Cuando a lo largo del territorio nacional muchos artistas terminaban sus conciertos de celebración del día de la música chilena, la intendencia de la región de O'Higgins, anunció que por motivos de seguridad, la edición 2019 de la Cumbre, que por primera vez tendría lugar fuera de Santiago, no podría realizarse.

El evento ya se había suspendido en enero y mayo de este año por falta de público, y la noche del viernes, a pocas horas del primer show en cartelera, la intendencia precisó en un comunicado que la productora que organizaba el evento, no había podido asegurar la disponibilidad de los 180 guardias de seguridad diarios que se exige para eventos de estas características. "Lo anterior, a pesar de todas las facilidades otorgadas por la Intendencia Regional, que hasta las 21:00 hrs de este viernes 4 de octubre, esperó por una solución por parte de la organización", indicaron.

Según la intendencia, las autoridades tenían la disposición a autorizar el evento, y por eso entregaron distintos plazos a lo largo del viernes para que la organización pudiera enmendar los problemas.

Además de los problemas relativos a la seguridad, la intendencia señaló que en horas de la noche, el prevencionista de riesgos encargado por la productora, les habría informado de riesgos sanitarios y otras problemáticas que originaron su renuncia y la de otros profesionales con funciones vitales para la realización del evento.

La producción, liderada por Cristián y Juan Andres Ossandón, reconoció en un comunicado de prensa que las autoridades regionales habían hecho observaciones durante el día, pero señalaron que hasta las 21 horas, trabajaron para darle una solución a los problemas y que a pesar de eso, el gobierno regional mantuvo la decisión de no autorizar el evento.

Cuando la situación ya era definitivamente irreversible, los organizadores escribieron: "Este año ha sido tremendamente adverso para nosotros, y trabajamos incansablemente para darlo vuelta. Encontramos aliados entusiastas en la Municipalidad de Rancagua y en el Consejo Regional de la VI Región. Nos dieron un apoyo económico (no todo el que necesitábamos, pero muy valioso y se agradece), y nos acompañaron a buscar recursos en la región también, que luego de mucho esfuerzo no pudimos conseguir. Lamentablemente, se nos 'cayó' un aporte muy importante en esta última semana, que terminó por sepultar nuestras esperanzas".

"Lo dimos todo, pusimos el corazón entero, todos nuestros recursos humanos y económicos para que esto funcionara. Llegamos hasta el final: El montaje estaba terminado, los artistas probaron sonido, pero... a punto de llegar a la meta, no lo logramos. Y lo perdimos todo", lamentaron.

"De este modo, este proyecto que ha intentado impulsar, defender y crear valor alrededor de la música chilena por más de doce años, llega a su fin. Sucumbimos frente a los eventos gratuitos, que fueron socavando las bases de nuestra propuesta (justamente lo inverso, cultivar valor, y estrechar la brecha de percepción entre artistas nacionales y extranjeros). La Cumbre no tiene la culpa. Es un proyecto sin fines de lucro, que busca un fin noble y digno. Seguro alguien más en el futuro abrazará esta iniciativa, y la llevará al siguiente nivel, donde nosotros no supimos llegar. Asumimos toda la responsabilidad, y seguramente vendrán tiempos muy difíciles para nosotros como gestores y como impulsores de este proyecto", finalizaron.