2019 parece ser el año en el que la figura de Pedro Lemebel (1955-2015) estaba destinada a plasmarse en una multiplicidad de hitos y formatos tan diversos como el mismo autor. El documental de Joanna Reposi que se estrenó en Berlín llegó hoy a salas locales, tras ser premiado como mejor Película Chilena en SANFIC. A su vez, la sobrina del autor inscribió la marca de productos y servicios "Lemebel" en el Diario Oficial.
Al autor de Tengo miedo torero le atraía la versatilidad de los espacios y embarcarse en proyectos que lo llevaran a otros universos, al menos en lo artístico. Así fue como Milan Boyarski, autor que ha preferido mantener su identidad bajo seudónimo, lo convenció en 2010 de adaptar la crónica Ella entró por la ventana del baño para una primera edición de la novela gráfica que ahora, nueve años más tarde, se publica nuevamente a través de LOM Editores.
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Página interior de Ella entró por la ventana del baño.[/caption]
¿Cómo se originó el proyecto?
Fue un proceso de muchos años. Nos conocíamos porque éramos parte de la misma tribu artística cultural y teníamos amigos en común, entonces nos veíamos siempre en cumpleaños y eventos. Mi idea inicial era hacer una película animada con sus relatos, quería ofrecerle algo novedoso así que ya en los 90 empecé a buscarlo. Varias veces le comenté la idea, pero él no estaba ni ahí. Era muy cauteloso de ver a quién se acercaba, hasta que un día le propuse ir a su casa a buscar una crónica que le acomodara.
Fue así como, en su terraza y tomando té, el mismo Lemebel insinuó el relato protagonizado por Toño, un adolescente del Santiago periférico y poblacional en plena dictadura. Con eso definido, Boyarski le presentó después la adaptación que daría el vamos para continuar con las imágenes. "Empezamos a trabajar juntos la visualidad y con el tiempo me mostró unos trabajos suyos parecidos a los que con Ricardo Molina, el ilustrador, estábamos presentando. Así se zanjó el proyecto. Además, creo que algo crucial fue cómo retratar la pobreza. En la primera edición hay relatos en que el personaje tira piedras al Zanjón de la Aguada, y yo de chico recuerdo haber visto a los niños jugar a tirarle piedras a los guarenes. Era la entretención, y esa pobreza la vivimos los tres por distintas razones, no la inventamos", comenta Boyarski.
Si bien hubo consenso inmediato en lo estructural del proyecto, también hubo elementos que desde un principio estuvieron fuera de discusión. Es que había cosas que Pedro Lemebel simplemente no tranzaba y algunas de ellas fueron mantener los nombres de los protagonistas en su relato y escenas que a ojos del adaptador parecían difíciles de digerir por un público general. "Yo le decía 'Pero Pedro, es para niños', y me respondía 'No, o sino no'. Su vida le había mostrado que tenía que ser duro de repente. Para mí, lo más importante era presentar una versión favorable al formato, porque la prosa de Pedro da para mucho y puede ser súper intensa. Había que buscar un término medio y que él se sintiera cómodo era el corte".
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Pedro Lemebel asistió al lanzamiento del libro, en 2012. Fue presentado por sus autores (derecha) y por Marco Antonio de la Parra.[/caption]
Trabajaron juntos durante más de un año, hasta que finalmente llegó el día del lanzamiento el 5 de abril de 2012. El público se instaló en sus asientos, el reloj corría y Pedro Lemebel brillaba por su ausencia en el Cine Arte Alameda. En medio de la expectación y duda, entró solo. El silencio de la sala hacía oír aún más fuerte sus zapatos con taco aguja. Tomó asiento y se dispuso a leer. "Leyó su crónica completa, lenta y pausadamente. Quizás como forma de hacernos ver que era su trabajo, su voz lo que había iniciado todo, lo central", recuerda Boyarski y agrega: "Más tarde firmó decenas de libros, estaba contento. De hecho, trabajábamos en una segunda historia cuando murió. Postulamos al Fondart y tuvimos un puntaje de 99.75%, pero ese año en Santiago todos los proyectos cortaban en el 100%. Íbamos a apelar, pero no alcanzamos y todavía está pendiente".
¿Qué trata esa historia y por qué adaptarla?
Es otra crónica ilustrada del Pedro, enfocada más en la ciudad y la infancia. Pedro tiene una visión bien compartida de esa etapa en un ambiente que puede ser disfuncional o de sentirse distinto, sensible. Sus crónicas son un proceso de revisitar la ciudad y los personajes que ves día a día con un lenguaje audaz y respetuoso. Con Pedro hay que ir por sobre lo que él mismo presenta. Su valentía, sensibilidad y sarcasmo buscaba elevar la dignidad del ser humano, nunca hizo su trabajo para glorificarse a sí mismo.
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Ella entró por la ventana del baño
Autores: Pedro Lemebel, Milan Boyarski y Ricardo Molina
LOM EDITORES
104 páginas
$10.000[/caption]