Se dice que lograr un Oscar tiene que ver con instalar temas importantes en el momento indicado, pero también con conocer los mecanismos de selección en Hollywood. En ese sentido, las películas chilenas Araña y Ema son dos almas que se complementan.
La cinta elegida por el Ministerio de las Culturas para representar a Chile en su búsqueda del Oscar Internacional fue finalmente Araña, de Andrés Wood. Desplazó a otras en votación, como la mencionada Ema, de Pablo Larraín, pero también a Tarde para morir joven, el largometraje de Dominga Sotomayor premiado en el Festival de Locarno.
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A primera vista pareciera que la buena recepción internacional de esta última o la experiencia de la productora Fábula, en el caso de Ema (la misma compañía detrás de la ganadora del Oscar Una mujer fantástica), podrían haberle dado más posibilidades frente al trabajo de Andrés Wood.
La ecuación, sin embargo, no es tan simple. El crítico Pablo Marín, de La Tercera, lo plantea así: "Concuerdo en que los hermanos Pablo y Juan de Dios Larraín conocen bien la forma de hacer campaña en Estados Unidos. Sin embargo, es probable que Araña esté en un territorio de la historia de Chile (Allende y el Golpe) que tenga más interés para quienes dirimen en la Academia".
El periodista René Naranjo, crítico de Radio Bío-Bío, opina que las ventajas y obstáculos van por otro lado: "Creo que lo que le faltó a Araña fue entrar con fuerza al Oscar a través de un festival de primer nivel. Está en Toronto, pero generalmente ahí llegan filmes que vienen de otros festivales. Eso sí lo tenía Tarde para morir joven, que ganó Mejor dirección en Locarno. Por otro lado, sabemos que los hermanos Larraín saben muy bien cómo hacer carrera al Oscar, pero creo que a Ema le faltó un premio en Venecia. Si lo lograban, seguro que era la candidata chilena al Oscar".
Firme defensora de Araña es Isabel Plant, conductora de Radio Pauta. "No es descabellado elegir a Araña. Hay que recordar que los premios de la Academia son diferentes a los de los festivales de cine. Araña tiene una historia épica y una narrativa tradicional que les puede hacer más sentido a los votantes de Hollywood", dice.
En el mismo terreno se desplaza Ana Josefa Silva, crítica de El Mercurio: "Lo que suele premiar la Academia no es el lenguaje, sino los temas. Desde esa perspectiva el tópico de Araña creo que les puede interesar más que el de Ema".
Chile se llevó el Oscar a Mejor película extranjera con Una mujer fantástica en el 2018 y, bajo ese prisma, el crítico Christian Ramírez, de El Mercurio, advierte: "Siendo realistas, creo que va a pasar mucho tiempo antes de que Chile vuelva a obtener otro Oscar. No tiene nada que ver con la calidad de las películas, sino que con los tiempos de la Academia. Hay que pensar que Argentina obtuvo su segundo Oscar extranjero 24 años después de La historia oficial, que es de 1985".
