Veintisiete años han pasado desde que aquel engendro demoniaco, que suele materializarse en la forma del payaso Pennywise, fuera derrotado por los chicos del Club de Los Perdedores; pero todos saben que el pasado es obstinado y siempre vuelve, con más fuerzas y ganas de revancha en todos aquellos que han intentado dejarlo atrás.
Segunda parte del batatazo de taquilla que significó en el 2017 IT Capítulo 1, esta vez su director, Andy Muschietti, opta por una estructura más cercana a la del libro, es decir, un relato a horcajadas entre pasado y presente. Esta decisión demuestra pronto su eficacia, al lograr por momentos que las temporalidades se fundan y entremezclen, aumentando de manera efectiva los miedos y traumas que experimentan los hoy adultos Perdedores. Es también gracias a esta estrategia que la película logra salirse con la suya de iniciar el relato de manera vertiginosa, donde ningún personaje es realmente presentado, pero al ser identificado con su contraparte menor, logra crear rápida empatía.
Al igual que en la entrega anterior, aquí el fuerte recae en el trabajo de los actores. James McAvoy, Jessica Chastain, Bill Hader, James Ransome están perfectos en sus roles, todos viviendo experiencias catárticas relativas a su juventud. Después de lo vivido, ninguno de los implicados necesitará terapia nunca más en su vida.
Pero no importan los actores o la historia si una película de terror no asusta. En esta área el resultado no difiere demasiado de la primera parte. Un relativo abuso del jump-scare que a larga juega en desmedro del resultado y una narración atiborrada que no da pausa y casi no deja tiempo para reflexionar; es como si Muschietti le temiera al silencio, a la observación y a la pausa. Eso sí, posee un par de secuencias de terror y suspenso que humedecen las palmas de las manos, y es que la gama de sustos es tan variada - bichos repulsivos y viscosos, payasos asesinos, ancianas saltarinas desnudas, seres que aparecen desde la oscuridad -, que alguno de los sustos acaba dando en el blanco.
Así como It 1 era una historia acerca de la muerte de la niñez, la imposibilidad de volver a habitarla y el traumático paso a la adultez, este Capítulo Dos habla de ese pasado incansable que aún vive en el presente y el cual, a la larga, nos hace quienes somos. En este sentido esta adaptación es precisa en leer y traspasar el alma del libro en que se basa. Entiende que pueden existir muchos terrores ahí afuera al acecho, pero los de temer son los que se cargan en el interior sin reconciliar.