La noticia sacudió de golpe. Ric Ocazek, el frontman y mente tras The Cars, fue encontrado muerto en su residencia, tras un alarmante llamado al 911.
Entre sus deudos más reconocidos, esta ese cuarteto de muchachos emergidos desde Los Ángeles bautizados como Weezer, esa denominación que se le daba a los pequeños que sufrían de asma. Rivers Cuomo era uno de esos.
https://culto.latercera.com/2019/03/19/blue-album-mejor-disco-weezer/
Cuando en 1993 la banda fichó por Geffen Records —una pequeña división de Universal Music— y ellos, los veinteañeros más afortunados del post grunge, afinaban las maquetas de The Kitchen Tapes (registradas artesanalmente un año antes) apareció en sus caminos Ric Ocazek, acaso una leyenda de la industria.
Para él, autor de éxitos ochenteros como "Shake It Up" y "Drive", podría haber sido un trabajo más. Un encargo, el decimonoveno en su labor tras las perillas. Pero la historia fue distinta.
Cuando en 2014, la revista Magnet entrevistó a Ocasek por los veinte años del disco, dijo: "Escuché la cinta en el auto y pensé que eran fenomenales. Al no tener idea de cómo se veían, pensé que era una banda de heeavy metal con muy buenas melodías".
La admiración sería mutua. Weezer veía el trabajo de The Cars como fundamental, Ric era una especie de héroe y fue uno de los pocos nombres que los hizo abandonar la idea de grabar en el garage de siempre, buscando trastocar lo menos posible el espíritu original.
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Seguramente, se terminó de ganar la confianza de la banda por algo simple pero que definiría el sonido madre del cuarteto: cambiar la cápsula de sus guitarras para lograr un registro aún más brillante.
Ocazek le dio tintes autorales a los teclados de aquel futuro Blue Album (1994) e hizo sonar más potente que cualquiera las guitarras de Cuomo. Nunca, ni en sus posteriores aventuras con bandas como Bad Religion, volvieron a sonar así de grandes, así de puras.
https://youtu.be/wS0bWRnCWu0
Como dato anecdótico: mientras Ric trabajaba en otro disco visitó a la banda en su sala de ensayo y quisieron preparar algo especial, "entre burla y homenaje al mismo tiempo" diría años más tarde Jason Cropper, el ex guitarrista que no alcanzó a disfrutar de la fama. Una versión de "Just what I needed", aquel tempranero éxito de los Cars, sería la carta de presentación. "Fue algo bastante lindo", dijo décadas después el productor.
Los caminos de Ocazek y Weezer se volverían a cruzar años más tarde en el Green album (2001) y, como obra final, en Everything will be alright in the end de 2014.
La despedida
Tras enterarse de la muerte de su primer escudero, las cuentas oficiales publicaron:
"Toda la familia Weezer está devastada por la pérdida de nuestro amigo y mentor (...) produjo tres álbumes clave y nos enseñó mucho sobre música, grabación y creación de canciones. Aunque, lo más importante, es que nos mostró que uno puede estar en una posición de gran poder y, sin embargo, ser absolutamente humilde y tener el corazón más dulce de la industria".
https://culto.latercera.com/2019/09/16/ric-ocasek-causa-de-muerte/
"Ric fue muy amable con nosotros y nunca titubeó ni cambió nada en las tres décadas que trabajamos con él. Cuando era tu amigo, era para toda la vida y siempre fue tan generoso como pudo con su tiempo", continuaron.
"Hay un agujero enorme en el corazón de Weezer. Lo extrañaremos por siempre (...) descansa en rock y paz, Ric. Te amamos".
https://youtu.be/yy4WduOXPvE