Friends: 25 años después

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El próximo 22 de septiembre se cumple un cuarto de siglo del debut en Estados Unidos de la serie que continúa seduciendo a viejas y nuevas audiencias. "Su clave es que es un espacio sobre la amistad ", afirma Kelsey Miller, autora del más reciente libro sobre el programa.


"Inspirados en el mítico café de la serie de los 90 Friends, nuestro local es un lugar de encuentro entre amigos en torno a un buen café". Desde hace dos años, en Las Condes, a cuadras de un Starbucks y a dos de un Juan Valdez, se ubica Central Friends, un espacio que busca, como se lee en su página web, replicar a más de 8.000 km de Nueva York al Central Perk, la locación clave de uno de los programas más indelebles de la TV estadounidense.

¿La clave tras esa cualidad de Friends para seguir provocando este tipo de homenajes? Quizás la nostalgia que inspira en quienes superaron la barrera de los 40 años -que ya hace un tiempo saltaron de la melancolía por los 80 a los 90, con su grunge, camisas anchas y consolas Nintendo-, o simplemente el mundo real que reflejaba, por donde se movían sus seis jóvenes protagonistas.

Como la misma Mónica (Courteney Cox) le afirma a una desconsolada Rachel (Jennifer Aniston) al finalizar su primer capítulo: "Bienvenida al mundo real. Es una mierda. Te va a encantar".

Ese primer episodio del programa se estrenó el 22 de septiembre de 1994 y fue visto por 22 millones de personas en Norteamérica, algunos meses después de que los escritores neoyorquinos David Crane y Marta Kauffman buscaran inspiración para un nuevo programa en los recuerdos de su experiencia tras salir de la universidad, cuando, un poco perdidos en el mundo adulto, encontraron compañía y consuelo en sus amigos.

En solo siete páginas, Crane y Kauffman hicieron un resumen para introducir su propuesta a los ejecutivos de Warner, bautizada como Insomnia café. "Es una serie acerca de seis personas de veintitantos años que se juntan en su cafetería local", se leía, para continuar con: "Trata sobre el sexo, el amor, las relaciones, las carreras… Una época de tu vida en la que todo es posible, algo muy excitante y a la vez atemorizador… Y trata sobre la amistad, porque cuando eres joven, y estás soltero, y vives en la ciudad, tus amigos son tu familia".

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"Cierto, no era más que una telecomedia un poco a la antigua, y en muchos sentidos no se parecía en nada a mi propia experiencia vital. Pero en lo fundamental sí se parecía. Era una serie acerca de la amistad. Una serie que, como los viejos amigos, nunca te abandonada del todo", se lee en la introducción de I'll be there for you  -disponible en librerías nacionales-, uno de los más recientes y bien documentados libros sobre el programa, después de ejemplares con recetas de los platos que comían sus protagonistas o 120 preguntas solo para fanáticos.

En conversación con La Tercera, su autora, la periodista y escritora estadounidense Kelsey Miller, afirma que fueron varias las claves que hicieron de Friends un programa de televisión de culto, con fanáticos alrededor del planeta. "Hay muchos elementos que hacen que el programa sea popular en todo el mundo, incluida la química del elenco y la calidad de la escritura", aunque agrega que para ella lo esencial es que es un espacio sobre la amistad. "¡Ese es todo el concepto! Y todos, sin importar dónde o cuándo estén mirando, pueden reconocer la amistad. Resuena con todos y es universal y atemporal".

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Pero a lo largo de sus 10 años en pantalla, y 236 episodios, el espacio en torno a las vivencias de Mónica, Rachel, Ross (David Schwimmer), Phoebe (Lisa Kudrow), Chandler (Matthew Perry) y Joey (Matt LeBlanc) también sumó detractores -la mayoría seguidores de Seinfeld, la otra comedia del momento, igualmente ambientada en Nueva York, pero donde tu amigo no estaría ahí cuando lo necesitases-, y pasajes más oscuros.

Entre ellos, el momento en que asociaciones de EE.UU. relacionadas con las minorías, mucho antes del #MeToo, hicieron notar la falta de actores afroamericanos en el elenco y los habituales chistes homofóbicos.

Los mismos que Miller hace notar en su libro, ya que piensa que cuando algo es tan popular como Friends, "es crucial examinarlo desde un punto de vista crítico y tenerlo en cuenta". "Siempre planeé incluir estos temas. Son parte de su legado y el impacto que tuvo en toda la comedia televisiva. Muchos fanáticos se ponen a la defensiva cuando surgen temáticas como la falta de diversidad y la homofobia, pero creo que es necesario reconocer los defectos en las cosas que amamos".

Llegada en viejas y nuevas generaciones

Y a pesar de sus errores, al cumplir un cuarto de siglo esta sitcom sigue muy viva, como un gran referente de la cultura pop -hasta 2010 el corte de pelo de Rachel era el favorito de las británicas y hoy, en las tiendas de un retail local, se puede comprar una polera con Ross disfrazado de armadillo- y parte esencial de la actual oferta televisiva.

Como quedó claro con las cifras millonarias que involucró su retorno desde Netflix, donde reencantó a las nuevas generaciones -con un visionado de 16 millones de capítulos al día-, a Warner y su plataforma de streaming HBO Max desde 2020.

Muchos seguidores, ante el retorno de otros clásicos como Will & Grace y Gilmore girls, han planteado la posibilidad de un revival de la serie, ante el éxito que consiguió en el streaming. Sin embargo, varias voces se han levantado para echar a tierra esos sueños, como aquellos que apuntan al hecho de que sus actores han logrado afianzar sus carreras lejos del programa, en especial Aniston, Kudrow y LeBlanc.

Kevin Bright, uno de los productores ejecutivos del espacio, en una conversación reciente con Saul Austerlitz, de The New York Times, aseguró que el regreso es casi imposible: "Hicimos un show sobre personas en su veintena. Y odio romper el encanto, pero ellos ya no son veinteañeros, ya están en sus 50". O quizás como el mismo Austerlitz afirma en su nota: "Friends simplemente no volverá por una razón: realmente nunca se fue".

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