Director de la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil: "El caso Plácido Domingo es un llamado para todos a respetar a nuestras colegas"
Hoy cerrará una serie de conciertos gratuitos en Santiago junto a la orquesta que depende de la FOJI. Aquí se refiere además a las denuncias de abuso sexual contra el tenor español, y al arribo de Carmen Gloria Larenas a la dirección del Teatro Municipal.
Era hora de tomar un respiro. No todos los años se sale de gira, mucho menos por Europa, pero a fines de julio la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil escribió un nuevo capítulo en sus 18 años de historia, al presentarse en Marruecos y ciudades como Kassel, Berlín y Madrid. "Retomar tras esas multitudinarias ovaciones no era asunto fácil", dice su director titular, Maximiano Valdés (1949), quien desde el viernes pasado conduce una serie de conciertos gratuitos con el ensamble.
Primero fue en el Teatro Oriente de Providencia, luego en el Municipal de Ñuñoa y ayer sobre el escenario de la Fundación CorpArtes (Rosario Norte 660, Las Condes), donde hoy la OSNJ cerrará el ciclo con un concierto a las 11.00 am, dirigido a público general y escolar. Interpretarán la sinfonía Mathis der Maler (Matías el pintor, 1934) de Paul Hindemith, y el Concierto para violín en Mi menor, Op. 64 de Felix Mendelssohn, a cargo del joven violinista Manuel Leiva. Los conciertos contaron con la colaboración de la institución privada Cameramusic, cuya directora artística es la madre del director, la compositora, cantante y pedagoga Sylvia Soublette (1923). Trabajar junto a ella, dice Valdés, sigue siendo uno de "sus grandes placeres".
En noviembre próximo, Valdés y la ONSJ darán un concierto con el chelista israelí Amit Peled (1973) en el Teatro Municipal de Las Condes. Ya en 2020, en tanto, recibirán por primera vez en Chile al compositor y director de orquesta polaco Krzysztof Penderecki (1933). No obstante, y a pesar de los proyectos a corto y mediano plazo, el director recalca su preocupación por el futuro de los jóvenes músicos en el país, así como por las actuales condiciones de trabajo al interior de la orquesta.
En agosto pasado usted dijo a este periódico: "Habrá que buscar una respuesta para que los mejores de estos músicos formen una nueva orquesta que les dé espacio". ¿Reafirma sus dichos? ¿Cree que tuvieron la resonancia que esperaba?
Los reafirmo absolutamente. Creo que en una ciudad de 7 millones de habitantes que está tan ocupada en sus centros, como lo son la Sinfónica, la Filarmónica y la Usach, el tener un grupo que dé vida profesional a estos músicos me parece necesario dentro de lo que son las agrupaciones juveniles. Es muy importante esto, pues estamos hablando de intentar repetir lo que se ha hecho en Venezuela. La Orquesta Simón Bolívar, que sigue siendo en general una orquesta joven y que recibe músicos de las instituciones y orquestas juveniles que están en el programa, tiene su propio presupuesto, les paga por su trabajo a los músicos y les da además una salida laboral, que es como debería ser.
¿Lo cree posible en Chile?
Tiene que serlo. Mi preocupación es por todos esos jóvenes músicos que hacen muy bien su trabajo y tienen todas las ilusiones puestas en una salida profesional, pero a los 25 años se encuentran desocupados y sin posibilidad de acceder a otras orquestas porque no hay cupos. La única posibilidad que les queda es irse de Chile. En ese sentido dije que esto hay que repensarlo, y soy partidario de formar una agrupación que tenga una cantidad mínima de músicos que le permitan por lo menos interpretar un repertorio clásico y otros más grandes. Es una salida que tenemos que afrontar. Estamos hablando con algunas personas para ver qué posibilidades tenemos de conseguir financiamiento. Tampoco tenemos un teatro nuestro. Nos la arreglamos tocando en diferentes lugares, que por ahora es perfectamente aceptable, pero a largo plazo la orquesta tiene que cubrir necesidades acústicas para hacer su trabajo bien. Donde estamos ahora, atrás de la Estación Mapocho, no cabemos para los ensayos y esa es una realidad. Yo he vivido toda mi vida afuera y he visto a orquestas juveniles que representan a sus países por su calidad, pero allí tienen sedes que les permiten trabajar bien. Aquí esto último sigue pendiente.
Esta semana Valdés partirá a España y México: allí se pondrá al frente de la Orquesta Filarmónica de Málaga y la Orquesta Nacional de México, respectivamente. Tras vivir 16 años en Asturias, mientras fue titular de la Orquesta Sinfónica del Principado (1994-2010), hoy saca la voz ante las denuncias de abuso sexual en contra de Plácido Domingo. "Me imagino que las denuncias tienen real asidero, puesto que él no las ha negado", dice.
"El caso de Plácido Domingo es un llamado de atención para todos a respetar a nuestras colegas y poner atención en esta situación que hasta hace 10 años no tenía las características que tiene ahora. Creo que es bienvenido y que es el momento que tomemos conciencia. Uno no puede estar feliz de que esto suceda, porque ha sido muy duro para las mujeres que pasaron por todo esto y también es triste que un artista del nivel de Plácido Domingo se vea involucrado en un asunto de este tipo, pero todos somos responsables de nuestros actos", agrega.
Hace dos meses, Valdés señaló que no estaba entre sus metas dirigir el Teatro Municipal. Ahora se refiere también al nombramiento de Carmen Gloria Larenas como sucesora de Frédéric Chambert: "Me parece muy bien. La conozco de hace muchos años, es una persona muy capaz, con mucha energía y que tiene temperamento. Es una mujer que viene del teatro, lo conoce por dentro, de modo que estoy seguro de que es una decisión que va a aportar un sentido de la viabilidad de las cosas, un sentido común acorde a la realidad actual del teatro", opina. "Yo le ofrecí toda mi colaboración, y naturalmente le deseo lo mejor. Su nombre me parece una buena elección, muy buena. Es una persona muy capaz y lo va a hacer muy bien", concluye.
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