Denis Ménochet, protagonista de Por Gracia de Dios: "Intentaban silenciarnos, tal como lo hicieron con las víctimas"

Lo que ocurrió en febrero de este año con la película Por Gracia de Dios fue una especie de segunda lucha: una batalla por levantar la voz sobre los abusos sexuales contra menores cometidos por el sacerdote de Lyon Bernard Preynat entre los años 70 y 90. La cinta del director galo François Ozon (1967) estuvo a punto de no ser estrenada en salas en Francia, tras una petición que hizo Preynat a la justicia. Sin embargo, el juzgado de Lyon respaldó el estreno de la película, y en julio pasado el sacerdote fue declarado culpable de los abusos y destituido de su investidura clerical.

"Estaba muy enojado al comienzo", cuenta al teléfono desde Francia el actor Denis Ménochet (1976), sobre los intentos de la Iglesia de impedir el estreno. El actor interpreta a François Debord, uno de los abusados por Bernard Preynat, que en una actitud combativa forma el movimiento La Palabra Liberada, que llega a reunir a más de 70 víctimas del sacerdote. "Intentaban silenciarnos, tal como lo hicieron con las víctimas. La controversia sobre el lanzamiento de la película fue como una cámara de eco para que esas voces se escucharan a nivel nacional. Intentaron silenciar el cine y no se puede silenciar el cine", añade Ménochet.

Desde su perspectiva ¿qué rol y significado tiene su personaje en el contexto de la película y en relación a los otros personajes que denuncian a la Iglesia Católica?

Creo que él tiene un rol clave en la película, porque él los reúne a todos y los anima a tomar medidas. Hay una escena en la película donde yo toco la batería en la noche, y toqué en la batería del personaje en su casa real. Él estuvo allí esa noche y François Ozon lo grabó tocando batería, y mezcló ambas grabaciones. Realmente me gustó esa imagen, para que las personas se hagan valer por sí mismas. Así fue como sentí cuál era la esencia del personaje. Un luchador.

A diferencia del personaje interpretado por el actor Melvil Poupaud, quien es Alexandre Guérin, el personaje que usted interpreta no tiene interés en la Iglesia y es ateo. ¿Cree que es posible ser abusado sexualmente y seguir creyendo en Dios, como ocurre con Alexandre Guérin?

En el caso de François Debord, a quien interpreto, la Iglesia le mintió a sus padres. El padre Preynat tocó a su hijo y lo besó en la boca cuando él era muy joven, como a los 12 años. Ellos llamaron y escribieron a la Iglesia y ellos dijeron 'sí, está bien, vamos a removerlo' y mintieron, por lo tanto con ese sentimiento de traición que ellos sintieron, por supuesto que no vas a creer más en la Iglesia. Pero pienso que creer en Dios es algo muy diferente, si te preguntas si Jesús hubiese sabido que la gente ha usado su nombre para abusar de niños, qué es lo que hubiese hecho. Entonces, tal vez puedas encontrar tu propia espiritualidad, tu propia fe, al hacerte ese tipo de preguntas, porque es complicado, uno necesita cierta espiritualidad, como seres humanos necesitamos tener una vida espiritual.

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Denis Ménochet interpreta a François Debord en Gracias a Dios.[/caption]

¿Cómo se preparó para interpretar a François Debord? ¿Tuvo algún contacto con François Devaux, quién inspiró su personaje?

Filmamos en su casa, así que todo el set de la casa de mi personaje es la casa real de él. Así que eso fue muy útil, pero sobre todo pude relacionar mi empatía cuando leí todos los testimonios en el sitio web de La Palabra Liberada y al final sentí la importancia de este filme. Somos casi de la misma generación y es un caso muy especial de actuación, creo. Era muy importante no imitar, sino entender la esencia de lo que ellos vivieron.

¿Qué tan importante cree que es la creación de organizaciones como La Palabra Liberada y que las víctimas tengan contacto con la prensa?

Creo que es crucial que las personas se unan de alguna manera y con la tecnología de nuestros días, como Facebook u otras, podemos unirnos casi instantáneamente si queremos. Tienes que hacerlo en casos específicos de abuso, tal como lo hemos visto con el movimiento #MeToo y todas esas cosas. Como miembro de la sociedad, si sabes algo o fuiste abusado, seas cristiano o no, tienes que unirte con otros, ayudar a la gente y hablar, explicar tu experiencia para que la gente lo entienda. Es tener empatía y decir 'OK, esto no va a pasar nunca más'.

Con una extensa filmografía en el cine francés, Denis Ménochet también ha tenido roles en películas como Bastardos sin Gloria, de Quentin Tarantino; Hannibal, el origen del mal, de Peter Webber, y la serie dramática Spotless, estrenada en 2015. Recientemente, interpretó al policía Dubillard, en la cinta El emperador de París y, además, será parte de la próxima película de Wes Anderson, The French Dispatch, actualmente en etapa de post producción y que narra la vida de un periodista estadounidense que trabaja en una revista francesa.

La semana pasada se estrenó en Chile El emperador de París, otra película donde trabajó recientemente ¿Cómo fue esa experiencia?

Fue genial porque puedes volver en el tiempo. Fue fascinante porque los sets eran iguales a cómo era esa época (siglo XIX). Hay una escena en el mercado que realmente era como estar en una máquina del tiempo. Fue un agrado trabajar con Jean-François Richet y Vincent Cassel, con quienes hicimos las películas de la saga Mesrine antes. Así que fue asombroso estar con estos chicos porque tienen un montón de historia y también me fascinan. Fue una gran experiencia.

Usted también es parte del reparto de la próxima película de Wes Anderson, The French Dispatch ¿Podría contar algo sobre cómo ha sido ese trabajo?

Wes Anderson es un director muy único. Lo que crea siempre es sorprendente cuando miras como parte de la audiencia, pero en el set de la película te quedas impresionado. Nunca antes había actuado de esta manera y nunca antes vi sets como estos. Él es la persona más amable del mundo. Es cine puro, de una manera diferente y va a ser algo épico.