José José: amor y excesos en el adiós de otra leyenda

Después de dos años enfrentando el cáncer de páncreas, el cantante mexicano José José falleció ayer en Miami, Florida (EE.UU.), a la edad de 71 años. Pero más allá de los datos formales, su partida es otro golpe a la generación dorada del cancionero hispanohablante -a solo semanas del fallecimiento de Camilo Sesto- y con él también se despide un hombre que encarnó en vida y música el costado más dramático de las relaciones amorosas y personales.

Célebre baladista y una de las figuras más influyentes de la música popular en español, el ídolo romántico pasó sus últimos años luchando contra la enfermedad que le fuera diagnosticada en marzo de 2017, y que lo alejó definitivamente de la escena pública.

Dueño de himnos de amor y desamor como "40 y 20" y "Lo pasado, pasado", José Rómulo Sosa Ortiz comenzó en la música de adolescente, tocando en bares y brindando serenatas simplemente como Pepe Sosa. Con un evidente carisma y calidad vocal, grabó su primer LP en 1969, titulado José José -o también conocido como Cuidado, por el exitoso sencillo-, tomando desde ahí su apodo: el primer José por su propio nombre, y el segundo en honor a su padre, quien había muerto el año anterior por alcoholismo. Tenía 45 años. Aquella enfermedad marcaría el destino del intérprete.

Al año siguiente, en 1970, participó del célebre festival OTI, donde dejó un fuerte legado con el tema "El triste", y con la que obtuvo el tercer lugar. Éxito tras éxito y disco tras disco -en su época de oro lanzó casi un álbum por año-, conquistó al público hispanoparlante, asociándose además con autores como Juan Gabriel y el propio Sesto. Con su disco El príncipe (1976), el décimo de su carrera, obtendría el título del "Príncipe de la canción": un apodo que también inmortalizaría su estatus en la música latinoamericana. Como evidencia de eso está el homenaje que recibió en 1988 por sus 25 años de carrera musical, donde le rindieron tributo artistas de la talla de Roberto Carlos, Julio Iglesias y Juan Gabriel. Un homenaje que además quedó plasmado en un disco doble. Diez años después, festejando otro aniversario de su legado, saldría un nuevo álbum en su honor: Un tributo (a José José), esta vez con reinterpretaciones de sus éxitos por parte de estrellas actuales de la música popular, como Café Tacuba, Julieta Venegas y el chileno Beto Cuevas. En 2013 se lanzó un segundo tomo, que incluyó a Los Bunkers.

El reconocimiento a su carrera también ha llegado a la pantalla: en 2018 se estrenó José José, el príncipe de la canción, serie biográfica difundida por Netflix.

Recientemente, el cine también ha dado cuenta de su legado: Roma, del mexicano Alfonso Cuarón, introdujo en su banda sonora el primer hit del artista: "La nave del olvido". En febrero, día de la entrega de los premios Oscar, donde la cinta competía a Mejor película de habla no inglesa -llevándose el galardón-, el artista hizo uno de sus últimos posteos en Twitter para agradecer al cineasta.

Tomando distancia con otros artistas de la época, José José fue conocido por ser abierto respecto a su vida personal. En su autobiografía de 2008 titulada Esta es mi vida, reveló episodios de su lucha contra las adicciones. En el libro cuenta que tras sus excesos con la bebida, dejó el alcohol en 1993. Allí reconoce además que eso, sumado a la exigencia vocal durante sus años de esplendor, lo hicieron mermar su garganta. Ya en la década del 2000 dejó de cantar.

Su vida amorosa también fue de conocimiento público. Tras su matrimonio a los 22 años con la actriz Natalia "Kiki" Herrera y divorcio en 1976, ese mismo año contrajo matrimonio con la actriz Ana Elena Noreña, con quien tuvo dos hijos, José y Marysol. En 1990 se divorcia de Anel. En 1995 se volvió a casar, esta vez con la cubana Sarita Salazar, su esposa y mánager hasta el día de hoy, y con quien fue padre de una niña, Sarita Sosa.

En marzo de 2017, el músico comunicó a través de un video que padecía cáncer al páncreas. Y explicaba de esta forma la enfermedad que lo afectaba: "Tú has recibido tantas cosas negativas que te han mandado. Traiciones sobre todo, las más dolorosas. Las mentiras, lo que inventan. Las agresiones. Todo eso van recibiendo los órganos y por lógica el páncreas recibió una agresión gigantesca y fue desarrollando eso negativo ahí".

A fines de ese mismo año fue internado en Ciudad de México para extirparle un tumor cancerígeno. Poco después fue llevado a Miami, donde falleció.

Su herencia es gigantesca, sobre todo en México, su tierra natal que lo sufre profundamente, aunque también tuvo vínculos singulares con Chile, en especial con nombres ligados a la Nueva Ola. En 1971 grabó con la artista nacional Nadia Milton -de amplió suceso en el país norteamericano- un dueto para "Nadie, simplemente nadie". Y en 1989 transformó en éxito continental el hit "Como tú", del chileno Wildo.