La noche se anticipaba como otra jornada memorable para Game of thrones. Era su despedida final, no hay otra serie que haya acumulado tantos premios Emmy en sus vitrinas (59), y llegaba además bendecida por ser la máxima nominada de la ceremonia en una sola edición en su historia (32 candidaturas), de modo que el pronóstico era que tuviera una velada redonda. Pero lo fue solo hasta cierto punto. Sin matices, la gran triunfadora de 71° edición de los galardones y el nombre de quien todos amanecieron hablando desde Los Angeles al resto del mundo es Phoebe Waller-Bridge (34), la creadora de la comedia negra Fleabag, que reinó con cuatro premios.
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Phoebe Waller-Bridge en la ceremonia de los Emmy 2019. Foto: Chris Pizzello/Invision/AP.[/caption]
Anoche, la británica subió hasta tres veces al escenario del teatro Microsoft y por la última, cuando su creación estrella confirmó la tendencia de la ceremonia y sorprendió llevándose el galardón a Mejor comedia por sobre la multipremiada Veep o la nueva sensación de The marvelous Mrs. Maisel, simplemente exclamó: "Esto se está volviendo ridículo", muy en la línea de su personalidad y del desparpajo de la serie que estrenó en 2016 y que con su segunda temporada logró aclamación crítica universal. Elogios que se han ido acumulando y que ya había conseguido en el inicio de la ficción de Amazon Prime Video y la BBC, pero que anoche se tradujeron por primera vez en un puñado de premios y en una de las mayores expresiones recientes de que los Emmy de vez en cuando también recuerdan premiar lo mejor de lo mejor.
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Foto: REUTERS/Mike Blake.[/caption]
Calificada en ocasiones simplemente como una adicta al sexo, la protagonista de Fleabag es bastante más que eso. Desde un inicio lidia con la muerte, las deudas y un día a día tambaleante, en un retrato explosivo y entrañable de una mujer en Londres del siglo XXI, que conecta con el espectador rompiendo la cuarta pared con una confesión audaz o un chiste negro. La génesis, como reconoció al alzarse con el mayor premio de la categoría de Comedia, estuvo en el teatro años atrás, con una presentación en el Festival de Edimburgo. Al alero de la compañía de teatro que fundó en 2007 junto a su amiga –y directora– Vicky Jones, DryWrite, Waller-Bridge llevó en 2013 el monólogo de una mujer que habla sin tapujos de su sexualidad y atraviesa un frágil momento personal. Convenció sin descollar a medios como The Guardian y The Telegraph, pero logró capturar el interés de la BBC, ansiosa de que llevara esa misma experiencia a la televisión.
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"Fleabag". Foto: Amazon via AP.[/caption]
Críticas con la máxima calificación ("una fábula deformada y conmovedora sobre la existencia de una mujer soltera", señaló The New Yorker) ayudaron a que luego del exitoso primer ciclo Waller-Bridge cambiara de opinión y decidiera hacer una segunda temporada, que debutó en mayo pasado y ganó al menos un personaje memorable: un cura atractivo del que se enamora. Para esta egresada de la Real Academia de Arte Dramático (RADA) en Londres –de donde salieron Michael Caine o Sally Hawkins– también fue la oportunidad de reencontrarse de un grupo de actores y realizadores que son en buena parte su familia y sus amigos. Vicky Jones supervisa los guiones, la actriz que encarna a su hermana, Sian Clifford, es su amiga desde que estudiaba teatro y su hermana en la vida real, Isobel, es quien hace la música de la producción.
Pero no habrá más Fleabag luego de su premiado ciclo dos, como volvió a confirmar a The Hollywood Reporter, que le dedicó su portada de agosto –en plena campaña de Emmy– con el título The future is Phoebe (El futuro es Phoebe, un juego con la consigna "El futuro es femenino"). "Las razones para terminar nunca se sintieron tan guturales como ahora", le indicó al medio.
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Foto: REUTERS/Mike Blake.[/caption]
Es parte de la libertad que tiene una figura que hasta hace unos tres años era un nombre casi anónimo fuera de Reino Unido. Pero Fleabag le cambió la vida, al igual que Killing Eve, el thriller sobre una detective y una asesina que la tuvo como showrunner en la primera temporada y que la mantiene en la producción ejecutiva en la segunda. Por eso se llevó parte del crédito cuando Jodie Comer, la coprotagonista de la serie junto a Sandra Oh, celebró anoche el galardón a Mejor actriz de drama.
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Foto: Jordan Strauss/Invision/AP.[/caption]
Ahora Waller-Bridge es quizás el talento joven más codiciado de Hollywood, aunque ella ha confesado que no le interesa un contrato a largo plazo con ninguna compañía. De todos modos, luego de estar en 2018 en Han Solo: Una historia de Star Wars –como un droide–, su siguiente paso en la industria llegó este año cuando fue reclutada para la reescritura de la nueva James Bond, No time to die, que llegará a los cines el 9 de abril de 2020. "Mucho se ha hablado sobre mí al involucrarme porque soy una mujer, y eso es maravilloso. Pero tampoco puedo tomar el crédito por una película que ya había sido escrita. Es la película de Cary (Joji Fukunaga, director)", señaló a The Hollywood Reporter.
Además de ese filme, tiene en carpeta una serie con HBO, que la reencontrará con Vicky Jones. Se titula Run, la tendrá en un rol estable –aunque el protagonista es Domhnall Gleeson– y cuesta pensar que no la vuelva a llenar de Emmy en unos años más.