Durante la década del 60, Birmingham era uno de los paisajes más decadentes de Reino Unido. La mayoría de sus habitantes sobrevivía a costa de escasos recursos financieros, mientras que varios de los edificios aún no eran reconstruidos tras los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Era una ciudad de clase trabajadora, en la que sus industrias metalúrgicas y minerales se desenvolvían como principal motor económico, un fenómeno que en el siglo XIX influyó a que se le considerara en el territorio del "Black Country" (país negro), el cual recibió su nombre simbólico en alusión a la nube de polvo y carbón que sobrevolaba las calles y que también incluyó a sectores lindantes como Wolverhampton.

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Birmingham, septiembre de 1968.

Birmingham, septiembre de 1968.[/caption]

En aquella época, varios de los jóvenes que se oponían a la idea de trabajar en el área de la manufactura, empezaron a formar sus proyectos musicales. No fue coincidencia que The Move, Traffic, The Spencer Davis Group, The Moody Blues y Judas Priest nacieran en aquella urbe desoladora, como tampoco lo fue el hecho de que Black Sabbath desarrollara su identidad a partir de sonidos pesados y oscuros, los cuales influenciaron a las bandas de rock pesado y heavy metal que nacieron en la posteridad.

Frank Anthony Iommi (17 años) era uno de ellos, un adolescente que aprendió a tocar acordeón a temprana edad con el apoyo de su familia, para más tarde adquirir su primera guitarra y replicar las melodías de Hank Marvin y The Shadows. Según comentó en Fingers Bloody Fingers de Paul Blow y Kee Koo, le gustaba trabajar como soldador, pero de todas formas, tenía la convicción de que abandonaría su empleo para dedicarse al arte de las seis cuerdas.

Un día, vio un aviso de The Birds & The Bees en una tienda, el cual informaba que el grupo estaba en busca de un guitarrista para su gira europea. El músico se puso en contacto con ellos para reclamar el puesto que, finalmente, se le fue concedido. Cuando todo parecía marchar a favor de sus intereses, un accidente marcó el trayecto de su carrera.

https://www.youtube.com/watch?v=APTjx79WgcE

Tras presentar su renuncia a la fábrica, Iommi asistió a su última jornada laboral, instancia en la que accedió a cubrir a uno de sus compañeros que estaba ausente. Ahí se encontró con una maquinaria pesada que funcionaba con la misma lógica que una guillotina, en donde los obreros introducían las láminas de metal con sus propias manos, para que estas fuesen cortadas por cuchillos que se abrían y cerraban con cierta periodicidad. Mientras cumplía con el turno, un descuido hizo que su mano derecha fuese alcanzada por las navajas, hasta el punto en que cortaron las puntas de sus dedos medio y angular, siendo este último el más perjudicado.

El escenario se tiñó de rojo, mientras que uno de los presentes guardaba las partes extraídas en una caja de fósforos, para así trasladarlas al hospital junto a su dueño, un detalle significativo, pero que no mejoró la situación. Después de cortar los huesos rotos que sobresalían, los médicos le advirtieron que se vería imposibilitado de manipular su instrumento. Iommi quedó destrozado.

https://www.youtube.com/watch?v=vVsC4UNYOHM

En medio de la tristeza, el jefe de la fábrica —a quien consideraba su amigo, según la biografía disponible en su página web— fue a visitarlo durante su recuperación. Ahí le contó la historia de Django Reinhardt, un guitarrista de gypsy jazz que, al verse afectado por las quemaduras de un incendio, desarrolló una nueva digitación con los dedos índice y medio. Aquel encuentro inspiró a Iommi a continuar, pero aún había una limitación: el dolor le imposibilitaba tocar con normalidad.

Esto llevó a que construyera sus prótesis a partir de botellas de plástico y trozos de cuero, además de armar sus propios juegos de cuerdas a partir de ejemplares de banjo con calibres delgados o, al menos, más finos que los de guitarra. Junto a eso, disminuyó la afinación de su guitarra para reducir la tensión y empezó a conectarse en amplificadores con entrada de bajo. El resultado fue un sonido grueso, profundo y agresivo, el cual se convirtió en uno de los sellos característicos que, más tarde, definió la esencia de Black Sabbath (1970) en su canción homónima, la cual incluyó un tritono (intervalo considerado "satánico" en el Medioevo) en su riff inicial.

https://www.youtube.com/watch?v=iCeG4AKCLrU

La agrupación conformada en primera instancia por Ozzy Osbourne, Geezer Butler, Bill Ward y Tony Iommi es reconocida como la primera exponente del heavy metal, un género que también presentó esboces en artistas como Led Zeppelin y Deep Purple.