En los últimos años, Brad Pitt ha hecho contadas apariciones en el cine. Por ejemplo, acaba de llegar a las salas con la cinta Erase una vez en Hollywood, de Quentin Tarantino, y se prepara para el estreno de Ad Astra: Hacia las estrellas (26 de septiembre), dirigida por James Gray. Antes de eso protagonizó la cinta War Machine (2017) de Netflix. Su trabajo en este último tiempo se ha centrado mayormente en la producción, a través de su compañía Plan B Entertainment.
"Ha sido mi pregunta en los últimos 15 años: 'Si voy a hacer un papel, ¿qué puedo aportar que alguien más no pueda hacer?' ", es una de las reflexiones que hizo en una extensa entrevista con la edición estadounidense de revista GQ, de la que además protagoniza su portada.
El actor, hoy de 55 años, también ha dedicado parte de su tiempo a ver películas, revelaron sus cercanos. Justamente uno de ellos, Jeremy Kleiner, copresidente de Plan B, contó que una de las cintas que más impactó a Pitt en los últimos años fue El Club, del cineasta chileno Pablo Larraín. "Él dijo: 'El Club. El Club es asombrosa. Esa escena en la que el tipo grita afuera de la casa, ¿sabes?'. Y yo estaba como, ¿viste eso? No es la película más conocida de Pablo Larraín. Es la menos conocida de sus películas que no están en inglés. Y él estaba profundizando en una escena específica. Eso ocurrió", comentó Kleiner, quien describe a Pitt como un sujeto de gran sensibilidad, de una "intensa hambre curatorial", según sus palabras.
Estrenada en 2015, El Club cuenta la historia de un grupo de sacerdotes que tras cometer actos impropios, permanecen en una residencia, escondidos de sus pecados, y bajo la supervisión de una monja. La cinta recibió varios reconocimientos, como la nominación a mejor película extranjera en los Globos de Oro, y el Oso de Plata del Gran premio del Jurado en el Festival de Cine de Berlín.
Sobre su presente el actor, quien hasta hoy carga con el título de "sex-symbol", comenta: "De lo primero que me he dado cuenta es que me estoy haciendo jodidamente viejo", bromea. "También que ahora soy más consciente del tiempo y de todas las experiencias que tengo acumuladas con la gente, tanto buenas como malas", continúa el artista, quien en los últimos años vivió una mediática separación de su esposa, la actriz Angelina Jolie, y se sometió a un tratamiento para dejar el alcohol. "También tienes muy presentes tus victorias y tus derrotas, aunque a medida que envejeces ninguna te parece para tanto. Pero, sobre todo, valoro mucho más con quién paso el tiempo y cómo lo paso. Eso es lo verdaderamente importante para mí", concluye.