La del 17 octubre de 2012 fue una noche memorable para la numerosa legión "brit" chilena. La "cool britannia", como se llamó al período de reconquista de los ingleses de la cultura popular y los ránkings musicales a partir de mediados de los 90, caló hondo en Chile, pero hasta entonces había sido adoptada desde la distancia, a punta de CDs, videos en MTV, revistas especializadas importadas desde Europa y noches de sudor y oscuridad en la Blondie.

Y fue precisamente el conjunto liderado por Brett Anderson, ícono del movimiento y rostro habitual de los afiches de la discoteque de Alameda, el responsable de acercar por primera vez al público local el lado más sofisticado y reconocible del brit pop de fines del siglo XX. De alguna forma, ese debut de Suede en el Teatro Caupolicán hace casi exactos siete años, al que un mes después le siguió el primer show de Pulp en el país, cerraban un ciclo para una generación de chilenos que, más allá de chispazos -como las visitas de Oasis, Ian Brown y Jarvis Cocker en solitario-, habían seguido el fenómeno desde la ensoñación, esperando durante varios años por el desembarco de sus ídolos.

Desde entonces, algunas cosas cambiaron y otras no tanto. Los Gallagher todavía no se reconcilian, Pulp volvió a separarse al año siguiente y Blur, que en el intertanto vino a tocar dos veces al país, no registra actividad en vivo desde 2015. En ese escenario, Suede se erige hoy como el último sobreviviente del panteón del brit pop. Y con ese cartel el grupo alista su regreso a Santiago para el próximo año.

El espectáculo está programado para el 12 de marzo en el Teatro Teletón, en la que será -hasta ahora- la única fecha en Chile del próximo recorrido de los ingleses por Sudamérica. Todo esto, como parte de la gira promocional de su más reciente álbum, The blue hour, un aplaudido trabajo que confirma que la segunda vida de los londinenses, reunidos desde 2010, es más que un acto de mera nostalgia.

La característica voz de Anderson suena como en sus mejores días, mientras que el imaginario del grupo, glamoroso, romántico y decadente, cobra nuevas dimensiones ahora que sus integrantes pasaron los 50 años. Un disco que les devolvió las críticas elogiosas de la siempre exigente prensa especializada de su país, y que ha tenido al quinteto -que completan Neil Codling, Simon Gilbert, Richard Oakes y Mat Osman- de gira por teatros y algunos de los grandes festivales de Europa durante todo el año.

Con todo, no faltan los clásicos en cada velada, como "Trash", "So young", "She's in fashion" y "Beautiful ones", entre otros éxitos que definieron el sonido y la pose del grupo, así como la banda sonora de una generación.

Las entradas para el concierto salen a la venta hoy al mediodía vía Puntoticket, con precios desde $35.000.