me metí de forma directa en la historia", dice el artista, quien es uno de los candidatos al Premio Nacional de Artes, que se entrega hoy.

"Para cada diorama yo tengo que estudiar mucho la historia, tengo que informarme muy bien. Los dioramas son todos muy fidedignos", añade.

Estudió contabilidad, pero nunca trabajó en ello. Desde niño, Zerreitug tenía gusto por el dibujo y la historia. "Casi todos mis personajes eran históricos", cuenta. Luego, a los 20 años comenzó a vender figuras hechas de madera, también de personajes históricos. Los dioramas vinieron más tarde, tras descubrirlos en un viaje a Nueva York.

"Llegué de vuelta a Santiago justamente cuando se estaba restaurando la Casa Colorada, una época precisa para ofrecer este sistema que mostraba la historia de Chile y de Santiago", dice Zerreitug.

Sus trabajos más recientes han sido los dioramas instalados en la línea 3 del Metro, en las estaciones Plaza Chacabuco y Los Libertadores. Al igual que en cada una de sus obras, Zerreitug rescata la historia del lugar. Primero se dedica a investigar y luego presenta un diseño. En total la realización de un diorama tarda entre 3 y 4 meses, dependiendo de las dimensiones y cantidad de figuras que lo conforman.

Candidato al Premio Nacional por segunda vez, Zerreitug señala que "no me puedo quejar del reconocimiento del público que me ha acogido muy bien. Para mí sería muy importante y bonito recibir el Premio Nacional de Artes".